Hábitat

Primero la sequía y ahora las lluvias: pequeños productores se quedan sin cultivos

12/09/2021 - 8:00 pm

Los pequeños productores de la sierra hidalguense han visto perder sus cultivos primero por la sequía registrada desde inicios de 2020 y esta vez por las fuertes lluvias con inundaciones. Pero no han recibido apoyos gubernamentales por estos daños que los orillan a la migración climática.

Ciudad de México, 12 de septiembre (SinEmbargo).– La sierra de Hidalgo ha vivido los extremos asociados al cambio climático. De inicios de 2020 a mediados de este 2021 su laguna agonizó por la sequía prolongada, fenómeno que retrasó las siembras e impactó a los pescadores. Ahora, ante las lluvias intensas, los cultivos de milpa se inundaron y al menos un grupo de 20 jóvenes decidió migrar hacia Estados Unidos.

Tras el paso del huracán «Grace» a finales de agosto y las precipitaciones registradas estas semanas en la región, considerada el granero del estado y que forma parte de la Reserva de la Biosfera de la Barranca de Metztitlán, productores de la Vega acudieron en canoa para salvar algunas cosechas de maíz con el agua hasta el cuello, como muestra un video grabado por el agricultor Alejandro Orozco.

«Andábamos sacando poco de la cosecha que se pudiera rescatar. Eran nueve cuartillos de elote y perdimos más del 60 por ciento; todo se quedó ahí en el agua. En dos huertas ya no pudimos sacar nada», contó vía telefónica.»Me impresionó mucho cómo el agua iba subiendo demasiado rápido».

Él y su padre, comerciante de granos, fueron el miércoles 1 de septiembre. A las 9 de la mañana la inundación les llegaba al pecho, pero alrededor de la una de la tarde ya estaba hasta el cuello del joven de 1.73 metros.

«Muchos me preguntan qué vamos a hacer. No estamos obteniendo un apoyo de ningún gobierno ni institución. Se está acabando todo, todos los cultivos ya están bajo el agua. Está subiendo bastante y no hay para cuándo sembrar. Si bien va, hasta marzo», estimó.

Otros campesinos también lo perdieron todo por las fuertes lluvias. Hace unos días salieron a Estados Unidos porque no hay trabajo y, sin cosechas, se quedaron endeudados. «Me comentaron que me fuera, pero tengo una niña de un año y está difícil dejarla sola porque no sabemos qué vaya a pasar aquí con el clima. La situación se está poniendo muy difícil», afirmó Alejandro.

Un productor con el agua hasta el cuello salvando parte de la cosecha de maíz en la Vega de Metztitlán. Foto: Captura de video de Alejandro Orozco

En la Sierra Alta, en alrededor de 2 mil hectáreas todavía les faltaba para que estuvieran listos los granos del elote por lo que los pequeños productores perdieron 15 mil pesos por hectárea.

«Es la otra cara de la moneda del efecto del cambio climático. Los dos años han sido terribles [2020 y 2021]. Uno por extremadamente poca agua y este año por mucha agua en muy pocos días, el desbordamiento de los ríos y del canal que nos viene de Tulancingo», dijo Abel Hernández, pequeño productor de maíz, frijol, café y vainilla en la Sierra Alta, quien sabe que los efectos de la crisis climática serán cada vez más graves.

«En la sierra hemos perdido parte de nuestras siembra de maíz. La mayoría estábamos apenas en etapa previa de floración antes de ser elote, pero hubo deslaves que nos ocasionó esta lluvia persistente», compartió.

El campesino explicó que la afectación no es solamente la inversión aplicada (ya llevaban 30 mil pesos por hectárea), sino que además no pueden hacer labores complementarias como nutrición por la presencia excesiva de humedad.

«Ni siquiera se puede entrar caminando a los terrenos de cultivo, algunos siguen inundados», afirmó.

Un productor intenta salvar parte del maíz cosechado. Foto: Captura de video de Alejandro Orozco

Abel aseguró que los apoyos gubernamentales al sector agropecuario en general y ante este tipo de catástrofes son «marginales», por lo que «queda seguir trabajando para recuperar lo poco que la lluvia nos ha dejado».

En su comunidad han sembrado maíz por años con recursos propios. «No percibimos absolutamente ningún incentivo más que ese apoyo que ha venido cambiando el nombre que antes era Procampo y hoy no sé cómo se llame, pero es muy raquítico», acusó.

A unos 100 kilómetros, en el Valle del Mezquital, las lluvias de esta semana también causaron el desbordamiento del río Tula, con aguas negras que provienen de la Ciudad de México hacia la presa Endhó, lo que inundó el Hospital GZ No.5 del Seguro Social afectando el sistema de oxigenación y causó la muerte de 17 pacientes COVID, informó el Gobierno de México luego de implementar el Plan DN-III. El Gobierno estatal llamó a evacuar a la población alrededor del río.

EL DESIERTO EN LA LAGUNA

Desde febrero de 2020 hasta el primer semestre de 2021, la delegación de Hidalgo de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) registró un proceso de desecamiento en la Laguna de Metzitlán por la escasez de precipitaciones, lo que retrasó las siembras de temporal.

«En la zona de Metztitlán tengo un cultivo de espárragos, también con afectación fuerte por la falta de agua para riego de auxilio. Nos propició retrasos en las siembras porque estamos sujetos a la presencia de lluvias para un buen temporal», aseguró el productor Abel Hernández. «Y en la Sierra Alta también tuvimos rendimientos muy marginales. Cosechar una tonelada de maíz nos cuesta arriba de 20 mil pesos».

En la época de sequía, al igual que ahora en la de lluvias intensas con inundaciones, tampoco recibieron un apoyo especial de la Secretaría de Agricultura (SADER). «De por sí el que dan no alcanza ni para limpiar el terreno para la siembra», afirmó.

La Laguna de Metztitlán antes de 2018. Foto: CONANP
Panorama donde estaba la laguna en 2020. Foto: Twitter

En noviembre de 2000 se decretó la Reserva de la Biosfera de la Barranca de Metztitlán, donde se encuentra la laguna de más de 3 mil kilómetros de la que depende el sector agrícola, ganadero y pesquero. En ella vivían peces como carpas y tilapias, que servían de sustento para más de 100 familias de pescadores de San Cristóbal y Exolochitlán, así como patos, garzas y pelícanos.

Pero desde 2018 las altas temperaturas y escasez de precipitaciones provocaron que, hasta inicios de 2021, el panorama luciera con el suelo agrietado y fangoso, sin fauna y con las lanchas abandonadas. El pescador Crescencio Hernández declaró a la prensa local que algunos de sus compañeros migraron a Estados Unidos o Canadá.

Luego vino la temporada de lluvias y ciclones de este año. Al corte del 20 de agosto, el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) reportó que las cinco presas de uso agrícola de Hidalgo en el Valle del Mezquital están entre el 80 y el 90 por ciento de su almacenamiento, a excepción de la «Vicente Aguirre» (30.8 por ciento), lo que implica un riesgo de desborde si continúan tormentas como la de esta semana.

 

Dulce Olvera
Reportera de temas de crisis climática, derechos humanos y economía. Egresada de la FCPyS de la UNAM.
en Sinembargo al Aire

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