Ciudad de México, 23 de febrero (SinEmbargo).- Si bien, los viajes espaciales no están ni ceca de ser perfeccionados, casi a diario escuchamos que son el futuro de la humanidad. Proyectos como Mars One y sus intentos de establecer un asentamiento humano en el planeta rojo son una muestra de ello, de la misma manera en que la NASA ha estado trabajando en un programa para enviar astronautas a visitar un asteroide.
Sin embargo, en medio de toda la emoción ocasionada con tantos proyectos que parecen tan próximos, a veces parece que se olvida que la ciencia aún está trabajando para comprender hasta qué punto afectan los vuelos espacial el cuerpo humano a largo plazo. Y cuanto más de cerca vemos la vida en baja gravedad como una posibilidad tangible, más problemas parecen venir. Este es el caso de una investigación reciente que demostrado que vivir fuera del planeta puede causar problemas en el sistema inmunológico, dio a conocer The Smithsonian Magazine.
Un estudio publicado esta semana en la revista Journal of the Federation of American Societies for Experimental Biology encontró que los ratones expuestos a los efectos simulados de baja gravedad causa que los sistemas inmunes de los animales envejezcan de manera prematura. según informó Justin Scuiletti para PBS NewsHour, el cambio físico importante se dio en la médula ósea de los roedores, donde se «comenzó a producir el linfocito B -células que crean anticuerpos- a niveles similares a los de los ratones de edad avanzada».
Pero los ratones no son los únicos.
Los astronautas han experimentado síntomas relacionados a los de los roedores. Un estudio de la NASA dado a conocer en agosto de 2014 investigó a 28 miembros de la tripulación de la Estación Espacial Internacional (EII) y encontró que sus sistemas inmunológicos estaban «aturdidos y confuso durante los vuelos espaciales».
Al mismo tiempo, algo de actividad celular se agudizo, mientras que otra actividad celular manifestó caídas. Cuando esto último ocurre, el sistema inmunológico se ve obstaculizado en su reacción a las amenazas. Esto puede hacer que despierten virus previamente inactivos. Por otra parte, cuando la actividad de las células se agudiza, significa que el sistema inmunológico está trabajando a toda marcha, lo que puede causar síntomas similares a las alergias, dijo la agencia espacial norteamericana en un comunicado.
Todo esto puede significar un gran problema para los futuros viajeros espaciales que exploren las profundidades del espacio, lejos de los médicos y tratamientos integrales. Obviamente, también representa un problema para quienes piensen colonizar otros mundos como Marte.
«Cosas como la radiación, los microbios, el estrés, la microgravedad, los ciclos de sueño alterados y aislamiento, podrían tener un efecto sobre el sistema inmunológico de los miembros de la tripulación», dijo Brian Crucian, un experto en inmunología de la NASA. «Si esta situación persiste durante misiones de espacio profundo más largas, podría posiblemente aumentar el riesgo de infecciones, hipersensibilidad o problemas autoinmunes para los astronautas de exploración», agregó.
No obstante, hay buenas noticias también. Es así que los científicos tienen tiempo para hacer frente a estos problemas y planificar en consecuencia a ellos. Un experto incluso sugirió que el blindaje contra la radiación, medicamentos especialmente diseñados o suplementos nutricionales podrían implementarse para ayudar a preservar el sistema inmunológico de los viajeros. Por otra parte, esta preparación podría incluso terminar ayudando a las personas en la Tierra con problemas en su sistema inmunológico, afirman los autores del estudio en ratones.