Ciudad de México, 18 de marzo (SinEmbargo).- Las barbas pueden ser un accesorio de moda, un look que dota de masculinidad y estilo a algunos hombres o también un ambiente ideal para el desarrollo de gérmenes, pues mientras que algunos les dan cuidado y mantenimiento continuo, las bacterias presentes en las manos, la grasa y restos de comida o bebida pueden causar infecciones y se hacen más factibles de propagar a los demás.
La tricologista (experta que estudia el pelo) Carol Walker, del Centro de Tricología de Birmingham, en Reino Unido, puso el tema nuevamente sobre la mesa al declarar al diario The Daily Mail que las personas con vello facial están más propensas a las infecciones de la piel y a transmitirlas a otros.
Sin embargo, investigaciones anteriores ya habían concluido que la barba puede alojar más gérmenes que un rostro afeitado. El microbiólogo Ron Cutler de la Universidad Queen Mary de Londres, dice que por ello es importante que los hombres que las portan la laven, recorten y peinen con regularidad, además de asegurarse que no haya áreas enrojecidas por los vellos encarnados.
Por otro lado, el profesor de la Universidad Aston y también microbiólogo, Anthony Hilton llevó a cabo un estudio que determinó que los médicos con barba desprenden más gérmenes que aquellos sin vello o las mujeres, aún cuando portan máscaras quirúrgicas.
Aunque, el científico aclaró que a pesar de que hay evidencia de que las barbas están llenas de bichos, no hay prueba que esto dé lugar a problemas de salud.
“No es raro encontrar 20 mil bacterias en la piel, y esto no es perjudicial”, dijo al rotativo. Por su parte, también citan a Hugh Pennington, profesor emérito de bacteriología de la Universidad de Aberdeen, quien declara: “son las mismas bacterias que hay en la piel. No es problemático y no es un riesgo para la salud”.
Por su parte, Carol Walker explica que las personas tienden a tener el hábito de tocarse la barba varias veces al día, muchas de ellas con las manos sucias, lo cual puede transferir esta suciedad a la cara y boca.
Además, por su naturaleza el vello facial tiene más curvas y dobleces en los que la suciedad, gérmenes y grasa se atrapa fácilmente.
La comida es otro problema, sobre todo si se ingieren productos lácteos que se puedan atorar entre las barbas y echarse a perder.
“Puede haber mucho Staphylococcus [bacterias] si alguien está resfriado”, dijo la experta, es decir, si hay escurrimiento nasal , es muy probable que algo de ello quede en los bigotes debajo de las fosas.
Walker menciona que así se puede desarrollar picazón y eccema, que empeora con el sudor de la piel. Además de que los daños no sólo los sufre el barbón en cuestión, si no aquellos a su alrededor.
“Si eres cariñoso con alguien, si los besas, puedes pasarles la bacteria”, dijo la especialista.