Damián Zepeda Vidales, ex dirigente nacional del Partido Acción Nacional (PAN) y coordinador de la fracción parlamentaria del blanquiazul en el Senado de la República, dice en entrevista que el PAN está llamado a ser el partido de oposición al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, Presidente de la República electo el 1 de julio de este año.
En entrevista con SinEmbargo, el hermosillense acepta sus “culpas” en las derrotas y las victorias electorales que le tocaron a su dirigencia, y también reparte algunas a sus detractores al interior del partido.
“Todo este fenómeno llamado PRIAN, que claro que existe; sí hay un sector del panismo que se prestó, por un lado, en una alianza legítima que fue el Pacto por México legislativa, pensando que era lo correcto, pero que tuvo un desgaste; y por otro, una ilegítima con acuerdos por debajo de la mesa. El extremo fue aquí en el Senado, y de algunos otros actores estatales que definitivamente pactaron con el PRI y eso se nota; la gente decía: ‘son lo mismo’”, dice.
Ciudad de México, 12 de septiembre (SinEmbargo).– La última semana ha sido de definiciones al interior del Partido Acción Nacional (PAN), que está en la antesala de la renovación de su dirigencia: Marko Cortés Mendoza y Héctor Larios Córdova han acordado ir juntos en una planilla como presidente y secretario general, respectivamente. En el camino se han repartido culpas y han rodado cabezas. Una de ellas, confirmada por el mismo Larios en entrevista con SinEmbargo, es la de Damián Zepeda Vidales, ex dirigente nacional del blanquiazul y actual coordinador de fracción parlamentaria de su partido en el Senado de la República.
A Damián Zepeda y a Ricardo Anaya Cortés, ex presidente nacional del blanquiazul y ex candidato a la Presidencia de la República, los culpan de haberse saltado las reglas del partido, dividir a los liderazgos y hacer “lo que quisieron con el PAN”.
Pero Zepeda tienen un plan: de ganar Marko Cortés, impulsado por Ricardo Anaya y también por Zepeda en su carrera política, le quitarán la coordinación de la bancada y se la darán, posiblemente, a Rafael Moreno Valle, ex Gobernador de Puebla.
Desde su oficina en el Senado de la República, Damián Zepeda acepta sus culpas y responsabilidades: en la derrota y en la victoria
“Porque fuimos dirigencia por tres años. Igual de responsable en la derrota que en la victoria. En 2016 ganamos todo, muchísimos, histórico, nunca habíamos ganado tanto y éramos dirigencia. En 2017 ganamos más de lo que esas mismas elecciones seis años atrás. En 2018 no resultó; de las tres cosas tenemos responsabilidad, unas a favor y otras en contra y la asumimos como tal”, dice mientras bebe una taza de café y se quita y pone la argolla de matrimonio del dedo anular.
Zepeda Vidales habla del nuevo rol que debe jugar el PAN como oposición ante Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en las cámaras y ante el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, Presidente de la República electo.
El blanquiazul, dice, está llamado por el electorado mexicano a ser una oposición fuerte y coherente.
“Que luche [el PAN], son contrapesos naturales de un sistema político. Los gobiernos tienden a ser autoritarios cuando no existen contrapesos, y hoy por hoy el único partido que puede hacerlo y que tienen la principal responsabilidad es el PAN, y a eso estamos llamados”, dice.
Pero para eso, afirma, el PAN debe evitar caer en la tentación de plegarse al próximo Gobierno federal y también lanza algunas culpas por los resultados del 1 de julio a sus detractores internos.
“Todo este fenómeno llamado PRIAN, que claro que existe; sí hay un sector del panismo que se prestó, por un lado, en una alianza legítima que fue el Pacto por México, pensando que era lo correcto, pero que tuvo mucho desgaste y, por otro lado, otra alianza ilegítima, con acuerdos por debajo de la mesa. El extremo fue aquí en el Senado, además algunos otros actores estatales que definitivamente pactaron con el PRI [Partido Revolucionario Institucional] y eso se nota; la gente decía: ‘son lo mismo’”, argumenta.
Consciente de que es posible que le retiren la coordinación de la bancada del PAN en el Senado de la República y del pacto que Marko Cortés hizo con Héctor Larios para ir juntos, Damián Zepeda sonríe cuando habla de la futura dirigencia y enlista las características deseables del nuevo presidente nacional.
“Creo que la dirigencia debe tener varias características, entre otras, carácter. No sirve un dirigente que no tiene carácter, me refiero en la toma de decisiones. Se necesita tener palabra, porque un dirigente para poder acordar al final del día hace mediaciones en la mesa, debes de tener palabra y la gente saber que cumples. Si no, ¡imagínate nada más!”, dice.
–¿Y Marko Cortés tiene estas características?–se le pregunta.
–No me voy a referir a ninguna persona, pero creo que se entiende lo que estoy diciendo –contesta mientras sonríe.
Damián Zepeda estuvo en la dirigencia del PAN entre 2015 y 2018, primero como secretario general al lado de Ricardo Anaya y a la renuncia de éste para lanzarse como candidato a la Presidencia de la República, como dirigente nacional.
Es originario de Hermosillo, Sonora en donde fue candidato a la Presidencia Municipal de ese municipio en 2015. Ha sido Diputado local y Diputado federal de México por el Distrito V de Sonora.
***
–El mensaje de los electores del 1 de julio, según tu lectura y los resultados que se obtuvieron, ¿cuál es el mensaje de los electores para el PAN?
–Creo que primero que nada hay que reconocer el resultado. Eso lo hicimos de manera inmediata. Luego, sí tratar de entender qué fue lo que sucedió. Nosotros en el partido abrimos un espacio de diagnóstico; yo compartía en mi pasada encomienda de dirigente nacional que creo que toda victoria y toda derrota siempre es multifactorial. Si uno cree que un solo factor te explica todo, difícilmente vas a tener razón. Lo dijimos igual cuando ganamos siete gobiernos estatales en 2016, que hoy que se tuvo un resultado negativo. Hay factores internos y externos. En los internos tienes que meter todo, desde los métodos y la unidad, cosas en las que pudimos haber equivocado y que pudimos haber hecho mejor, todo un análisis tienes que hacer interno. Pero hay unos externos, una mezcla de externo-interno que bien vale la pena que el PAN vea; por ejemplo, había una sensación de la ciudadanía de que el PRI ya había gobernado, que el PAN ya había gobernado y la vida de la gente no había cambiado digamos radicalmente, aunque hubo muchas mejorías, pero esa era la percepción. Te decían abiertamente: ‘le quiero dar la oportunidad a alguien que no ha gobernado’. No lo comparto esta apreciación pero existe, es real y hay que entender.
Segundo, hay un rechazo muy fuerte al sistema y un sentimiento de que el PAN jugó con el sistema en los últimos años. Todo este fenómeno llamado PRIAN, que claro que existe; sí hay un sector del panismo que se prestó, por un lado, en una alianza legítima que fue el Pacto por México, pensando que era lo correcto, pero que tuvo mucho desgaste y, por otro, unaalianza ilegítima con acuerdos por debajo de la mesa. El extremo fue aquí en el Senado, además de algunos otros actores estatales que definitivamente pactaron con el PRI y eso se nota; la gente lo decía: ‘son lo mismo’.
Y tercero, la golpiza brutal que con el uso de la justicia le dieron a nuestro candidato y que nos quitó nuestras posibilidades de ganar, entre muchas otras cosas más. Si hacemos bien todo ese diagnóstico, podemos ver hacia delante.
–De los factores internos del partido, ¿cuáles son los más importantes?
–Yo le señalaba al Consejo Nacional varios. No soy ajeno a que se dice mucho del método de selección de candidatos; en lo personal debo decirte que yo no comparto que sea el principal motivo, porque en evidencia no se sostiene: Baja California fue el único estado que votó toda su militancia y perdimos todo, y Guanajuato designamos todo y ganamos muchísimo, no parece haber una liga entre un método y otro. Yo creo que en tanto busques que sean los candidatos más competitivos y adecuados, eso sí se privilegia, te va a llevar a un buen resultado. Todos los candidatos que ganamos fueron designados, todos, ni uno solo no lo fue. Creo que es discurso. Lo que sí es cierto es que hay un sentimiento en la militancia de que la democracia fue interrumpida, eso es lo que hay que entender y hay que ver cómo se logra que no exista ese sentimiento, ya sea rechazando esos métodos o bien haciendo una mayor explicación de porqué se está escogiendo un perfil. Al que sí le doy mucha importancia interna tiene que ver con la unidad. Definidamente no hubo una percepción de que el partido estuviera unido, y yo creo que ahí sí es importante trabajar en ello, aunque siempre digo unidad en torno a principios, no en torno a intereses personales. Porque sí en pro de la unidad lo único que haces es repartirte el pastel y no resolver los problemas de fondo del partido, eso no va a servir o no sirve. Creo que si se trabaja unidad en torno a principios y mejora del país, ahí sí se puede tener algo positivo.
En lo interno-externo el PAN tiene que resolver esta posición que le toca hoy. A mí juicio está muy claro: ser la oposición en México. Somos la primera fuerza política de oposición, la segunda fuerza política nacional y para que el PAN le siga siendo útil a México tiene que ser una oposición firme, fuerte, con carácter, con valor, si no no eres útil. Hay quien piensa que hay que acomodarse; yo creo que no, sería un error terrible para el partido el que fuera sumiso y el que se plegara ante el Gobierno. Tenemos 78 años de historia y en esos 78 años siempre hemos sido responsables; lo que sea positivo lo vamos apoyar, pero aquello que no sea positivo necesita ser el PAN el que levante la voz para ver de qué manera vamos a ayudar a México.
–Ahorita le entramos al tema del PAN como oposición, pero para terminar esta idea del diagnóstico, Gustavo Madero a tuiteado que está arrepentido de haber apoyado a Ricardo Anaya como candidato. ¿Qué tanta responsabilidad tiene Ricardo Anaya en los resultados?
–Yo creo que, sin referirme a una persona en lo particular, primero siempre cuando escuchas a alguien hay que ver la coyuntura, desde dónde está hablando. Si está hablando desde el dolor de no haber sido beneficiario de una decisión o si estás hablando desde una reflexión sin tener ningún conflicto de interés, eso es clave, siempre. Ricardo fue un gran candidato. Era una persona limpia, muy articulado, capaz, muy preparado, sin duda creo que el mejor para debatir y lo probó. Y con un gran respaldo en el panismo. Cuando él era dirigente ganó con cerca del 80 por ciento de los votos y una aprobación del 90 por ciento, ¿quién tiene eso? Pero creo que nos hizo daño muchas cosas, entre la principales está la golpiza injusta, inmoral, no ética que le dio el Gobierno: 4 mil notas tan sólo del caso último: mil 300 de televisión, cerca de mil 300 de radio y cerca de mil 300 de prensa escrita, ¿quién aguanta eso? Pareciera que ahora los que opinan distinto internamente y el Gobierno no quieren que se hable de eso, has de cuenta que no existió: tienes que hablar de eso fuerte porque no es correcto para una democracia que exista. [Ricardo] Venía subiendo después de la precampaña, nos pegan al estilo Josefina [Vázquez Mota] como le pegaron en el Estado de México y se derrumban las posibilidades. Pareciera que ahí es cuando la gente estaba decidiendo qué tipo de cambio querían para México y en ese momento se decantan por Andrés Manuel. Es una realidad, no hay que darle tantas vueltas, eso pasó. Yo tengo un histórico de números y eso sumado a muchas cosas más de cara al futuro, porque ya no están las personas. Esto de echarle la culpa a alguien les va a durar un tiempo determinado, después van a tener que decir: ‘caray ya no puedo echar la culpa, qué sigue, cuál es el rol que va a jugar el PAN’.
–¿Y la responsabilidad de Damián Zepeda?, ¿tu responsabilidad?
–Total en la victoria y en la derrota, porque fuimos dirigencia por tres años. Igual de responsable en la derrota que en la victoria. En 2016 ganamos todo, muchísimo, fue histórico, nunca habíamos ganado tanto y éramos dirigencia. En 2017 ganamos más de lo que esas mismas elecciones seis años atrás habíamos ganado. En 2018 no resultó; de las tres cosas tenemos responsabilidad, unas a favor y otras en contra y la asumimos como tal. Lo que sí te puedo decir con la frente en alto es que dimos el máximo. Nadie nos puede decir que no luchamos con todo por buscar cambiar este país y, mientras otros estaban escondidos detrás de sus escritorios, nosotros estábamos dando la lucha, valiente, sin miedo, recibiendo todo tipo de amenazas y de ataques y nunca nos doblamos. Y eso me hace sentir orgulloso. Soy una persona de carácter, que lucha por las causas que cree justas y estoy satisfecho por ello, y también triste porque el resultado no se logró, porque creo que a México le hubiera ido muy bien si hubiéramos ganado. Pero estoy listo para seguir abonándole al parido y al país. Hoy muy realizado de estar aquí en el Senado, mi perfil es muy legislativo, me gusta mucho el poder legislativo, fui Diputado local, Diputado federal y hoy me siento muy contento de ser Senador.
–Comentaba que Ricardo Anaya tenía el apoyo de muchos sectores al interior del PAN…
–Noventa por ciento.
–Y pasa que pierde la elección y lo culpan, ¿qué ocurre aquí?
–Hay que diferenciar lo que opinen liderazgos, que son parte, o somos parte al final del día de un porcentaje muy reducido, y otra cosa es la que opine al panista en general. Tú has una medición en la militancia y vas a ver que Ricardo es muy querido, más allá de lo que opine cualquier persona con un interés muy particular . Cuando están los procesos de renovación hay intereses; yo escucho mucho decir que si el Frente fue un error y yo digo: ‘ah caray, pero sí ahí estabas enfrente sentado y levantaste la mano cuando lo votamos y ahorita opinas distinto’.
–Esto del Frente, ¿qué tanto les afectó la alianza con el PRD [Partido de la Revolución Democrática]?
–Yo en lo personal creo que fue positiva la alianza. Sin duda alguna no tuvimos el resultado esperado, pero no creo que sea por la alianza, sino por los otros casos. Lo que sí creo que debe de valorar el CEN del PAN es cómo conservar su identidad a pesar de la suma de esfuerzos; que el que simpatiza con las ideas del PAN pueda continuar respaldándolo. Ese es el reto. Pero las alianzas son positivas, de no habernos aliado no hubiéramos ganado Veracruz hace dos años, Quintana Roo, no hubiéremos ganado Durango, y así me puedo ir. En esta ocasión hubiéramos perdido 14 distritos federales y la mitad de las senadurías que ganamos, las poquitas que pudimos, y alcaldías muy importantes. Me gusta debatir con números, más que con discursos.
–Pasando al futuro del partido como oposición, ¿cómo ve el papel que tiene que jugar el PAN tanto en las cámaras, como ante el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador?
–No tengo ninguna duda que el papel que nos dio los ciudadanos en la elección es ser la fuerza de oposición en México. Eso implica respaldar cuando sea correcto y levantar la voz cuando no. Todo país requiere de una oposición fuerte, coherente, que sea congruente, que luche, son contrapesos naturales de un sistema político. Tiende a convertirse en gobiernos autoritarios cuando no existe, y hoy por hoy el único partido que puede hacerlo y que tienen la principal responsabilidad es el PAN, y a eso estamos llamados. Yo por eso entré en una discusión tan fuerte pública después del proceso electoral defendiendo este principio, creo en ello y creo que sería terrible, así lo describo, para el PAN si gana la idea de que debemos plegarnos al Gobierno y que debemos estar pactando cosas que no se deberían de pactar como lo hicieron en el pasado algunos actores. Te pongo ejemplos: hubo quien desde dentro del PAN estuvo tratando de evitar que nosotros tratáramos de evitar al Fiscal carnal, es la verdad. Hubo quien dentro del PAN estuvo tratando de boicotear con el tema de la seguridad nacional, seguridad interior. Hubo quien desde el interior siempre abogaba por aprobarle todo al PRI, es la verdad. Si eso se repite hoy con Morena y esos perfiles, esos actores tienen la decisiones en el partido, perdón pero el PAN tiende a tener un futuro muy negativo, si eso pasa.
Si por el contrario se entiende el rol de oposición y se es una oposición no irracional sino firme, fuerte, con carácter, con valor, que no tenga miedo, que no busque sacar raja de cada situación y quedarse callado a cambio de algo; si jugamos ese rol bien, vamos a recuperar la confianza de los ciudadanos. Está en nuestras manos. A mí cuéntenme en este último lugar: dentro de la oposición, jamás estaré de acuerdo a estar plegado al Gobierno federal. Sí, por supuesto, a respaldar todo aquello que sea positivo para México.
–Aquí en las cámaras, ¿cómo debe ser el trabajo del PAN ante esta avasalladora mayoría de Morena? Los representantes de Morena han dicho que van a buscar el consenso, pero cuando sea necesario aplicaran su mayoría.
–Hay que partir de realidades: la realidad es que tienen mayoría. Eso no implica que no tengas tú un papel, un rol. El PAN tiene 78 años de historia, y 72 desde que tuvo su primer participación parlamentaria. Siempre a lo largo de esos años hemos destacado por ser quienes tenemos la mejor argumentación, llegamos preparados técnicamente, hacemos propuestas que tienen sentido, somos responsables. Esa es la historia del PAN, esa es la herramienta más poderosa. Decía el fundador Manuel Gómez Morín que esa ideas y valores son nuestras mejores armas, no tenemos otras, pero tampoco las hay mejores. Yo creo en eso, sin duda alguna. Nuestras ideas, nuestra argumentación, nuestra preparación técnica esa será la herramienta para convencer a la mayoría.
La segunda herramienta es la sociedad: mientras el PAN impulse causas justas que verdaderamente tengan respaldo ciudadano, va a tener fuerza para poder lograr los cambios que se requieren en el país. Déjame darte un dato: nunca en la historia hemos tenido mayoría en ambas cámaras, juntas nunca. Hoy que se dice: ‘no te dan los números’, nunca nos han dado, jamás. Nunca en la historia del PAN hemos tenido mayoría y siempre hemos sido parte fundamental de la construcción de instituciones con ideas, con argumentos, eso es lo que tenemos que hacer hoy, con mucha habilidad, parados siempre del lado correcto. Eso sí, ¿andas de entregado? No entiendo por qué la gente va a votar por el PAN en el futuro, ¿para que votes y estés del lado del Gobierno? Mejor votas por el partido en el Gobierno.
–¿Cómo ve la actitud de Morena en las cámaras que se están quedando con todas las presidencias en San Lázaro?
–Sin duda negativa. Particularmente en Cámara de Diputados. Nosotros no hemos tenido un desencuentro de ese tamaño aquí. Creo que el tema donde hemos tenido un desencuentro fue esta actitud vergonzosa que se dio con la licencia al Senador Manuel Velasco. Yo creo que, pues hubo una mezcla de cámaras de diputados y del Senado, y nos muestra que es lo mismo de siempre: el pacto en lo oscurito, ‘pásame cinco diputados para tener mayoría acá, y yo te apruebo eso’, que era negativo. Ellos pierden cuando hacen eso.
–Ellos niegan que hubo un pacto.
–¡Por favor! ¿Quién les va a creer ese cuento? Ni los niños. No hay casualidades, nosotros argumentábamos que presentaran la licencia el jueves. No la votaron una, ni dos veces, ¡tres veces! Dos se negó y una tercera fue cuando se aprobó. No había duda que ya había votado el Senado. Creo que les costó afuera, y creo que cada vez que hagan eso, que abusen de su mayoría, va a tener un costo político para ellos. Nosotros vamos a estar siempre del lado correcto, siendo congruentes. Cámara de Diputados, yo respeto allá, como pido que respeten acá, pero definitivamente están abusando. Hay un artículo claro que dice que quien tiene la presidencia de la Mesa Directiva no tiene la Junta de Coordinación Política [Jucopo] y se escudan en otro que habla de que cuando tienes una mayoría en la Cámara, las puedes tener los tres años la Jucopo. Sí, pero nunca las dos posiciones. Es ilegal lo que hicieron, así de sencillo.
–¿No habrá marcha atrás?
–Debe haberla, le toca a la Coordinación o al grupo parlamentario del PAN en la Cámara de Diputados. Si yo estuviera ahí, estuviera viendo todo el proceso legal, como estoy seguro que ya lo están viendo. Decirte que espero que esa no sea la marca de la casa. Nosotros vamos a estar ahí para levantar la voz.
–Sobre el proceso de la renovación de la dirigencia del PAN, ¿cómo lo ve? Acaban de aprobar ir Marko Cortés por la presidencia con Héctor Larios.
–No tengo opinión. Yo he decidido no participar en el proceso de renovación de la dirigencia, todos al interior del PAN saben que estoy alejado de ello. Ya fui dirigente, ya fui secretario general, dimos nuestro máximo, ya soy Senador y estoy enfocado a mi responsabilidad acá. Déjame darte una opinión en términos de qué creo se necesita. Creo que la dirigencia debe tener varias características, entre otras, tener carácter. No sirve un dirigente que no tiene carácter, me refiero en toma de decisiones. Se necesita tener palabra, porque un dirigente para poder acordar al final del día, hace mediaciones en la mesa, debes de tener palabra y la gente saber que cumples. Si no, ¡imagínate nada más! Y tres, en este momento debe de entender el momento que vive el país y el rol que tiene que jugar el PAN. Yo espero que el próximo dirigente lo entienda bien, que es un rol de oposición firme. Esas son las tres características que a mí me gustaría ver en el próximo dirigente. Es todo lo que te puedo decir. Con respecto al Senado…
–¿Y Marko Cortés tiene estas características?
–No me voy a referir a ninguna persona, pero creo que se entiende lo que estoy diciendo (sonríe).
–Se comenta que le van a dar la coordinación de la bancada del PAN en el Senado a Rafael Moreno Valle y lo van a quitar a usted. De hecho se dice que fue usted la moneda de cambio, ¿qué opina?
–A uno no le pueden quitar algo que nunca estuvo, digamos participando en un posible acuerdo. Yo no soy parte de ese acuerdo. Cuando yo fui dirigente me trataron de poner en la mesa que las coordinaciones fueran parte de un acuerdo y yo hice lo que creo que debe hacer un dirigente digno, que es asumir sus facultades: la facultad de nombrar a los coordinadores parlamentarios es de la dirigencia nacional. Si un dirigente se la entrega a un ente externo, en este caso el Senado o diputados, sería lastimoso y vergonzoso que terceros decidan el futuro de las bancadas del partido; ya olvídate de Damián Zepeda, eso no importa, el hecho de que se entregue esa facultad sería terrible para el PAN. Espero que eso no sea lo que esté sucediendo.
En lo personal quisiera decirte lo siguiente: cuando decido participar por la coordinación, y que se sometiera el tema a consulta, lo hice bien consciente de que la dirigencia siempre tiene la facultad de nombrar a los coordinadores. Yo la tuve por el tiempo que fui dirigente, la tuvo Ricardo cuando fue dirigente. Ricardo nombró a Marko Cortés y a Fernando Herrera los ratificó. Yo cuando llegué los ratifiqué a ambos, y Marcelo [Torres Cofiño] nombró a Juan Carlos Romero Hicks y a un servidor. En todos los casos previa consulta. En el caso de la coordinación del Senado se habló uno a uno con cada senador, y fuimos quien resultó con mayor afinidad. Han querido hacer ver que fue una auto designación, pues hubo consulta. Han querido hacer ver que hubo imposición, pues hubo consulta. Imposición sería, quiero pensar que no, el que en una reunión de actores políticos ajenos al Senado se hayan puesto de acuerdo de quién será el coordinador, sin siquiera consultar a los senadores. ¡Eso sí es imposición para que veas!
–¿Qué opina de los otros aspirantes? ¿De Ernesto Ruffo?
–Tengo muy buena opinión de él, me parece una persona auténtica. Es un orgullo del PAN, el primer Gobernador de oposición en México, de alternancia. No siempre estoy de acuerdo con lo que dice, pero creo que lo dice por convicción. Yo respeto mucho eso. Respeto muchísimo más a una persona que dice lo que piensa, y que lo defiende al máximo, que a una persona que le da miedo la contienda y busca la salida fácil …(ríe).
–Hay algunos panistas, entre ellos Ernesto Ruffo, que dicen que hay que votar con la huella digital.
–Me gusta mucho la idea a mí. No el voto, ojo, porque si tu votas de tal manera que se pueda identificar por quién votas se está violando la secrecía del voto, pero el hecho de que tengas que poner la huella para pasar a votar me parece fabuloso. Ruffo fue un impulsor en esta dirigencia de la reingeniería y transparencia del padrón, en donde incluye la huella digital de cada militante; fenomenal, que se use el sistema, todo lo que sea garantizar transparencia sería positivo para el PAN.
Viene una etapa interesante para el PAN… mira, déjame resumirte mi manera de pensar: lo que define a una persona son sus ideas y su carácter, en tanto las mantengas, eres pleno. Hoy yo estoy muy orgulloso de ser Senador, yo con eso estoy realizado y tengo un gran orgullo de haber sido designado coordinador, entendiendo que siempre esa posición está a disposición de mi partido, porque en el PAN esa es la regla: el dirigente pone al coordinador, punto. Eso no está a debate. Puedes opinar del perfil, como pueden opinar de mí, si creen que soy adecuado o no… yo podré opinar en un futuro, si eso cambia, si es adecuado o no, puedes opinar del proceso, pero al final son las reglas de mi partido, porque tiene reglas y las reglas se cumplen.
–Este 1 de julio vimos lo que sucedió con los electores, ¿cuál es el reto principal para 2021?
–Depende de nosotros cómo lo vea. Así te lo digo: si el PAN asume el rol que le corresponde, de serle útil a México, siendo una oposición firme, fuerte, con carácter, con valor, como te he dicho, responsable, creo que va a empezar el proceso de recuperación. Si por el contrario el PAN es rehén de sus propios intereses particulares; de si no hay una buena negociación para un estado, de si no digas esto porque me quitan la policía, si eso es lo que rige la vida interna del PAN, muy mal. Está en nuestras manos. Si el PAN supera esta etapa y después decide o decidimos siempre hacer lo correcto sin importar la consecuencia, la gente va a volver a confiar en nosotros. Por otro lado, a Morena le viene el desgaste del Gobierno; de entrada ya se están rajando en muchas propuestas, que si decían que iba a bajar la gasolina, ya no; ya están diciendo que no va a subir, pero prometiste bajarla, y se puede bajar reduciendo impuestos, no le des tantas vueltas.
–¿Margarita Zavala debe regresar?
–Le tengo respeto. Es una valoración de ella, en lo personal respeto su decisión. Comparto algunas de sus ideas sobre el país, no compartí su decisión político-partidista y esa fue la diferencia que tuvimos, pero en términos de visión del país creo que hay muchas coincidencias.
–¿Le haría bien al PAN que ella volviera?
–Yo creo que la institución es más grande que cualquier persona. Cada persona toma sus decisiones. Su planteamiento de ‘voy a ser candidata con o sin el PAN’ estuvo mal desde el inicio. Yo cuando era dirigente siempre que me decían eso decía: ‘híjole ya perdimos amigo o amiga en esta relación, porque si tu saque es o me haces candidato o me voy, ninguna institución puede estar sujeta a esas amenazas’. Eso no se negocia. Es como quienes quieren negociar la justicia tanto interna como externa. Eso no se hace. Fueron errores, hay que ver la circunstancia e ir viendo caso por caso.
–¿Francisco Búrquez [Valenzuela], su paisano?
-–Me pudo muchísimo, yo creo que es un hombre auténtico, muy auténtico. No comparto sus valoraciones, particularmente finales. En algunas ocasiones cuando hacía comentarios yo le escribía y le decía: ‘oye ponme un ejemplo de esto que estás diciendo, porque te están refiriendo de manera negativa a la dirigencia’. Creo que hay cosas que no dijo, que había pedido ciertas cosas y no se lograron, pero en términos generales creo que es una buena persona. Ha pasado por circunstancias difíciles en la vida personal, está saliendo adelante y gente como él se necesitan en México. Que lástima esta última etapa, no estoy de acuerdo con un montón de cosas que dice, pero creo que es un tipo auténtico.