Ciudad de México, 13 de febrero (SinEmbargo).- Fifty Shades of Grey, el libro escrito por la británica L.E. James, ha sido señalizado por dotar de glamour la violencia contra la mujer, por llegar a un público con malos hábitos alimenticios y deficientes en sus elecciones de pareja, pero también como un detonante para que los lectores liberen su sexualidad, se deshagan de la ansiedad, e incluso crean en la capacidad del amor para sanar los traumas más fuertes.
Con más de 100 millones de ejemplares del libro esparcidos por todo el mundo y con cientos de copias de la película ya reproduciéndose en los cines, ambos han sido cuestión de estudio para expertos y objeto de censura para grupos contra la violencia doméstica, quienes lo llaman un “manual para la tortura sexual”.
¿Pero a qué se debe el rotundo éxito que esta trilogía y posterior cinta está teniendo a lo largo del mundo?
En diciembre de 2012, la revista de divulgación científica Psychology Today publicó un artículo para desentrañar el fenómeno detrás de la novela erótica, ¿son acaso sus escenas sexuales tan detalladas las que atrapan al lector que más bien se vuelve un voyeur? Sí, pero eso no es todo.
«Tiene mucho que ver con el deseo que muchos de nosotros tenemos de ser arrastrados de nuestras vidas mundanas a un mundo de pasión y éxtasis. Una de las cosas que hacen a esta serie tan atractiva es que reafirma la fantasía clásica de que el apuesto príncipe entre en nuestras vidas montado en su noble corcel y nos saque de nuestras ordinaria existencia hacia un hermoso castillo donde pasaremos el resto de nuestras vidas en lujo, ocio y por supuesto, placer», menciona el artículo.
Otra situación que atrapa a los lectores es el poder del amor para curar incluso los traumas más añejos, como en el caso de los primeros años de vida de Christian, de madre prostituta, drogadicta y suicida, ahora convertido en un hombre dominante y autoritario.
«Mi experiencia me ha mostrado -escribe la terapeuta Linda Bloom- que a veces el amor genuino entre parejas puede sanar heridas emocionales que ni la mejor terapia puede. La trilogía de 50 Sombras de Grey es ficción y condensa todo este proceso de curación en mucho menos tiempo de lo que usualmente se requiere. Sin embargo, sea como sea, el poder de sanación del amor es real, no una fantasía. Y creo que es ese uno de los temas principales que está atrayendo a millones de lectores».
Otro aspecto que la doctora y su esposo, el también experto en relaciones interpersonales, Charlie Bloom, describen en la revista es el que se refiere a la disposición de la pareja protagonista de salir de su zona de confort, sobre todo en términos sexuales.
«Mientras Anastasia tomó la delantera en términos de honestidad emocional, Christian expuso a Anastasia placeres sexuales que antes eran inimaginables para ella. Es probable que estos libros inspiren a los lectores a ser más experimentales y creativos con su propia sexualidad», dicen.
Y así ha sido, simplemente en Reino Unido, el país donde nació la autora del libro, trascendieron las quejas del departamento de bomberos por las múltiples llamadas para resolver accidentes eróticos caseros, en los que había personas con alguna parte del cuerpo «atrapada» en un objeto casero, además de varias más que no pudieron zafarse de las esposas.
En México, en donde se publicó a finales del 2012, una encuesta de la editorial Penguin Random House reveló que un 40 por ciento de las mujeres cuestionadas dijo que el libro cambió su forma de ver la sexualidad y hacerla más placentera, pues utilizaron por primera vez un juguete erótico.
Asimismo, a inicios de este mes el profesor de psicología de la Universidad de Illinios del Norte, Brad Sagarin, publicó en The Guardian que practicar BDSM (bondage, dominación y sadomasoquismo) puede traer beneficios a la salud como reducción del estrés, aumento en la intimidad de pareja y la exposición a estados placenteros de alteración de la conciencia, eso sí, siempre que exista un consentimiento de las dos partes involucradas.
Las sombras
«Es muy obsceno. Cuando veo a gente leyendo esto en el avión, estoy verdaderamente desconcertada. Básicamente estás leyendo pornografía, ¡quítate esa cobija de tu regazo!», dijo en una ocasión la actriz Kristen Stewart, protagonista de la serie de películas basadas en los libros de Stephenie Meyer, y que a la vez inspiraron a L.E. James a crear la saga de las sombras.
Pero ella no es la única, muchas personas aborrecen el hype alrededor de la novela y su narrativa en sí, como el grupo estadounidense en contra de la violencia doméstica llamado “Wearside Women In Need”, cuya representante lo llamó “un manual de instrucciones para individuos abusivos para torturar sexualmente una joven y vulnerable mujer”.
Especialistas en ciencias sociales y humanas de la Universidad de Michigan llevaron a cabo un estudio en septiembre de 2014 entre 715 mujeres de entre 18 y 24 años, en donde una parte de ellas había leído por lo menos un libro de la trilogía y otra no había leído ninguno.
Concluyeron que en comparación con las no lectoras, éstas eran más propensas a tener una pareja que les grite u hostigue, así como a tener malos hábitos alimenticios, emborracharse y a tener más parejas sexuales.
“Ficción o no ficción, millones de mujeres están consumiendo mensajes en 50 Sombras que normalizan y glamourizan la violencia, bajo el disfraz de romance y erotismo”, escribieron los expertos en el análisis sobre la obra que hoy llega a otros millones a través del lente de la directora londinense Sam Taylor-Johnson.