Ciudad de México, 25 de enero (SinEmbargo).- Uno de los principales motivos de ausentismo escolar y malestar en los niños son las alergias, causadas por una respuesta hipersensible del sistema inmunológico hacia ciertas sustancias, conocidas como alérgenos, que el organismo no reconoce, lo cual provoca distintos síntomas, desde estornudos hasta asfixia.
El otorrinolaringólogo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Sergio Durand Oliver Paris, explica en entrevista con SinEmbargo que una de las manifestaciones más comunes de alergias infantiles son las respiratorias, conocidas generalmente como rinitis alérgica, las cuales se dividen en dos tipos: estacionales y perennes.
«Las alergias pueden ser estacionales, es decir, que se presentan por algún polen o por la presencia de un alergeno sólo en ciertas temporadas, entonces son niños que tienen cuadros muy intensos de ojos llorosos, nariz tapada, escurrimiento nasal, estornudos, comezón en el paladar, todos esos síntomas típicos de alergia. Alguno de ellos llegan hasta tener asma, espasmo bronquial, por estos elementos que se dan en forma ocasional o temporal.
Las otras son alergias de tipo perenne, es decir, que están presentes durante todo el año, pueden ser a ciertos tipos de polvos, en el aire, en los muebles, a la caspa de los animales. Y entonces ellos tienen todo este cortejo sintomático durante todo el año en cuanto se exponen al alérgeno que les produce la alergia», dice.
¿POR QUÉ SE DAN?
La también llamada atopia, tiene su origen en cuestiones hereditarias «que pasa de padres a hijos, que tienen estas sensibilidades exageradas a ciertas cosas. ¿Qué es lo que la produce? El cuerpo desconoce la presencia de estos elementos como algo habitual o como algo normal y entonces sobrereacciona para tratar de defenderse y se presentan estos síntomas», explica el médico.
Durand explica que no hay manera de saber que se es alérgico a cierto elemento ambiental hasta que se expone a él y el organismo reacciona. «Cualquier alergia requiere de una primera exposición a un alÉrgeno y después de puede presentar en cualquier momento de la vida», menciona.
«Hasta que tenemos un evento de tipo alérgico es que podemos decir que alguien es alérgico a esa sustancia».
SÍNTOMAS DE LAS ALERGIAS RESPIRATORIAS
- Congestión de la nariz
- Escurrimiento nasal importante
- Estornudos en salva (varios seguidos)
- Comezón en la nariz o prurito nasal
- Comezón en el paladar
- En algunos casos, espasmo bronquial, es decir silbidos en el pecho
- Dificultad para respirar
- Hay alergias que se expresan con ronchas en la piel, diarrea, o con cualquier otro síntoma con eventos inflamatorios.
«Cuando hay una alergia severa, hay algo que se llama choque anafiláctico, implica que hay una inflamación de los órganos internos que cierra los espacios y que impide en un caso muy severo hasta respirar y se pueden asfixiar», dice el experto.
¿CÓMO SE TRATAN?
El médico de la UNAM refiere que hay básicamente tres maneras de tratar estas reacciones del cuerpo al ambiente, las cuales se pueden presentar desde el nacimiento y en cualquier etapa de la vida: con inyecciones, con vacunas orales y con fármacos.
«Uno es aplicando vacunas para sensibilizar a la persona a los alérgenos que tiene, eso funciona en algunos casos, tiene la ventaja de que se supone que cura el problema, la desventaja es que en general son aplicadas en forma inyectable y por periodos mayores a los dos o tres años, un día sí y un día no».
«La otra forma es por vacunas orales, que son, en mi punto de vista, no tan efectivas. Y la otra es con medicamentos antialérgicos que evitan que se presente la reacción a estos alergenos».
¿CÓMO PROTEGERLOS?
Controlar los alérgenos más comunes como el polen, el polvo, el excremento, moho o pelo de animales, es complicado sobre todo fuera de casa, pero adentro, los padres pueden hacer un esfuerzo en mantener el entorno de sus hijos de la forma más segura y limpia posible.
«Primero hay que tratar de identificar cuáles son los alérgenos, en el caso de los niños con rinitis alérgica o asmáticos, la única parte que podemos privilegiar y tener extraordinariamente cuidada es su habitación porque es en donde pasan más horas durante el día. Los cuartos no deben de tener almohadas ni edredones de pluma, deben de tener muy pocas cosas, no debe de haber libros, muñecos de peluche, deben ser cuartos minimalistas absolutamente», dice.
«Deben de barrerse, trapearse y sacudirse todos los días, las sábanas se tienen que cambiar al menos cada semana, si hay alfombra hay que aspirarla todos los días, las persianas hay que limpiarlas con un trapo húmedo cada semana, las cortinas también hay que aspirarlas cada semana».
Asimismo, recomienda que si existe una alergia al pelo de perros o gatos, lo mejor es no tener esas mascotas en el hogar o que, en su defecto, no entren a la habitación de los pacientes.
«Esa es la única forma en la que podemos cuidar su ambiente, no podemos sacarlos de un parque o de su casa», finaliza.
Aunque en México no existen cifras precisas sobre la población infantil afectada por este tipo de padecimiento, en un estudio llamado «Alergia, pólenes y medio ambiente», expertos de distintos organismos como el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y el Instituto Politécnico Nacional, calcularon que el índice de personas afectadas es de un 6 por ciento, con un aumento en los últimos años, «por lo que este padecimiento es considerado un problema de salud pública, ya que es una de las principales causas de morbilidad hospitalaria y de ingresos a urgencias pediátricas», escriben.