Morales, de 93 años y residente en la vecina ciudad de Cícero (Illinois), participó en el desembarco de Normandía, en la llamada “Omaha Beach”, en junio de 1944, como integrante de la Novena División de Infantería de Estados Unidos.
Ciudad de México, 12 de noviembre (SinEmbargo/Efe).- El estadounidense de origen mexicano, Benito Morales, veterano de la Segunda Guerra Mundial, recibió hoy en Chicago (Illinois) la Legión de Honor, la máxima condecoración que otorga Francia a los héroes de guerra.
“Fue muy peligroso lo que hicimos, nos bombardeaban todos los días y uno se refugiaba a donde podía”, declaró Morales, tras recibir la medalla de manos del vicecónsul de Francia en Chicago, Frédéric Cholé, en un acto de homenaje por el Día de los Veteranos de Guerra.
Morales, de 93 años y residente en la vecina ciudad de Cícero (Illinois), participó en el desembarco de Normandía, en la llamada “Omaha Beach”, en junio de 1944, como integrante de la Novena División de Infantería de Estados Unidos.
Cholé informó que Morales y sus compañeros de regimiento “pelearon valerosamente durante 25 días consecutivos” en su avance hacia la península de Constantine, en una operación que sufrió muchas bajas.
Nacido el 9 de junio de 1923 en Flatonia, un pequeño pueblo del sur de Texas, Morales creció durante los años de la Gran Depresión y según recuerda, sus padres mexicanos oriundos de San Luis Potosí tuvieron muchos problemas para alimentar a los hijos del hogar, cuatro varones y tres mujeres.
Cuando Benito tenía 16 años, la familia se mudó al área de Chicago y su padre Cenebio pudo trabajar en los talleres de los ferrocarriles.
Morales se enroló en el Ejército a los 19 años y tras recibir entrenamiento militar en Illinois y Carolina del Norte fue enviado a Liverpool (Inglaterra), desde donde partieron los soldados de su división rumbo a Francia para el desembarco en el llamado “Día D”.
Según recuerda, durante cinco meses su unidad combatió a través de Francia y Alemania, por lo que el Gobierno de Estados Unidos lo condecoró en 1945 con la Estrella de Bronce, que se otorga a los soldados héroes en acción.
“No me considero un héroe, solamente alguien que tuvo suerte”, declaró Morales, quien tras ser dado de baja permaneció un año más en Europa, antes de regresar a Chicago donde se casó en 1950, tuvo siete hijos y trabajó durante 37 años en una fábrica.