Hace 50 años que industria de EU presiona a científicos por daños del azúcar: estudio

16/03/2015 - 12:02 am

Ciudad de México, 16 de marzo (SinEmbargo).- Hace más de 50 años, cuando el peor de los problemas relacionado con el azúcar y la salud era la caries dental, la industria productora de refrescos, jugos, panquecillos y cereales logró influir en las prioridades que la ciencia y el gobierno de Estados Unidos tenía desde esos tiempos: advertir a la población de la gravedad que la ingesta excesiva de los endulzantes conllevaba.

Un estudio publicado por investigadores de la Universidad de California da a conocer documentos de 1959 a 1971 en lo que se evidencia cómo la industria azucarera presionó a científicos e instituciones en el establecimiento de prioridades de investigación para el Programa Nacional contra la Caries (NCP, por sus siglas en inglés) en EU.

“Este ejemplo histórico ilustra cómo la industria se protege a sí misma de la investigación potencialmente peligrosa [para sus intereses], y avisa de ello a los responsables de las políticas actuales […] la industria no debería tener la oportunidad de influir en las prioridades de investigación en salud pública”, escriben los expertos en el informe.

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Actualmente Las Organizaciones De Consumidores Libran Una Batalla Para Detener El Avance De La Industria Alimenticia Que Elabora Productos Chatarra Foto Cuartoscuro

El análisis expone que ya en 1950, y ante la evidencia científica, las organizaciones comerciales aceptaron que el azúcar dañaba los dientes y reconoció que la comunidad médica favorecía la restricción de su ingesta como una forma clave para el control de esta enfermedad dental, la cual afecta actualmente a entre un 60 y 90 por ciento de los escolares en el mundo, así como a un máximo del 20 por ciento de la población adulta, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Ante ello, la industria azucarera adoptó una estrategia para desviar la atención de las intervenciones de salud pública que llamaban a restringir el consumo, y en su lugar, puso en la agenda los esfuerzos para contrarrestar y reducir los daños causados.

Entre sus intervenciones estuvo la financiación de investigaciones sobre las enzimas que rompen la placa dental, así como de una vacuna contra la caries, que nunca demostró sus beneficios potenciales a largo plazo.

Además, en un asunto recurrente en este tipo de temas, como con la industria tabacalera, estuvo presente el conflicto de interés, pues las grandes empresas y conglomerados de éstas, establecieron relaciones con los dirigentes del Instituto Nacional de Investigación Dental (NIDR, en inglés) de aquel país, metieron consultores en sus paneles de expertos y lograron que el 78 por ciento de un reporte elaborado por el sector empresarial se incluyera en los cimientos del Programa Nacional contra la Caries.

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Según El Documento La Influencia De La Industria Azucarera En Eu Frenó Toda Investigación Sobre El Tema Cuartoscuro

Ahí se omitió todo tipo de llamado a realizar investigaciones que pudieran afectar los intereses del negocio azucarero, específicamente para medir la propensión de alimentos específicos para causar este padecimiento.

Los expertos de distintas áreas de la Universidad de California en San Francisco explican en el estudio publicado en la revista PLOS One, que entre las limitantes de su análisis están que se enfocan a una sola fuente, es decir, 319 documentos internos de la industria del azúcar entre 1959 y 1971, así como la ausencia de entrevistas con actores clave en estos proceso.

Sin embargo, concluyen: “El NCP fue una oportunidad perdida para desarrollar una comprensión científica de cómo restringir el consumo de azúcar para prevenir la caries dental. Un factor clave fue la alineación de las agendas de investigación entre el NIDR y la industria del azúcar”.

“La oposición de la industria a las actuales propuestas de políticas públicas, incluidas las directrices sobre el azúcar dadas por la OMS en 2014, y los cambios en el panel de información nutrimental y empaquetado de comida en EU, por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), deben ser examinados cuidadosamente para asegurar que los intereses de la industria no reemplazan los objetivos de salud pública”, continúan.

LA EVIDENCIA Y LA OPOSICIÓN

Este estudio sólo se enfoca en el entorpecimiento de las medidas para prevenir la caries dental, no obstante, con el paso de los años médicos y científicos han podido demostrar que el consumo de azúcares libres o añadidos (aquellos que se agregar por el fabricante o consumidor y no están naturalmente presentes en los alimentos) deriva en el aumento en el sobrepeso y obesidad.

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De acuerdo con la Asociación Dental Mexicana, entre el 70 y el 90 por ciento de los mexicanos padecen caries. En Estados Unidos, ésta es la principal enfermedad crónica entre niños y adolescentes, y a pesar de que es altamente prevenible, un 42 por ciento de los infantes sufren la caída de alguno de sus dientes de leche por culpa de esta enfermedad.

La caries ocurre cuando el esmalte que cubre los dientes se daña por el ácido producido por bacterias de la boca. Cuando se come, particularmente alimentos azucarados, dichos microorganismos se pegan a la placa formada en los dientes por saliva y otras partículas, causando orificios en las piezas dentales y dolor, en caso de que avance y afecte el nervio.

El pasado 4 de marzo, la OMS actualizó sus recomendaciones con respecto al consumo de este tipo de azúcares, limitándolo a menos del 10 por ciento del total de calorías consumidas al día, es decir, 50 gramos. En el mismo pronunciamiento emitió una recomendación “condicional” de reducir la ingesta al 5 por ciento o seis cucharaditas cafeteras.

Al igual que en 2003 y 2014 cuando la Organización Mundial de Investigación del Azúcar (WSRO, por sus siglas en inglés), poderosa asociación comercial que incluye a Coca Cola,  logró bloquear las recomendaciones de la OMS y  la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para convertirse en políticas. Este año, el Consejo Internacional de Asociaciones de Bebidas (ICBA), rechazó las nuevas directrices por considerar que “no refleja un consenso científico”.

En aquel entonces, la WSRO argumentó que la intervención de la salud pública dental debería verdaderamente enfocarse en reducir el daño que hace el azúcar con métodos como el “uso regular de pasta de dientes con flúor”.

“Las acciones tomadas por la industria azucarera para impactar las prioridades de investigación del Programa Nacional contra la Caries del NIDR, que hacen eco de aquellas que usaron las tabacaleras, deberían advertir a la comunidad de la salud pública […] Su posición actual está cimentada en más de 60 años de protección a los intereses empresariales”, concluye el estudio.

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