El domingo pasado arribaron en cajas las primeras dosis de la vacuna contra COVID-19 de Pfizer a hospitales de Reino Unido, donde las colocaron en frigoríficos con llave para mantenerlas a -70 grados y poder aplicarlas desde el martes de esta semana que termina. Pero, en medio del crudo invierno en el hemisferio norte, la OMS advirtió que la pandemia todavía tiene un largo camino que recorrer mientras la aplicación de vacunas avanza, por lo que las decisiones tomadas por los líderes y ciudadanos en los próximos días navideños determinarán tanto el rumbo del virus en el corto plazo como la fecha en la que finalmente irá en descenso.
Ciudad de México, 12 de diciembre (SinEmbargo).– El mundo llega a esta fecha con más de un millón y medio de fallecidos por la COVID-19. Y millones que están contagiados con tendencia al alza ahora mismo sufren los efectos del coronavirus brotado hace un año. Otros, recuperados, cargan con las secuelas. México, que el martes presentó su plan de vacunación diciembre 2020-marzo 2022 primero con la de Pfizer-BioNTech, ha sido uno de los países peor tratados por la pandemia de SARS-CoV-2, ya sea por fallas en la estrategia de contención o por un sistema de salud abandonado por décadas. Solo el tiempo lo dirá. Pero muchos ya no estarán aquí para lamentarlo siquiera.
El invierno que arriba en unos días en el hemisferio norte será crudo; oscuro. Las calles del norte de México y ciudades de Estados Unidos, Canadá, Europa y Asia, entre adornos y luces navideñas, ya acumulan nieve y temperaturas bajas. La mayoría de las proyecciones dicen que muchos miles más morirán. Más incluso que en los primeros seis u ocho meses de la pandemia debido a la propensión a enfermedades respiratorias en climas fríos.
Hay esperanzas en el horizonte: las distintas opciones de vacunas. Las empresas Pfizer-BioNTech, AstraZeneca, CanSinoBIO, con quienes México tiene convenio de distribución, así como Moderna y el Centro Gamaleya sitúan los niveles de efectividad de sus productos por encima del 70 por ciento. La primera semana de este mes, Rusia arrancó su campaña de vacunación con Sputnik-V. El martes, el «V-Day», Reino Unido comenzó a aplicar 800 mil dosis iniciales de la vacuna de Pfizer-BioNTech entre bloques, comenzando por los mayores de 80 años y personal médico, luego de ser el primer país en aprobarla en medio de la negociación del post-Brexit con la Unión Europea. Desde el domingo arribaron en cajas a hospitales de Londres, donde las colocaron en frigoríficos con llave para mantenerlas a -70 grados. Margaret, de 90 años, fue la primera persona en el mundo en recibir la de Pfizer el martes a las 6 de la mañana. Canadá, antes que Estados Unidos, aprobó la de Pfizer, misma que Alemania aplicará en los primeros días de enero. En tanto, las farmacéuticas GlaxoSmithKline y Sanofi anunciaron que su posible vacuna no estará lista sino a finales del 2021.
Aunque cada país está estableciendo su manual sobre a quién vacunar primero, no hay laboratorio que supla las altas demandas ni sistema privado o público (o una combinación de ambos) que pueda distribuir al mismo tiempo las dosis que cortarán la cadena de contagios, primero, e inmunizarán a todos, después. La Secretaría de Salud (SSa) optó por vacunar primero al personal médico y mayores de edad. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), podría haber dos fases en los próximos seis meses mientras se logra vacunar a la mayoría: la primera es controlar y reducir las muertes y los síntomas graves; la segunda, es controlar de hecho la transmisión de la enfermedad. Un invierno difícil como no veía el planeta desde las grandes guerras de la primera mitad del Siglo XX.
«La vacuna es crucial. Pero no nos va a salvar de este repunte actual. Solo nosotros podemos salvarnos de este repunte», dijo la doctora Deborah Birx, la coordinadora de la respuesta al coronavirus en Estados Unidos, el país con más muertos y casos acumulados con nuevas infecciones diarias históricas. «Aunque las cosas ya están muy mal, van a ponerse mucho peor”. Diagnóstico en el que coincide la OMS y las cifras diarias de la Universidad Jhons Hopkins, que ha mostrado al mundo el número de contagios y muertes cada día.
Sondeos en algunos países han indicado cierto recelo entre los ciudadanos a la hora de vacunarse debido a la celeridad con la que estas armas contra la COVID-19 se han desarrollado, en menos de doce meses, cuando hasta ahora el récord de creación de nuevas vacunas eran tres o cuatro años. Por ello la directora del Departamento de Inmunización de la OMS, Kate O’Brien, defendió la seguridad de las vacunas anticovid que están en fase de aprobación en numerosos países, aunque pidió a los ciudadanos que consulten con sus médicos sobre ellas.
El director ejecutivo de la OMS para Emergencias Sanitarias, Mike Ryan, recordó que para que la vacuna esté disponible para todos podría tardar hasta un año, ya que al principio debido a la escasa disponibilidad de dosis solo se vacunará a grupos de riesgo. Marcos Espinal, director del departamento de enfermedades transmisibles de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), sentenció: “No podemos desesperarnos. Va a llevar tiempo. Los próximos dos años van a ser críticos”. Hasta que 60 o 70 por ciento de la población se vacune será necesario llevar cubrebocas, mantener la distancia y evitar las aglomeraciones de personas.
VUELVE EL CONFINAMIENTO
Después de que una tormenta arrojó grandes cantidades de nieve y generó alertas por posibles avalanchas, varias comunidades en los Alpes austríacos suspendieron las pruebas masivas de coronavirus el domingo pasado y se instó a otras a hacer lo mismo. En algunas partes de la provincia de Tirol cayeron 70 centímetros de nieve del viernes al sábado, y se esperaban otros 110 centímetros el domingo, informó la agencia de noticias APA de Austria. Las vecinas Italia y Suiza también emitieron advertencias de avalancha. El Canciller de Austria Sebastian Kurz dijo que se mantendrán cerrados los restaurantes, bares y hoteles hasta el 7 de enero, pero se permitirá esquiar a partir del 24 de diciembre. Las escuelas se reabrirán en su mayoría, al igual que las tiendas, museos, bibliotecas y otros negocios no esenciales.
Ante las cifras en Italia, con más de 61 mil fallecidos, el experto Andrea Crisanti sentenció que «nos espera un invierno preocupante». A lo que se suman las inundaciones en Venecia por el temporal. A finales de la semana que viene, estimó, serán el país con más muertes de Europa. «¿Navidad? Debería usarse para reducir las infecciones», puesto que la tercera ola de pandemia «ya es una certeza». La Canciller alemana Angela Merker también alertó de un repunte en su país, por lo que han endurecido sus medidas de confinamiento.
Y mientras en Nueva York, Estados Unidos, este lunes regresaron a las aulas los niños entre jardín de niños y el quinto grado de primaria, cuyos padres eligieron un sistema híbrido de clases por internet y presenciales, en California millones volvieron al confinamiento estricto. En momentos que la primera potencia mundial parece estar al borde de tener una vacuna contra la COVID-19, registra más de 3 mil muertes en un solo día, más que en el trágico 11S.
En Dinamarca la Primera Ministra Mette Frederiksen anunció ante un rebrote el cierre de restaurantes, bares, teatros y cines hasta el final del año debido al coronavirus, mientras que los estudiantes de quinto grado en adelante deberán tomar clases a distancia durante una semana antes de las vacaciones de Navidad. Las restricciones también incluyen el cierre de parques de atracciones, zoológicos y gimnasios en 38 municipios.
En España, donde han subido las hospitalizaciones, el Ministro de Sanidad Salvador Illa dijo que “no podemos poner un policía en cada casa”. Habrá toque de queda entre la 1:30 y las 6 de la mañana en Nochebuena, Navidad y Nochevieja, y las reuniones familiares se limitarán a diez personas. “Con la COVID no se juega”, alertó.
El doctor Moncef Slaoui, el director del proyecto de Estados Unidos para el desarrollo de la vacuna, afirmó que la efectividad de la vacuna debería durar “muchos, muchos años”. Pero los adultos mayores y otros vulnerables con enfermedades crónicas requerirían otra inyección cada tres o cinco años. Agregó que aún no se sabe si las personas vacunadas pueden propagar el virus a otras, pese a que ellos ya estén protegidos. Podría haber indicios de ello en febrero o marzo, a finales de este catastrófico invierno.
El Gobierno de Grecia también mantendrá las principales medidas de confinamiento arrancadas el 7 de noviembre durante la época navideña. Escuelas y restaurantes permanecerán cerrados hasta el 7 de enero y los viajes no esenciales entre las regiones administrativas también serán prohibidos. Las órdenes de permanecer en casa establecidas para todo el país siguen en vigor hasta esa fecha, y las actividades fuera solo podrán realizarse con permiso de las autoridades, el cual puede obtenerse a través de un mensaje de texto.
Mientras que en Francia están planeando una campaña de vacunación en tres etapas que estará dirigida inicialmente a un millón de personas en residencias de ancianos y su personal a principios del año entrante. A partir de febrero de 2021, el Gobierno francés busca inocular a 14 millones de personas con factores de riesgo asociados a la edad y las enfermedades crónicas, y se prevé la vacunación del público en general para la primavera, cuando vuelva el sol al norte del mundo y el invierno llegue a la zona sur.
–Con información de AP, EFE y Xinhua