Asunción, 12 oct (EFE).- El Secretario general de Itamaraty, Sérgio Danese, «rechazó categóricamente» ante el embajador paraguayo en Brasilia, Manuel María Cáceres, que la Presidenta Dilma Rousseff hablara de «un golpe a la paraguaya» en una reunión de ministros la semana pasada, informó hoy la Cancillería de Paraguay.
Según un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores paraguayo, Danese rechazó el viernes en una reunión con Cáceres la veracidad de las supuestas declaraciones de Rousseff publicadas en el diario brasileño «Folha de Sao Paulo».
El diplomático brasileño «enfatizó que en ningún momento la presidenta brasileña mencionó al Paraguay», según el comunicado.
Danese transmitió también «el gran aprecio que la Presidenta Dilma Rousseff le guarda al Presidente Horacio Cartes y al Paraguay».
«Resaltando el excelente nivel en el cual se encuentran actualmente las relaciones bilaterales entre ambos países», añadió, en respuesta a los requerimientos de Paraguay, cuya Cancillería expresó el viernes su «desagrado» por los comentarios atribuidos a Rousseff.
La mandataria brasileña supuestamente afirmó que su país vive un «golpe democrático a la paraguaya», en alusión a la destitución en 2012 del Presidente de Paraguay, Fernando Lugo.
Según el diario Folha de São Paulo, el comentario fue hecho por Rousseff durante una reunión con sus 31 ministros celebrada a puerta cerrada el jueves en Brasilia, en momentos en que la mandataria goza de una baja popularidad y sectores de la oposición buscan su destitución.
La Cancillería paraguaya convocó también al Embajador de Brasil, José Felicio, para expresarle la «sorpresa y desagrado por las expresiones publicadas en dicho medio de prensa y atribuidas a la mandataria brasileña».
La Cancillería paraguaya señaló además que la destitución de Lugo, tras un juicio político en el Congreso, tuvo lugar «en el marco jurídico establecido en la Constitución Nacional y las leyes, respetándose en todo momento el debido proceso».
Lugo fue destituido el 22 de junio de 2012 por «mal desempeño» de sus funciones, una situación por la que Paraguay fue suspendido temporalmente del Mercado Común del Sur (Mercosur) por considerar sus socios que hubo «una alteración del orden democrático».
Una semana antes, se produjo el suceso que impulsó el juicio parlamentario contra Lugo, una masacre ocurrida en unas tierras en disputa entre una empresa sojera y campesinos de Curuguaty, en el departamento de Canindeyú, que dejó 11 labriegos y 6 policías muertos.
En su momento, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dijo que el juicio político a Lugo fue «altamente cuestionable», por la manera expedita en que se hizo.