Washington, 12 oct (dpa) – Cuatro legisladores de Estados Unidos presentaron un proyecto de ley para ayudar a los «refugiados» venezolanos que llevan mucho tiempo en el país y no pueden regresar a su país por cuestiones políticas.
«Durante la última década, miles de venezolanos fueron forzados a huir de la brutal dictadura de (Hugo) Chávez», expresaron en un comunicado los cuatro congresistas por Florida que patrocinan el proyecto de ley: los republicanos Carlos Curbelo e Ileana Ros-Lehtinen y los demócratas Debbie Wasserman Schultz y Alan Grayson.
«La situación no ha mejorado bajo el sucesor elegido a dedo Nicolás Maduro», afirman los congresistas de Florida, principal punto de llegada de los venezolanos que se oponen al gobierno de Maduro, que poco a poco se han convertido en una creciente fuerza electoral en el sur del Estado. Doral, cerca de Miami, cuenta con el primer alcalde en Estados Unidos nacido en el país sudamericano.
Los legisladores critican al gobierno de Caracas por el «arresto de líderes de la oposición» como Leopoldo López y por el de 3 mil manifestantes, según sus cálculos. El gobierno de Venezuela niega la existencia de presos políticos.
«Este proyecto de ley ayudará a que los venezolanos que han hecho de Estados Unidos su nuevo hogar se queden aquí si así lo deciden dado lo peligroso que resulta regresar a su casa», afirmaron en un comunicado publicado hoy sobre la llamada Ley de Asistencia al Refugiado Venezolano, que deberá ahora ser votada por las dos cámaras del Congreso.
«No podemos forzar a los venezolanos a volver a su país, donde se enfrentan al arresto, la tortura y la ejecución sólo porque se oponen al gobierno», dijo Grayson, que pretende otorgar estatus de residencia permanente a los que llegaron a Estados Unidos antes del 1 de enero de 2013.
Los legisladores buscan así un estatus migratorio preferencial para los venezolanos, algo de lo que desde hace años disfrutan los cubanos, quienes gracias a la Ley de Ajuste pueden pedir la residencia al año y un día de haber pisado suelo estadounidense.
En diciembre de 2014, el Congreso estadounidense aprobó sancionar a funcionarios venezolanos acusados de violar derechos humanos, algo que refrendó más tarde el Presidente, Barack Obama.