Assassin´s Creed: Valhalla mantiene la fórmula que vimos en Asssassin´s Creed: Origins y Assassin´s Creed: Odyssey y no está mal, al contrario, es una fórmula que cambió por completo la experiencia tradicional del juego para bien. Gráficamente el juego se ve muy bien trabajado, sobre todo en la parte de las animaciones; la diversión de ser un vikingo y vivir una vida a la voluntad de los dioses, beber y demostrar tu fuerza será el día a día en Assassin’s Creed: Valhalla.
Ciudad de México, 12 de julio (SinEmbargo).- Tuvimos la oportunidad de jugar la próxima entrega en la saga de Assassin´s Creed que está enfocada en la temática vikinga, a lo largo de poco más de 3 horas de juego pudimos experimentar algunas misiones de la historia, aunque sin tener una clara visión de la trama principal del juego, sí tuvimos una muestra de lo que nos espera en esta próxima entrega, además de poder experimentar libremente la exploración de algunas zonas en el juego, el sistema de armas y armadura además del sistema de combate.
Assassin´s Creed: Valhalla mantiene la fórmula que vimos en Asssassin´s Creed: Origins y Assassin´s Creed: Odyssey y no está mal, al contrario, es una fórmula que cambió por completo la experiencia tradicional del juego para bien. Además, una de las partes fundamentales del éxito de las dos últimas entregas es la época en la que se desarrollan, como la antigua Grecia y el antiguo Egipto, pero en esta ocasión, recorreremos algunas regiones de la antigua Europa, como partes de Inglaterra y Noruega, siendo la temática vikinga el enfoque principal de esta entrega. Como es costumbre en las entregas de la serie, además de vivir una historia en el pasado, también contaremos con una historia basada en el presente, utilizando a Layla Hassan, al igual que en las dos últimas entregas.
En la historia principal del juego tomaremos el papel de «Eivor», un vikingo de Noruega que forma parte de la hermandad de asesinos. A lo largo de esta aventura experimentaremos eventos de la vida de Eivor así como combates, invasiones y mucha exploración.
El combate de Assassin´s Creed: Valhalla no cambia mucho con respecto a sus antecesores, la dinámica es casi la misma y nos ofrece una variedad de combinaciones con diferentes armas para hacer un combate más dinámico, esto va desde equipar un arma de una mano y un escudo hasta tener una sola arma de dos manos o un arma en cada mano, al final dependerá del jugador la manera en que desee jugar y combatir. La progresión es parte fundamental y seguiremos haciendo uso de mejoras en nuestra armadura y armas para poder tener mayor resistencia y daño en el combate. Además de las armas, tenemos nuestro árbol de habilidades que están enfocadas en tres poderes diferentes: el poder del cuervo, el cual te da una gran variedad de diferentes técnicas para asesinar a tus enemigos, teniendo un enfoque más de sigilo; el poder del oso, enfocado en tus ataques y movimientos finales y el poder del lobo, enfocado en ataques a distancia que te dará opciones de noquear a los enemigos que no estén a un corto alcance o utilizar tu arco en combinación con ataques cuerpo a cuerpo.
Una de las cosas más novedosas del juego y que tiene que ver mucho con la temática son los combates contra los anglosajones liderados por «Alfred El Grande», uno de los antagonistas principales en la historia vikinga. El fuego, la lluvia, el ambiente y los gritos de combate hacen que Assasin’s Creed: Valhalla sea una experiencia que no se asemeja a una entrega previa, la combinación con la música y el combate crea una atmósfera de lucha que pocos juegos logran hacer, además de que cada combate puede ser muy diferente y necesitarás utilizar toda tu agilidad y habilidades posibles para poder salir victorioso. Las redadas contra los anglosajones son una de las actividades más divertidas, además obtendrás recompensas y terminarás puntos de redadas en el mapa.
La exploración sigue siendo parte fundamental para descubrir secretos y locaciones, además de obtener misiones secundarias a lo largo del juego que van desde atrapar a un gato que huyó de su dueño hasta enfrentar enemigos con poderes sobrenaturales pero, sobre todo, la diversión de ser un vikingo y vivir una vida a la voluntad de los dioses, beber y demostrar tu fuerza será el día a día en Assassin’s Creed: Valhalla.
Gráficamente el juego se ve muy bien trabajado, sobre todo en la parte de las animaciones, siendo los momentos que vivimos sobre el mar y los combates contra jefes una de las más grandes sorpresas del juego, ver a lo lejos una lluvia de flechas en llamas, rayos cayendo o esquivando ataques de un ser con poderes sobrenaturales mientras suena música vikinga de fondo hace que Assassin’s Creed: Valhalla sea una experiencia que nos deja una gran satisfacción y una gran expectativa para la versión final del juego.