Ciudad de México, 23 de enero (SinEmbargo).– La nanotecnología se está conjuntando con los wearables -conjunto de aparatos y dispositivos electrónicos que se incorporan en alguna parte de nuestro cuerpo interactuando continuamente con el usuario y con otros dispositivos con la finalidad de realizar alguna función específica- para apoyar el desarrollo de métodos no invasivos y más económicos para facilitar el diagnóstico y tratamiento de distintas enfermedades, tal como lo están haciendo ingenieros de la Universidad de California en San Diego con la creación de un tatuaje temporal que es capaz de medir el nivel de glucosa en la sangre de los pacientes con diabetes.
El creador del dispositivo Amay Bandodkar en colaboración con su equipo, trabajó en el laboratorio del profesor Joseph Wang, director del Departamento de NanoIngeniería y el Centro de Sensores Ponibles para desarrollar este dispositivo flexible compuesto de electrodos cuidadosamente colocados en un patrón impreso en papel de tatuaje temporal.
Una suave corriente electrónica que se aplica a la piel durante 10 minutos hace que los iones de sodio que se concentran en los fluidos entre las células de la piel migren a los electrodos del tatuaje. Dichos iones llevan moléculas de glucosa que según la cantidad, ejercen menor o mayor fuerza de carga eléctrica, la cual es medida por un sensor incorporado al dibujo.
«La concentración de glucosa extraída por el dispositivo de tatuaje no invasivo es casi cien veces menor que el nivel correspondiente en la sangre humana. Por lo tanto tuvimos que desarrollar un sensor de glucosa altamente sensible que pueda detectar niveles tan bajos de glucosa con alta selectividad», dijo en un comunicado de la universidad Bandodkar.
El informe, publicado en la revista Analytical Chemistry describe este dispositivo como flexible, fácil de usar y como una alternativa económica y menos agresiva que los métodos comunes a través de agujas que requieren sacar una gota de sangre de la punta del dedo varias veces al día.
Por ello, están trabajando en mejorar el tiempo de duración de esta especie de calcomanía en la piel, pues actualmente puede durar hasta un día, pero precisan hacerlo más duradero manteniendo el mismo costo, que mencionan, es de apenas unos centavos de dólar.
Al momento de ser presentado, el dispositivo aún no era capaz de dar una lectura numérica para que el paciente pueda usarlo en su propia casa, pero los ingenieros en eléctrica y computación ya trabajan en ello para que eventualmente también cuente con capacidad de conectarse vía Bluetooth para mandar la información directamente al doctor que atienda a cada persona para que obtenga datos en tiempo real, así como para mantener todos esos registros en la nube.
LOS ANTECESORES
En 2002, un dispositivo llamado GlucoWatch, que intentaba ser también menos invasivo comenzó a venderse pero posteriormente fue sacado del mercado debido a que causaba irritación, prueba por la que el nuevo tatuaje ya pasó.
Para probarlo, Bandodkar y su equipo lo colocaron en la piel de siete hombres y mujeres de entre 20 y 40 años sin historial de diabetes, quienes no reportaron ningún malestar al portarlo y sólo pocos de ellos sintieron un leve hormigueo los primeros 10 segundos del experimento.
Para medir los niveles de glucosa, les pidieron ingerir una comida rica en carbohidratos de un sandwich y un refresco en el mismo laboratorio, después de ello, el dispositivo probó funcionar tan bien como un monitor común.
Los investigadores aseguran que el mecanismo puede también medir otras sustancias químicas como el lactato, un metabolito analizado en atletas para supervisar su estado físico. El tatuaje también podría algún día ser usado para probar la eficacia de un medicamento mediante el control de ciertos productos de la proteína en el líquido intercelular, o para detectar consumo de alcohol o drogas ilegales.
