Montones de escombro, casas derrumbadas, terrenos limpios en los que antes habitaron familias: así luce el pueblo de San Gregorio Atlapulco, Xochimilco, a casi cuatro meses del sismo. Hoy la gente no sabe cuándo volverá a ver su patrimonio de pie.
El apoyo del Gobierno de Avelino Méndez (Morena), reclaman, no llega, por lo que los damnificados –muchos de ellos de la tercera edad– se refugian en casas de familiares que les han tendido la mano.
«Quisiéramos, como vecinos, tener una plática directamente con él, pero desgraciadamente es otra persona que se le ha subido el poder y que desgraciadamente no sirve para gobernar», dice Jaime Tirso, un profesionista jubilado, quien aquél martes vio caer a pedazos la casa en la que crecieron sus hijos.
El Delegado acusa que el Gobierno de la Ciudad de México es el responsable del retraso de las obras de reconstrucción y de la falta de recursos, pero sus gobernados le reclaman soluciones.
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Ciudad de México, 13 de enero (SinEmbargo).- Xochimilco aún luce devastado a causa del terremoto ocurrido el pasado 19 de septiembre. Allí, donde el fuerte movimiento dejó un saldo de 9 víctimas mortales, algunas casas ya fueron demolidas y otras más están en espera de que sus cimientos sean arrasados ahora por máquinas.
Lo cierto es que 24 mil personas damnificadas por las 6 mil viviendas dañadas por el desastre natural -según cifras oficiales- viven sin certeza de cuándo y bajo qué condiciones ocurrirá la reconstrucción.
Las zonas más afectada en viviendas e infraestructura pública son San Gregorio Atlapulco, Santa Cruz Acalpixca, Santa María Nativitas, San Luis Tlaxialtemalco, Santiago Tulyehualco, Santa Cruz Xochitepec y el Barrio de San Marcos.
El Delegado Avelino Méndez Rangel, de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), es señalado por los habitantes de San Gregorio, Caltongo y otros pueblos, de haberlos dejado solos, al igual que el Gobierno federal a cargo del Presidente Enrique Peña Nieto. En cambio, los vecinos muestran agradecimiento por la sociedad civil que siempre estuvo dispuesta a ayudarlos.
El Jefe delegacional acudió a la localidad un par de días después de la tragedia y los vecinos lo corrieron a punta de pedradas, gritos y reclamos por la falta de apoyo que hasta el momento solo había llegado por parte de la sociedad civil.
Hoy la gente no saben cuándo volverá a ver su patrimonio de pie. Mientras el apoyo llega, las personas –muchas de ellas de la tercera edad– se refugian en casas de familiares que les han tendido la mano.
LA GENTE SE FUE DE SAN GREGORIO: SALOMÓN
Montones de escombro, casas derrumbadas, terrenos limpios en los que antes habitaron familias: así luce San Gregorio, a casi cuatro meses del sismo.
Salomón Galicia Flores tiene 77 años cultiva y vende verduras a las afueras de la Iglesia de San Gregorio. Hasta el pasado 19 de septiembre junto a su esposa comerciaba sus productos, pero hoy Francisca Rosas apenas puede andar con ayuda de un bastón.
El día en que la tierra se sacudió, una barda de piedra del templo religioso cayó sobre el cuerpo de mujer. Los vecinos comerciantes la auxiliaron y finalmente lograron sacarla con una costilla rota y varios golpes.
Comenzaron a trabajar en la venta de verduras cuando don Salomón se jubiló, hace ya varios años. Él mismo cultiva espinacas, apio, acelgas, cilantro, coliflor, zanahoria y papa. Todo ello orgánico, sin gota de agroquímicos.
Desde que ocurrió el terremoto, Salomón lamenta que sus ventas bajaron más del 50 por ciento y cree que se debe a que mucha gente se fue del pueblo por miedo o porque se quedó sin hogar.
«Recién que pasó el sismo veía yo diario salir camionetas de mudanzas», recuerda.
Su casa, en donde doña Francisca se encuentra día y noche, sufrió algunas cuarteaduras, por lo que los ancianos viven con incertidumbre y temor de que en algún momento se les vaya encima.
«En una casa ya cuarteada, ya no hay confianza, no hay seguridad. Ahí seguimos viviendo, es la única casita que tenemos», comenta.
La pareja no ha recibido apoyo alguno por parte de la Delegación Xochimilco y los gastos de atención médica de Francisca ya rebasaron los 15 mil pesos. «No me han ayudado en nada: ni para el campo ni para el daño de la casa», acusa el anciano que es el sustento de su hogar.
Y agrega: «El Delegado de acá de Xochimilco, le voy a decir la pura verdad, nunca ha apoyado aquí al pueblo».
SE HAN OLVIDADO DE QUIÉN LOS LLEVÓ AL PODER: JAIME
Don Jaime Tirso, profesionista jubilado, aquél martes vio caer a pedazos la casa en la que crecieron sus hijos.
En 1971 llegó a habitar ese hogar con su esposa Ángela Enriquez y 46 años después, ambos quedaron atrapados en el espacio donde la losa cayó y formó un triángulo que los salvó tras la fuerte sacudida de la tierra.
Los vecinos rescataron a la pareja y el recuento de los daños quedó en raspones, chipotes, un descalabro de doña Ángela y una casa reducida a escombros.
El hombre de 72 años de edad se siente agradecido por el apoyo que la sociedad civil mexicana, de Estados Unidos, Canadá, Brasil, Colombia, mostró en medio de la desgracia, pero recrimina que las autoridades no hayan actuado de la misma manera.
«No nos dejaron [los civiles]. Alimentación, todo tuvimos, cobijas y mucha ayuda; pero así del Gobierno negativamente, a lo único que venían era según a hacer limpieza porque iba a venir Mancera a ver lo de la reconstrucción», acusa.
Con el gobierno de Xochimilco «nosotros no tenemos absolutamente nada» e ironiza» [a Avelino Méndez] lo recibieron aquí bonito, con garrotes y pedradas fue porque él se lo ha ganado. Quisiéramos, como vecinos, tener una plática directamente con él, pero desgraciadamente es otra persona que se le ha subido el poder y que desgraciadamente no sirve para gobernar».
El señor que actualmente vive en casa de su hija sigue en espera de que les informen qué ocurrirá con la reconstrucción de su hogar y afirma que el Jefe delegacional no debía esperar que lo recibieran «con un ramo de flores», en cambio, sostiene «se hubiera venido a chingar aquí, a romperse la madre sacando piedras y sacando el escombro».
«Que se acuerden de quién los subió al poder: el pueblo. Se han olvidado», recalcó.
LA DELEGACIÓN NO HA APOYADO: MARÍA
La casa de Maura Ibañez Villarreal, empleada en el Instituto Politécnico Nacional (IPN), sufrió severos daños tras el temblor que llegó justo en el aniversario 32 de la desgracia de 1985. El techo, piso y paredes se fracturaron, las bardas se derrumbaron y el drenaje fue destruido.
Allí habitaban 8 personas que ahora viven en la casa que un tío les prestó.
En caso de que no cuenten con otro lugar a dónde ir, comenta, el Gobierno les ha asegurado que se buscará la manera de construir de manera que se eviten daños si otro sismo sorprende. Es todo lo que su familia tiene, así que permanecerán allí en la calle Insurgentes.
«Aquí mismo va a ser [la reconstrucción]», dice.
Al igual que otros vecinos reconoce y celebra que hubo apoyo por parte de los ciudadanos y proveniente del Gobierno de la Ciudad de México. Sin embargo, dice las autoridades locales brillan por su ausencia.»La delegación no nos está apoyando. Todo es por parte de la Ciudad de México y por el Diputado [Leonel] Luna […] Realmente sí deberían de apoyar porque sea como sea el voto les dio. Lo que le hicieron al señor [Avelino Méndez], que lo corrieron, no importa, él debe de dar la cara porque por eso fue elegido por Xochimilco».
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VIRGINIA AGRADECE EL APOYO DE LOS CIUDADANOS
Virginia César tiene 76 años y de un minuto a otro se quedó sin un lugar para vivir. Aunque su casa no se derrumbó, no puede ser habitada hasta que sea reforzada.
Su hija le ofreció una casa en la que hoy vive mientras espera regresar al barrio que por 60 años la ha cobijado. Pero hasta el momento desconoce si podrá recibir apoyo del Fideicomiso Fondo de Desastres Naturales (Fonden), pues las personas que anotaron sus datos escribieron «Virguinia» y no «Virginia».
«No sé nada. No he ido a ver si me lo van a dar o no», comenta con preocupación.
Doña Virginia reprocha que el Delegado únicamente se haya acercado para pedir el voto y en la desgracia haya abandonado al pueblo:
«Cuando nos vinieron a proponer la situación muy diferente, muy elevada para que diéramos el voto, lo dimos. Por eso están ahí tanto Mancera como Avelino. Deberían estar trabajando, ¿y dónde están?», reclama.
No obstante, aplaude que la comunidad internacional y de la República Mexicana e incluso empresas les hayan tendido la mano.
«Demasiado apoyo por parte de la sociedad civil. Nada por parte de las autoridades», critica.
Además le preocupa el tema del abasto de agua, pues desde el 19 de septiembre no ha llegado el vital líquido, y, asegura «Nadie se ha preocupado» por resolver el problema, por lo que vecinos que continúan radicando allí se han visto en la necesidad de pagar hasta 2 mil pesos por una pipa.
ESTAMOS DESTRUIDOS AQUÍ: EUFEMIO
Don Eufemio Bonilla ha pasado casi la mitad de su vida en San Gregorio con su esposa Juana González, pero hace casi 4 meses sus vidas cambiaron. Recuerda que el 19 de septiembre el fuerte movimiento los tiró al piso cerca de la puerta y hasta que dio tregua lograron ponerse de pie.
El hombre de 86 años de edad ha radicado en San Gregorio desde hace 48 años, ahora, junto con su compañera de vida, comparten un hogar con su hija.
Pudieron recuperar parte de sus muebles y comenta que una organización de la sociedad civil les proporcionó una tarjeta con 20 mil pesos para canjearla por material de construcción, pero al no tener certeza de lo que va a ocurrir, prefiere esperar y así evitar que los materiales se estropeen.
La chinampa en la que trabajó hasta hace 4 años y hoy es fuente de empleo de su yerno, se vio dañada tras el sismo, pero tampoco allí ha sido auxiliado. Así que han cultivado las espinacas, verdolagas y jitomates como han podido.
Denuncia también que las autoridades no les han brindado apoyo. «Estamos completamente decaídos económicamente, físicamente y moralmente. Estamos destruidos aquí, entonces sí sería conveniente que las autoridades superiores que han prometido, nos lleguen a realizar nuestros anhelos para vivir aquí. Eso es lo único que queremos», dice.
EL DELEGADO LE «ECHA LA BOLITA» AL GOBIERNO DE LA CDMX
Ni siquiera las propias autoridades tienen certeza sobre qué atribuciones tendrán para poner a Xochimilco nuevamente de pie.
En entrevista para SinEmbargo, Méndez Rangel, Jefe Delegacional de la demarcación, dijo desconocer al menos cuántas casas han sido demolidas hasta el momento y cuántas más tendrían el mismo destino, ya que, señala, se requiere el dictamen de un Director Responsable de Obra (DRO) y el Gobierno de la Ciudad de México a cargo de Miguel Ángel Mancera Espinosa, no lo ha enviado.
«Hasta ahorita desafortunadamente, y hoy lo acabamos de ver en una reunión, no nos han enviado a los directores responsables de obra que van a dictaminar qué viviendas, incluso edificios, van a ser demolidos o reconstruidos. Ellos tienen la última palabra para hacer esa dictaminación», sostiene.
El mandatario local afirma que desde el 19 de septiembre, su Gobierno estableció un puesto de mando de Protección Civil para atender a los xochimilcas y asegura que los trabajos de retiro de cascajo fueron completamente asumidos por la Delegación.
«Yo personalmente dediqué 6 brigadas a los puntos mencionados para atender todas las necesidades […] El retiro de cascajo con maquinaria y con camiones, y su depósito en los centros de acopio de cascajo, lo hizo la Delegación. Ese en un trabajo íntegro de la Delegación, apoyado por la sociedad civil», comenta
Sólo en San Gregorio, detalla, se retiraron 10 mil metros cúbicos de cascajo y en en la Delegación completa fueron removidos 25 mil metros cúbicos más. «Eso lo hizo la Delegación. No hubo intervención del Gobierno de la Ciudad de México», insiste.
-¿Hubo apoyo por parte del Gobierno de la Ciudad de México y/o del Gobierno Federal para atender a las víctimas?
-En la primera etapa, te lo puedo decir con certeza, no llegó. El retiro de cascajo lo hizo la Delegación con gente que nos ayudó y con la maquinaria propia de la Delegación. Hubo otro tipo de respuesta que también ayudó, que fue con comedores y brigadas de salud.
En especial, remarcó la Secretaría de Salud de la CdMx realizó una «importante labor» para evitar brotes epidémicos, además de brindar atención psicológica.
Pero sobre la reconstrucción… nada. Apenas está por definirse.
«[La reconstrucción] debe recaer en los tres órdenes de Gobierno», afirmó el Jefe Delegacional.
En una reunión celebrada el 10 de enero con Guillermo Orozco Loreto, Subsecretario de Gobierno capitalino, abunda Méndez Rangelse llegó a la conclusión de que por asuntos de presupuesto se definirá próximamente qué hará el Gobierno de la CdMx y qué el de Xochimilco en materia de reconstrucción de infraestructura como pavimento, agua y vivienda.
«Pedimos información precisa, que todavía no tenemos, de qué va a intervenir el Gobierno federal, qué va a intervenir el Gobierno de la Ciudad de México y qué nos toca a nosotros, pero hasta ahorita no hay esa claridad de qué va a hacer cada orden de Gobierno», remarca.
En el caso de vivienda, subraya el funcionario, es necesario realizar estudios de suelo a fin de definir si es factible o no reconstruir y con qué materiales, ya que se generaron grietas en diversos asentamientos, lo cual podría poner en riesgo la estabilidad de las construcciones.
«Es necesario para hacer una buena reconstrucción y no al rato estemos generando otro problema porque los sismos se van a seguir presentando», comenta.
Los lugares donde se detectaron mayores hundimientos, de acuerdo con el mandatario, son Santa Cruz, Nativitas y San Gregorio.
Dependiendo de lo que los estudios de mecánica de suelos arrojen se determinaría si es seguro o no realizar la reconstrucción en dichas zonas. En caso de que representara un peligro, señala, el Gobierno tendría que ofrecer alternativas de reubicación a los habitantes.
«El Gobierno de la Ciudad, el Gobierno federal y el delegacional tendrían que dar esa explicación y dar opciones para la reconstrucción en otro sitio», apunta.
Y explica que recientemente solicitó a la Asamblea de la Ciudad de México 850 millones de pesos extras al presupuesto de 2018 para poder impulsar la reconstrucción, y solo le fueron otorgados 146 millones, que calificó como «insuficientes».
Finalmente, hizo un llamado a que se realice «una reconstrucción profesional, imparcial y sin tintes político electorales».