Estos robots exhiben propiedades que van más allá de las de máquinas actuales, señala uno de los desarrolladores.
Londres, 12 de septiembre (EFE).- Un equipo de científicos ha desarrollado robots capaces de unirse, dividirse o, incluso, repararse a sí mismos sin perder sus funciones sensomotrices, según un estudio que publica hoy la revista Nature.
Este trabajo, liderado por la Universidad Libre de Bruselas, abre la puerta a la aparición en un futuro muy próximo de robots que, de manera autónoma, podrán modificar su forma, tamaño y funciones.
Muchos tipos de autómatas, recuerdan los autores, están controlados por sistemas nerviosos robóticos cuyos sensores y transmisores, por ejemplo, están conectados a una unidad procesadora central.
No obstante, en la mayoría de esos casos, esos sistemas están construidos para que se adapten exclusivamente a la forma del robot, lo que limita su flexibilidad, adaptabilidad y capacidades, precisan los expertos, entre los que figuran miembros del Instituto Universitario y de Telecomunicaciones de Lisboa (Portugal).
La adaptabilidad, apuntan, puede mejorarse con el uso de robots modulares, fabricados con unidades múltiples capaces de formar cuerpos colectivos.
Sin embargo, los avances en la coordinación y el control de los robots modulares se han visto limitados por el hecho de que las citadas unidades solo pueden generar un número limitado de cuerpos colectivos con formas predefinidas.
«Aquí presentamos robots cuyos cuerpos y sistemas de control pueden unirse para formar robots enteramente nuevos y retener todo el control sensomotriz. Nuestros modelos de control permiten a los robots exhibir propiedades que van más allá de las de máquinas actuales o de cualquier organismo biológico», destacan los autores en el texto.
Estos autómatas de última generación pueden adoptar nuevas formas y tamaños en respuesta a una tarea específica o a un cambio de medio, al tiempo que son capaces de repararse a sí mismos retirando sus partes dañadas o reemplazándolas.
De cara a sus aplicaciones prácticas, los expertos confían en que servirán, por ejemplo, para detectar, mover y elevar objetos, como ladrillos de construcción, si bien en el futuro no será necesario construirlos para que desarrollen solamente una tarea específica.
«Este trabajo nos acerca un poco más a los robots que podrán, de manera autónoma, cambiar su tamaño, forma y función», señalan los científicos.