En su más reciente libro, El derrumbe, el periodista y escritor Martín Moreno analiza los momentos y las decisiones más relevantes de la administración federal de Enrique Peña Nieto, que apenas y si cumplirá cuatro años. Además, revisa la actuación de los personajes más connotados del Gobierno que marcó el regreso del PRI a Los Pinos, luego de 12 años de panismo, y que también se ha caracterizado por la soberbia, el fracaso en prácticamente todas sus estrategias y una corrupción galopante, bajo el manto de la impunidad.
Ciudad de México, 12 de noviembre (SinEmbargo).– En El derrumbe, Martín Moreno, periodista y escritor, alza la voz para denunciar las trampas oficiales y señalar las heridas de un país ultrajado y de un México fallido, como lo han calificado especialistas nacionales y también del extranjero. El libro es un balance puntual, profundo y documentado, sobre el país en el que vivimos y hace una evaluación de estos casi cuatro años del Gobierno de Enrique Peña Nieto.
Bajo el rigor de la investigación periodística, entrevistas, expedientes oficiales, documentos, testimonios, cifras, hechos corroborados, Moreno también ofrecerespuestas necesarias, impostergables, de los sucesos históricos y políticos que sacuden y lastiman a nuestro país.
En sus páginas también evidencia a un gobierno priista que arrancó con altas expectativas y cómo hoy se derrumba: ¿quién es el señor Peña?, ¿cómo es el político por dentro?, ¿cómo se maneja?, ¿de qué tamaño es la soberbia de algunos de sus colaboradores?, ¿de dónde provienen sus fortunas oscuras, sus dislates?
Con la autorización de Grupo Planeta y del autor, quien también es columnista semanal en SinEmbargo, se publican, en exclusiva, tres fragmentos del libro para los lectores de Puntos y Comas.
LOS ALIADOS DE PEÑA NIETO
Estos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros.
GROUCHO MARX.
—Les voy a romper la madre…
Así amenazó Luis Videgaray, brazo derecho de Enrique Peña Nieto, el amigo más cercano al Presidente, el secretario de Hacienda, a directivos del periódico Reforma, un diario crítico hacia el poder político, incluido, por supuesto, el grupo mexiquense hoy gobernante en México.
—Pues esta plática terminará antes de lo previsto—, fue la respuesta a Videgaray.
Tras la amenaza, Grupo Reforma puso un tope al ingreso de publicidad gubernamental en sus páginas, como medida precautoria, tras la fuerte advertencia del alto funcionario del gobierno peñista .
Así se maneja el Grupo Toluca.
Así se maneja Videgaray, el principal aliado del presidente Peña Nieto.
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AYOTZINAPA: LA HERIDA QUE NO CIERRA
“A Huitzuco se los llevaron…”
“No nos estén dando lata…”
La farsa del autobús cargado de droga…
Huitzuco de los Figueroa. La línea no investigada.
Huitzuco, el territorio de la familia Figueroa –no es casualidad que geográficamente así se le ubique– y su dinastía; poderoso clan priísta, padre e hijo del mismo nombre, Rubén, y ex gobernadores, amos de tierras, voluntades y conciencias . Huitzuco, a donde –todo así lo indica– fueron llevados parte de los normalistas de Ayotzinapa .
Dos fuentes diversas que fueron consultadas por separado por el autor, lo hacen llegar a esta conclusión; además de que así lo confirman tanto declaraciones ministeriales, como el GIEI y la CNDH, para plantear el siguiente escenario: estudiantes de la Normal Raúl Isidro Burgos fueron llevados, con vida, la madrugada del 27 de septiembre de 2014, a Huitzuco, ubicado a menos de una hora de Iguala. Y más: esta probabilidad se incluye en el II Informe sobre Ayotzinapa del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) . No es una suposición. Es una realidad, insistimos, NO INVESTIGADA.
“Mientras estaba acostado en la cajuela de la patrulla, con los ojos borrosos por el gas pimienta, me echaba agua del arroyo que se hizo en el acotamiento derivado de la lluvia, la cual era un leve chipi chipi; como pude me enjuagué los ojos, desde la patrulla pude observar cómo iban bajando poco a poco los estudiantes y los estaban golpeando brutalmente con unos palos en la cabeza, y los que podían caminar los subían a la patrulla y los que no podían caminar entre dos policías los arrastraban y los aventaban a las patrullas; uno de los policías le dijo a otro que ya no cabían en la patrulla y el otro dijo: ‘No importa, ahorita vienen los de Huitzuco’. En ese momento llegaron varias patrullas de color azul con blanco y subieron a los demás estudiantes…” (Declaración ministerial del chofer del autobús Estrella de Oro 1531).
“Una vez que los agentes policiacos toman control de la situación, comienzan a subir a los detenidos a la patrulla ubicada en contra flujo del autobús . Uno de los agentes de la Policía le dice a uno de sus compañeros: ‘Ya no caben en la patrulla’. En respuesta el otro agente señala: ‘No importa, ahorita vienen los de Huitzuco’. Instantes después, en sentido contrario, tal como llegó la patrulla que se ubicó al frente del autobús, arriban tres patrullas presumiblemente de Huitzuco . (De acuerdo con las declaraciones ministeriales de los policías de Huitzuco, hay tres patrullas que salen a realizar un recorrido en la localidad de Pololcingo como a las 11 de la noche, los números de estas patrullas son: la patrulla 18, patrulla 15, patrulla 1).
“Los estudiantes empiezan a ser subidos en las patrullas, sería bueno describir la forma en la que los suben y qué maniobras hicieron los policías, al lugar arriban dos patrullas federales en donde uno de los agentes de la Policía Federal pregunta: ‘¿Qué pasa con los Chavos?’ Uno de los tres municipales contestó: ‘Allá atrás chingaron a un compañero. Se los van a llevar a Huitzuco. Allá que el Patrón decida qué va a hacer con ellos’. El mismo Policía Federal dijo: ‘Ah, ok, ok . Está bien’.
“Terminando de subir a los estudiantes a las 3 presumibles patrullas de Huitzuco y una de Iguala que arribaron minutos antes y que fue consentido por la Policía Federal… dichas patrullas maniobraron en reversa hasta llegar a un tope, dieron vuelta y se dirigieron de frente con rumbo a Huitzuco sobre la misma carretera a Chilpancingo”. (Testigo incluido en la investigación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, CNDH sobre el caso Iguala).
“Se los van a llevar a Huitzuco . Allá que el patrón decida…”.
“¿Hay la probabilidad de que los normalistas hayan sido llevados a Huitzuco y allí fueran ejecutados?”, le pregunto, viéndolo a los ojos, al investigador colombiano Alejandro Valencia, uno de los miembros del GIEI.
“Siempre se ha dicho que todo se desarrolló en Iguala y Cocula . Ahora se abre la línea de Huitzuco. Además, hay una participación de los policías de Huitzuco. Es como una serie de anillos de seguridad para no permitir salir a los normalistas, incluso un anillo más: Mezcala, donde hubo otro retén militar en horas de madrugada. Esto fue un operativo bien planificado, con un modus operandi complejo, con un nivel de coordinación serio e importante, y demuestra que no estábamos frente a una operación aleatoria o casual… fue algo bastante organizado y planificado”.
“¿Hay probabilidad de que los estudiantes hubieran sido llevados a Huitzuco y allí ejecutados?” Vuelvo a preguntar.
“Es una línea de investigación que hay que hacer. Y en la medida que para nosotros no es convincente la incineración de los normalistas en el basurero de Cocula, pues hay que agotar todas las posibilidades…”
(Más adelante, dentro de este capítulo, se amplía la información sobre el traslado de los normalistas hacia Huitzuco durante aquellas horas infernales, con información sustentada y respaldada).
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Madrugada del sábado 27 de septiembre de 2014.
La llamada llegó desde Guerrero al teléfono del procurador General de la República, Jesús Murillo Karam. Provenía de la Procuraduría General de Justicia guerrerense .
Desde el otro lado de la línea se le informó, con detalles, sobre lo que había ocurrido en Iguala con los estudiantes de Ayotzinapa. De la agresión. De los muertos. De Guerreros Unidos. De la gravedad del asunto.
La respuesta heló a quien escuchó decir a Murillo Karam: “Ése no es nuestro asunto. Es problema de ustedes. No nos estén dando lata…”.
Y colgó.
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El famoso “quinto camión” cargado de droga.
La farsa. El invento. El embuste.
Mucho se escribió, se habló y hasta se opinó –sin sustento en realidad– de que el motivo central para masacrar a los normalistas de la escuela rural Raúl Isidro Burgos, había sido que el “quinto camión”, que supuestamente también robaron, iba con la panza rellena de droga, y que en su desesperación por recuperarla, los sicarios de Guerreros Unidos mataron a los estudiantes de Ayotzinapa para escarmentarlos, darles una lección.
Mentira .
La droga en ese “quinto camión” (que en realidad sí apareció, pero fue abandonado por los estudiantes justo afuera de la Central Camionera de Iguala, como se reflejará en este capítulo), jamás existió.
¿Fue un invento? ¿Un engaño?
La respuesta es sí .
¿Quién inventó aquello de que los ayotzinapos robaron un camión cargado de droga (sin saberlo) y que por eso fueron ajusticiados? Una de las cabezas más influyentes del Partido de la Revolución Democrática (PRD), concretamente, uno de los dirigentes de Nueva Izquierda (NI), de la corriente conocida como Los Chuchos .
¿Por qué inventar eso?
Para descargar de presión política al PRD, que se hundía de la mano del alcalde amarillo de Iguala, José Luis Abarca, apoyado, precisamente, por el grupo de Los Chuchos . El desprestigió era brutal, imparable. Inclusive, le costó al perredismo perder la gubernatura de Guerrero en junio de 2015.
—Sabes que lo de la droga en el quinto camión no es cierto…no se ha comprobado… –le dijo un interlocutor al “chucho”.
—Pues vamos a insistir en eso…
—¿Y no les importan los estudiantes…? –le reviraron al “chucho”.
—No. Lo que nos importa es que el gobierno federal también asuma su responsabilidad… –respondió quien es, sin duda, de los integrantes principales de Los Chuchos, a uno de los funcionarios que investigaban lo ocurrido en Iguala durante una charla privada .
Mentir para absolver.
Mentir para salvarse.
Mentir como recurso.
A ese grado se llegó en el episodio aún no cerrado llamado Ayotzinapa: a la mentira por encima de la desgracia. De la tragedia.
***
Los soldados y los estudiantes.
Vieron cómo los detenían, golpeaban, sometían y se los llevaban. Nada hicieron los militares. Absolutamente nada. Tres momentos marcan, con fuego, con sangre, el vergonzante papel del 27o Batallón del Ejército mexicano (con sede en Iguala), durante las horas en que los normalistas eran masacrados:
1) “Al manejar las cámaras del C4 (sistema de monitoreo), el Ejército vio que los policías de Iguala se llevaron detenidos a los jóvenes. Al no encontrarlos en la comandancia debieron preguntar y si no hubieran obtenido respuesta, debieron denunciar… El control de las cámaras estaba a cargo de militares”.
2) “El soldado M fue testigo del enfrentamiento, estuvo en el lugar al menos 45 minutos mientras se desarrollaban los hechos, y tomó fotografías de lo que estaba sucediendo… Dicho agente llegó cerca de las 22:00 horas, es decir, poco después de que empezara el ataque contra ellos (los estudiantes), cuando aún se encontraban dentro del autobús, lo que muestra que el Ejército tenía información de la salida de los normalistas y de la acción de la Policía Municipal muy poco tiempo después de iniciarse los hechos”.
3) “Llegamos al militar y ese hombre que estaba ahí en la pluma, y no nos hicieron caso. Nosotros, cuando llegué a la pluma del militar, me sentí aliviada, creo aquí está la ayuda . Y no fueron para ayudarnos, nos tiraron de a locos, el señor de la pluma se estaba burlando, le causó mucha gracia… ayúdame, mi hijo está tirado, te llevo al lugar donde es… Y el señor se reía. Decía: ‘es que nosotros no podemos salir, no tenemos orden de mi jefe ’. Le dije: ‘¿entonces pueden matar a toda la ciudad y si no les dan la orden ustedes no salen…?’. (Declaración de un familiar del equipo de futbol Los Avispones).
El Ejército siempre tuvo conocimiento de lo que los policías de Iguala hacían con los normalistas de Ayotzinapa. Los vio. Fue testigo de la barbarie y del momento en que se los llevaron. Y nadie movió un dedo para auxiliarlos, arrebatarlos de una muerte cruel, espantosa, infernal. Ningún soldado. Nadie.
Era por humanidad .
(Más adelante, con mayor detalle, la actuación del Ejército la noche del 26 de septiembre y madrugada del 27, de 2014, en Iguala).
Ayotzinapa. La sola mención de la palabra estremece, indigna. Perturba.
“Ayotzinapa será un fantasma similar a lo que fue Tlatelolco para el PRI”, sintetiza, punzante, la especialista en seguridad e investigadora del Centro de Investigación para el Desarrollo (CIDAC), Mariana Meza.
Este capítulo fue investigado, diseñado y escrito para aclarar –en la medida de lo posible–, algunas dudas que persisten sobre lo ocurrido entre la noche del 26 de septiembre de 2014 y las horas posteriores, en Iguala y sus alrededores, incluyendo el basurero de Cocula. Aportar información, no contribuir a la desinformación. Despejar escenarios. Amarrar cabos sueltos. Desechar especulaciones o suposiciones. Recurrir a la herramienta inapelable de la comprobación de hechos.
El capítulo que usted, lector, tiene ante sus ojos, conlleva ese propósito único: aclarar algunos puntos oscuros respecto a lo que realmente ocurrió con los estudiantes de Ayotzinapa.
Investigando, no elucubrando.
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ECONOMÍA: GOBIERNO RICO, PUEBLO POBRE…
(La Reforma Hacendaria)
No puede haber una sociedad floreciente y feliz,
cuando la mayor parte de sus miembros son pobres y desdichados.
ADAM SMITH.
Historia que se repite, historia que condena.
Primero fue López Portillo. Años más tarde, Carlos Salinas de Gortari. Hoy, Enrique Peña Nieto.
Los tres unidos por un cordón umbilical: el PRI.
Los tres unidos por un destino injusto para los mexicanos: la irresponsabilidad financiera. El endeudamiento a costa de hipotecar el futuro. La insensatez en el manejo de los recursos públicos.
Entre los priístas suelen decir, ufanos, orondos: las deudas no se pagan, se administran. Seguramente –a la luz de la historia contemporánea–, les faltó agregar: “… y que los mexicanos las liquiden”.
Así ha sido desde inicios de 1982 cuando, en pleno tobogán petrolero, el gobierno de José López Portillo nos invitó a administrar la abundancia –frívolo el Presidente, frivolizado el país–, y terminamos, como Jolopo en tribuna, entre lágrimas y decepciones.
Así fue con Carlos Salinas de Gortari, reflejados en el espejo del primer mundo –sólo un delirio–, hipnotizados por la modernización, proyectados hacia una nueva era que el salinismo nos ofrecía para ubicarnos, codo a codo, cara a cara, con las potencias mundiales. ¿Qué pasó? La corrupción nos acabó. La irresponsabilidad financiera nos estrelló, de nuevo, contra la realidad: nación tercermundista dirigida por la ignominia con la banda presidencial cruzada al pecho. Tragedia tras tragedia.
De ese México fallido brincamos al México actual. Y sí, otra vez: fallido. El sello de la economía con Peña Nieto ha sido el endeudamiento desmesurado. Desorbitado. Seguir hipotecando a generaciones. El México del crecimiento nulo. Del empleo insuficiente. De la pobreza a la alza. De la salida de capitales. Del dólar devaluado. Del petróleo malbaratado. Continuar por el sendero del espejismo financiero para azotarnos –ciegos, sordos y mudos–, en nuestra realidad inacabable: la pesadilla financiera.
Y ni fobias ni prejuicios. Allí están las cifras desnudas, frías, irrebatibles, que ubican a México en una situación de alto riesgo para su futuro económico y financiero. De riesgo para las familias. De riesgo para los trabajadores. De riesgo para los empresarios. De riesgo para todos. (Aunque de beneficio para el grupo en el poder, aprovechado por la élite políticofinanciera vía las reformas peñistas, como lo abordaremos).
“Los países emergentes (como México) deben estar preparados para una crisis potencialmente severa y de consecuencias violentas, debido a los estragos que pudiera causar el retiro de las políticas monetarias no convencionales en países ricos y la desaceleración de China”, alertó el gobernador del Banxico, Agustín Carstens, a finales de enero al diario británico Financial Times.
Conozcamos, pues, las cifras que, hoy por hoy, nos deja como saldo el gobierno de Peña Nieto en el renglón económico:
DEUDA PÚBLICA DISPARADA. Durante el gobierno peñista, la deuda pública del país alcanzó cifra récord histórica e histérica: 8 .2 billones de pesos. En sólo tres años prácticamente se duplicó, al registrar un aumento hasta llegar a 46% del Producto Interno Bruto (PIB). Obligada la comparación: en el sexenio de Ernesto Zedillo, este nivel fue de 24 .7%; con Vicente Fox: 24 .9%, y con Felipe Calderón, 34 .8%. Dejemos que un especialista nos explique por qué: “Detrás de este crecimiento del endeudamiento público, está el manejo fiscal y monetario del país. No hay que culpar al precio del petróleo porque si el precio sube, hay que ahorrar, pero si cae, hay que gastar menos. Esa hubiera sido la solución sana, pero no se optó por esa medida, sino que se optó por seguir gastando y endeudando al país”, define el director para América Latina de Moody’s Analytics, Alfredo Coutiño. (Reforma/17/ene ro/2016). Es decir: con Peña Nieto se volvió a aplicar el viejo lema: endeudar para administrar.
GOBERNADORES GLOTONES. Bastan tres botones de muestra para conocer, en detalle, el grado de endeudamiento al que han llegado algunos estados gobernados por el PRI: Chihuahua, con César Duarte: 41 mil 309 millones de pesos (aumento del endeudamiento de 236% durante su gestión). Veracruz, con Javier Duarte: 41 mil 286 millones de pesos (115% más). Quintana Roo, con Roberto Borge: 21 mil 983 millones de pesos (238% más). (Cabe señalar que el PRI perdió estos tres estados por vez primera en la historia, el 5 de junio de 2016, en un evidente y abierto voto de castigo de los ciudadanos hacia los malos gobiernos). El comparativo se impone en otra latitud: el gobierno fallido de Humberto Moreira en Coahuila (20052011) llegó a niveles de escándalo ofensivo, agraviante, cuando se dio a conocer que dejó al estado con una deuda por 32 mil millones de pesos, cuando la había recibido en sólo 323 millones de pesos . Sí señor: a la manera priísta .
CRECIMIENTO DESPLOMADO. MÁS POBRES. DÓLAR CARO. ¿Qué pasó entre 2012 y 2013, periodo del cambio de gobierno y retorno del PRI a Los Pinos? ¿Por qué del último año de Calderón al primero de Peña Nieto –a pesar de que veníamos saliendo de la crisis inmobiliaria de Estados Unidos de 2008, la más severa de los últimos 70 años– el crecimiento se vino a pique? Una primera lectura, limitada, cierto, aunque medular, es la manera como los priístas politizan la economía, manejándola más con criterios partidistas que financieros: más dinero en año de elecciones, menos dinero cuando no hay elecciones y, por tanto, contención del gasto público que frena la actividad económica. En gran parte, eso fue lo que ocurrió al inicio del gobierno peñista: la politización de la economía. Aquí sus resultados en cifras indiscutibles, contundentes:
1. Durante los tres últimos años del gobierno de Felipe Calderón, la economía creció, en promedio, 4 .4%. Tan sólo en 2012 fue de 3 .9%. Para 2013, primer año del peñismo, la cifra cayó hasta llegar a 1 .1%, según datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI). Entre 2013 y 2015, la media anual de crecimiento fue apenas de 2%. “Difícilmente se alcanzará el 3% de crecimiento en lo que resta del sexenio”, advierte la senadora Dolores Padierna, integrante de la Comisión de Hacienda del Senado mexicano. “Fue un gobierno que no tenía ninguna experiencia en el manejo federal. No tenían ni idea. Además, hubo una discontinuidad importante en Hacienda”, diagnostica Luis Rubio, presidente del Centro de Investigación para el Desarrollo (CIDAC). Con Peña Nieto, nada más, no crecemos.
2. En el actual sexenio hay más pobres. Las cifras reveladas por el INEGI, en julio de 2015, desnudaron el discurso gubernamental y mostraron la realidad dolorosa: el número de pobres en México pasó de 53 .3 a 55 .3 millones. El ritmo de la pobreza mexicana es frenético: entre 2013 y 2014, cada mes, se sumaron alrededor de 80 mil nuevos pobres. Veinte mil cada semana. Casi tres mil diarios. Y aún más: reportó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) que, oficialmente, esos 55 .3 millones de pobres representan 46 .2% de casi 120 millones de habitantes. Es decir: prácticamente la mitad de los mexicanos es pobre. Por otro lado, las luces rojas se encienden porque los ingresos no mejoran: el porcentaje de población con ingreso inferior a la línea de bienestar, la que no tiene recursos para comprar la canasta básica alimentaria, pasó de 60 .6 millones a 63 .8 millones de mexicanos. Uno de cada dos está por debajo de esa línea. Tan sólo en ocho estados se incrementó notablemente la pobreza: Estado de México, Veracruz, Morelos, Oaxaca, Sinaloa, Coahuila, Hidalgo y Baja California Sur. En términos absolutos, el Edomex –la tierra de Peña Nieto, entidad sin alternancia política y gobernada por el priísta Eruviel Ávila desde 2011–, se ha convertido en fábrica nacional de generación de pobres: agregó 941 mil personas a la pobreza nacional, totalizando en el estado… ¡8 millones 269 mil 900 pobres! Le sigue Veracruz, con 4 millones 634 mil pobres.
3. El número de trabajadores con ingresos inferiores a tres salarios mínimos diarios (equivalentes a 210 pesos ya sumados), aumentó en 655 mil, mientras que los que ganan más de esos tres sueldos mínimos, disminuyó en 680 mil, esto refleja que en lo que va de este sexenio, no se ha mejorado el ingreso de un amplio estrato laboral (fuentes: Senado de la RepúblicaSecretaría de Hacienda).
4. En cuanto a competitividad, también hemos caído. En 2012, México ocupó el lugar 53 de 144 países medidos dentro del Índice Global de Competitividad que elabora el Foro Económico Mundial. Para 2015 (tercer año de gobierno de Peña Nieto), perdió cuatro lugares al ubicarse en el lugar 57. Lo más grave es que también su calificación se redujo de 4 .36 a 4 .29. Países como Estados Unidos aumentaron su calificación de 5.47 a 5 .61, Canadá de 5 .27 a 5 .31 y Japón de 5 .40 a 5 .47, naciones que sí aprovecharon un entorno financiero mundial todavía desfavorable. Ellos sí. Nosotros no.
Son algunas de las cifras de la derrota económicofinanciera. De la miseria mexicana. De un país fallido en cuanto a manejo financiero y bienestar social. “La estrategia está funcionand. Debemos seguir por ese camino”, aseguró la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles –tránsfuga del PRD, renegada de la izquierda y hoy priísta en la praxis política– y que dejara el cargo en agosto de 2015 con 2 millones más de pobres. Vaya cinismo el de Robles. Las cifras la desmienten y la apabullan.
Aún no sabemos si al final de su sexenio, igual que López Portillo lo hizo desde el Congreso, ¿también Peña Nieto pedirá, entre lloriqueos, perdón a los pobres?
5. Durante el sexenio de EPN, la devaluación del peso ante el dólar se ha disparado 70% en promedio. En diciembre de 2012, la paridad se ubicaba en 12 pesos por dólar. Al cierre de junio de 2016: 19 .20 por dólar.
6. En economía hay una máxima: el dinero es miedoso, y cuando tiene miedo, huye. Y México no es excepción: en 2015, inversionistas extranjeros sacaron 18 mil 950 .8 millones de dólares que tenían colocados en acciones de la Bolsa Mexicana de Valores, según reportó INDEVAL (Institución para el Depósito de Valores, dependiente de la BMV), con base en los registros que envía al Banco de México para dar seguimiento al movimiento de capitales en el mercado local. Tan sólo entre noviembre y diciembre de 2015, se observó un retiro de 6 mil 930 .9 millones de dólares, lo que representó una baja mensual de casi 5% (La Jornada en línea/Víctor Cardoso/21enero-2016). Es decir: en un periodo de sesenta días, se fugaron casi 3 mil 500 millones de dólares cada mes. Ciento quince millones de dólares diarios durante los dos últimos meses del año. ¿Debemos preocuparnos? Basta un comparativo: durante la crisis mexicana de 19941995, considerada la más grave de la historia, durante octubre, noviembre y diciembre del 94, salieron del país alrededor de 11 mil millones de dólares. Saquemos el ábaco. Hagamos cuentas. Tengamos conclusiones.