Un joven de 22 años condenado a muerte por la violación de una menor acepta la propuesta de la madre de la víctima: retirar la denuncia si el joven accedía a casarse con su hija.
Ciudad de México, 12 de diciembre (SinEmbargo/RT).- Pena de muerte o matrimonio: ésta es la extraña decisión que tuvo que tomar Wahid, un joven iraní de 22 años condenado a muerte por violar a su vecina de 16 años. El Tribunal de Apelación iraní ya había ratificado la ejecución del violador, pero una propuesta inesperada de la madre de la víctima le salvaría la vida: si Wahid aceptaba casarse con su hija, y le compraba un apartamento (valorado en unos 125.000 euros), retiraría la denuncia y evitaría la ejecución.
Wahid no se lo pensó mucho y aceptó inmediatamente, entre lágrimas, según un artículo publicado en la prensa local, titulado «Boda en lugar de ejecución». El violador tuvo que jurar ante el magistrado que no aceptaba el pacto solo para evitar su ejecución y dijo que amaba a la chica y que sería siempre un buen marido.
Wahid cumplirá tan sólo dos años en la cárcel y posteriorente tendrá que solicitar la libertad condicional para poder casarse.
Hace menos de un mes el Parlamento de Turquía daba luz verde a un proyecto de ley que permitía la exención de penas para aquellas personas condenadas por violación de menores que decidan casarse con la víctima «sin ser por la fuerza o bajo amenaza». La propuesta generó inmediatamente el rechazo de la oposición y de múltiples asociaciones de mujeres (una de las cuales, por cierto, estaba presidida por la propia hija del Presidente Erdogan). Se celebraron manifestaciones de protesta por todo el país.
Uno de los diputados de la oposición, Ömer Süha Alda, del Partido Republicano Popular (CHP, socialdemócrata laico), adevertía que la propuesta «animaría los matrimonios forzosos y legalizaría los enlaces con violadores».
La ola de protestas surtió efecto. El proyecto de ley se retiró tan sólo 4 días más tarde.