A sus 60 años, Maradona atrae la misma atención de la opinión pública que en sus años gloriosos de futbolista. Sucedió con cada una de las complicaciones de salud que ha sufrido en los últimos 20 años, la mayoría como consecuencia de los trastornos que le provocaron el consumo de drogas y alcohol.
BUENOS AIRES, 11 de noviembre (AP).— Diego Maradona eligió un barrio cerrado de las afueras de Buenos Aires para continuar la rehabilitación de su más reciente problema de salud con la mayor privacidad posible. Pero eso al parecer es imposible para el exastro.
Su abogado Matías Morla denunció el jueves que sobre el barrio San Andrés, en la localidad de Tigre —un suburbio al norte de la capital argentina_, vuelan drones que alteran la tranquilidad.
“Recién me comuniqué con autoridades locales quienes están preocupados por la cantidad de drones que sobrevuelan el country donde vive Maradona”, señaló Morla a través de sus redes sociales. “Pido PRIVACIDAD para Diego y todos los vecinos, de lo contrario iniciaremos acciones legales contra quienes insistan con esta conducta”.
A sus 60 años, Maradona atrae la misma atención de la opinión pública que en sus años gloriosos de futbolista. Sucedió con cada una de las complicaciones de salud que ha sufrido en los últimos 20 años, la mayoría como consecuencia de los trastornos que le provocaron el consumo de drogas y alcohol.
En esta ocasión fue hospitalizado el lunes 3 de noviembre con un cuadro de deshidratación y anemia que su médico personal Leopoldo Luque atribuyó al consumo de psicofármacos con alcohol. Una tomografía de rutina detectó un edema craneal que le fue extraído un día después.
Durante los ocho días de internación, decenas de fanáticos se acercaron a la clínica donde estuvo hospitalizado el capitán del seleccionado campeón del mundo en 1986 y le dejaron banderas, cartas y dibujos de aliento. La escena se completó con una guardia periodística permanente.
El miércoles, luego de recibir el alta médica, el exjugador de Argentinos Juniors, Boca Juniors, Barcelona y Napoli, entre otros, fue trasladado en una ambulancia, custodiada por la policía y seguida de cerca por móviles de canales de televisión.
Más tarde, trascendió un video casero grabado por un vecino del barrio San Andrés que captó la llegada de Maradona y la sorpresa que generó entre los niños del lugar —que jamás lo vieron jugar pero reconocen la dimensión de su figura.
La leyenda del fútbol mundial está bajo control permanente de médicos y enfermeras mientras que sus dos hijas mayores, Dalma y Giannina, parecen haber asumido la custodia de su padre hasta que se recupere.