Miguel Rivas, de la organización internacional Greenpeace, fue expulsado por elementos de seguridad encabezados por el equipo de trabajo de la Senadora del PVEM, Ninfa Salinas, de un foro celebrado en el Senado de la República. El activista aseguró que se trata de un «acto discriminatorio que atenta contra la libertad de expresión» de los críticos del Gobierno mexicano.
En el foro intervendrían Alejandro Del Mazo Maza, titular de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp); la Senadora Ninfa Salinas y Pablo Arenas, titular del Instituto Nacional de Pesca (Inapesca), todas ellas, autoridades a las que Greenpeace en algún momento y por distintos temas les ha demandado –de manera pacífica– cumplir con su trabajo en la protección del medio ambiente.
Ciudad de México, 12 de septiembre (SinEmbargo).- Miguel Rivas, campañista de Océanos de Greenpeace, fue expulsado del foro Conservación de ecosistemas marinos en México, celebrado este día en el Senado de la República.
«Es un atentado en contra de nuestra libertad de poder criticar las cosas, de poder decir qué es lo que no está bien en el país. Es un agravio a la libertad de expresión y es absurdo que en un sitio tan democrático como es el Senado, la democracia quede sólo en el papel […] Demuestra la poca libertad de expresión que hay en México y sobre todo la represión a la que son sujetos los actores de la sociedad civil, ya sea, periodistas, organizaciones o activistas», dijo el ambientalista, en entrevista para SinEmbargo.
De acuerdo con un comunicado de prensa emitido por la organización internacional, el activista es considerado ‘persona non grata’ dentro de este espacio democrático del país», por lo que guardias de seguridad del recinto lo «acompañaron» a la salida.
«Como cualquier ciudadano envié mi solicitud para asistir al evento y recibí la confirmación. Asistí en tiempo y forma, estaba sentado en las butacas cuando un guardia se me acercó para pedirme hablar. Salí y estaba el jefe de seguridad del Senado, quien me dijo: ‘nosotros sabemos que tú eres de Greenpeace y la verdad no puedes estar en este evento'», narró Rivas.
El argumento que recibió Rivas por parte de los elementos de seguridad y César Rivas, asesor de la Senadora Ninfa Salinas, presidenta de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales y quien es integrante del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), fue que “no era bienvenido por seguridad del evento”, cuando la ONG se ha caracterizado por ir en contra de la violencia.
El 20 de abril pasado, Greenpeace México se manifestó de forma pacífica a las afueras del recinto a fin de exigir a la comisión presidida por Salinas a no aprobar la iniciativa de Ley General de Biodiversidad que se expediría para abrogar la Ley General de Vida Silvestre, al considerar que los recursos naturales del país podrían ser privatizados.
Ese día, Rivas acusó en entrevista para este medio: “esta Ley está abriendo la puerta al saqueo de nuestros recursos naturales, lo está haciendo legal. Lo que actualmente podría estar ocurriendo de forma no regularizada o informal, ahora podría contar con la formalidad necesaria”.
Y Gustavo Ampugnani, director de la organización ambientalista, se pronunció: “estamos a las afueras del Senado de la República para manifestar nuestro rechazo frente al dictamen de iniciativa de Ley de Biodiversidad que está promoviendo el Partido Verde, específicamente la presidenta de la Comisión de Medio Ambiente Ninfa Salinas”.
La Ley de Biodiversidad fue desechada en mayo pasado.
Por si fuera poco, el Senado también impidió la participación de otras integrantes de la organización internacional: Edith Martínez, Ana Borbolla y Claudia Carrillo, quienes ya contaban con confirmación, pero una noche antes recibieron una llamada para anunciarles la cancelación .
En el foro estaba programada la participación de Alejandro Del Mazo Maza, titular de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), de la Senadora Ninfa Salinas, de Pablo Arenas, titular del Instituto Nacional de Pesca (Inapesca), todas ellas, autoridades a las que Greenpeace en algún momento y por distintos temas les ha demandado –de manera pacífica– cumplir con su trabajo en la protección ambiental.
Las críticas de Greenpeace hacia Inapesca y Conapesca han sido por la «negligencia» en la vigilancia y por las redes de pesca utilizadas en el hábitat de la vaquita marina, especie endémica de México de la que quedan apenas 30 ejemplares.
Sobre la Conanp, la OSC ha señalado que las Áreas Naturales Protegidas (ANP) «sólo quedan en el papel» porque muchas de ellas continúan sin programas de manejo.
«Es un acto discriminatorio que atenta contra la libertad de expresión no sólo de mi persona y la organización que yo represento que es Greenpeace, sino hacia las organizaciones de la sociedad civil en general porque esto es un mensaje ‘si tú no hablas bien de nosotros o si tu línea de comunicación no es nuestra línea, pues entonces eres castigado, no eres bienvenido'», aseguró.
De acuerdo con el boletín, Greenpeace México «continuará trabajando a través de la no violencia, en favor de un medio ambiente sano y la justicia social, en la que no deben permitirse actos discriminatorios como éste, en un estado que se presume democrático y con respeto a las libertades. Además de que seguir señalando de manera decidida a quienes atentan contra los recursos naturales».