Ciudad de México, 23 de enero (SinEmbargo).– México inició el 2015 con una oleada de recortes a los estimados de crecimiento económico. En 20 días, tres organismos internacionales recortaron sus expectativas para el país, lo que ya ha empezado a despertar desconfianza entre los inversionistas y entre la ciudadanía por el temor de que los petroprecios sigan cayendo y de que las elecciones intermedias se desarrollen en un clima de protesta social, señalaron analistas.
El hoyo por la baja mostrada en los precios internacionales del petróleo a partir del último trimestre de 2014, ya abrió un boquete de 200 mil millones de pesos en los ingresos del gobierno, según estimaciones de analistas, lo cual obliga a la administración federal a diseñar un esquema emergente para cubrir ese hueco sin afectar a los ciudadanos ni contratar más deuda.
En el Paquete Económico para 2015, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) había estimado un crecimiento de 3.7 por ciento.
El lunes, el Fondo Monetario Internacional (FMI), redujo su previsión de crecimiento para el país de 3.5 a 3.2 por ciento. Horas antes, la Organización para las Naciones Unidades (ONU) redujo su previsión de 2015, al pasar de 4.2 por ciento a 3.4 por ciento.
En tanto, la semana pasada, el 13 de enero, el Banco Mundial (BM) recortó su previsión de 3.5 a 3.2 por ciento.
Aunque los organismos internacionales atribuyen la baja en el precio del petróleo como el principal motivo para recortar el estimado de crecimiento, analistas consultados por sin embargo sumaron otros factores como el hecho de que estos recortes en menos de una semana ya empiezan a inyectar nerviosismo entre los inversionistas internacionales, y, por otro lado, al ser un año en el que se realizarán elecciones intermedias en 17 estados, dos de ellos focos de violencia, también inyecta incertidumbre.
El 9 de enero, el Secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Luis Videgaray Caso, reconoció que se podría esperar un eventual desplome de los ingresos del gobierno por la caída de los precios internacionales del petróleo, sin embargo, aseguró que cualquier contingencia se enfrentaría con una reducción del gasto gubernamental y no a través de más endeudamiento o un incremento en los impuestos.
No obstante, Ignacio Ricardo Cedillo Bravo, analista de Bursamétrica, consideró que la salida inmediata que tiene el gobierno para compensar la caída en los ingresos petroleros, que representan el 30 por ciento, para el gobierno, la salida más viable es incrementar el Impuesto al Valor Agregado (IVA) actualmente de 16 por ciento.
“Es el único impuesto que le da ingresos rápidos al gobierno y que es de una repercusión y pues podría aplicarse en los rubros que no incrementaron el año pasado como alimentos, educación y vivienda, porque los otros ya están muy golpeados”, dijo el analista.
“Por ahí vendría el problema porque política y económicamente no se va a ver bien porque va a reducir el potencial económico de las personas”, dijo.
MENOS CORRUPCIÓN Y MAS PRODUCTIVIDAD
Analistas coinciden en que la otra opción más viable para el gobierno mexicano es eliminar los gastos superfluos del rubro de gasto corriente, “podrían hacerlo más eficiente, pero eso difícilmente lo harán”, opinó Daniela Ruiz Zárate, de Grupo Financiero Monex.
Anticipó que esta situación incluso puede derivar en una baja en la calificación crediticia del país, otro de los elementos que toman en cuenta los inversionistas internacionales a la hora de decidir a dónde enviar sus capitales.
Consideró que las principales afectaciones se verán en la generación de empleos y en los efectos positivos, que se esperaba, tuvieran reformas estructurales como la Energética y la de Telecomunicaciones.
“Podría implicar menor gasto y menor inversión y, posiblemente, dependiendo de cómo se den las condiciones, se podría motivar una baja en la calificación crediticia.
Si no suben impuestos o aumentan la deuda la única opción es acortar el gasto, principalmente el gasto corriente: favorecer la eficiencia”, expresó.
Por su parte, expertos del observatorio económico “México ¿cómo vamos”? hicieron hincapié en la necesidad de reducir la corrupción e implementar un verdadero estado de derecho para impulsar el crecimiento de la productividad y con ello el crecimiento general de la economía.
El director del Instituto de Investigaciones sobre “Desarrollo Sustentable y Equidad Social” en la Universidad Iberoamericana, Rodolfo de la Torre, comentó que la mayor productividad que el país necesita “no aparece con rapidez, sino hasta que se extiende el cambio tecnológico y organizativo asociado a las nuevas reglas institucionales.”, y precisó que factores como el cumplimiento del Estado de Derecho y una verdadera seguridad social universal también son necesarios para el crecimiento.
En esa misma línea, Viridiana Ríos, Directora General del observatorio estimó que el crecimiento se encontrará entre 2.5 por ciento y 2.9 por ciento, y subrayó que “el gobierno federal debe mejorar la calidad y la rapidez con la que se implementa la inversión pública y recuperar su legitimidad mediante la implementación de un Sistema Nacional Anticorrupción autónomo, coordinado y con capacidad real de sancionar y prevenir la corrupción en todo nivel de gobierno. El estado de derecho es fundamental para que el resto de las reformas impulsadas durante los últimos años tengan los efectos deseados. “
Los especialistas concluyen que el crecimiento estará nuevamente por debajo del estimado por SHCP, aunque con una tendencia ligeramente más optimista si se implementan medidas efectivas contra la corrupción y se procura que la inversión pública sea más eficiente.
