En el domicilio de Andrés, vinculado a proceso por feminicidio, autoridades hallaron los restos de al menos 17 personas, además de 28 cintas de video, y 25 casetes de formato VHS y al menos 91 fotografías de distintas personas y credenciales de identificación.
CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Los investigadores que realizan las tareas de excavación en la casa de un presunto asesino serial en Atizapán, Estado de México revelaron el sábado haber encontrado a la fecha 3 mil 787 fragmentos óseos, al parecer pertenecientes a 17 víctimas.
Los fiscales en el Estado de México, contiguo a la capital mexicana, han insinuado que los hallazgos macabros podrían no terminar ahí. Desde el 17 de mayo, las autoridades han efectuado excavaciones en los pisos de la casa donde vivía el supuesto feminicida. Ahora tienen previsto ampliar la búsqueda hacia el suelo de otras habitaciones que el hombre alquilaba en la misma propiedad.
En la vivienda también fueron encontradas credenciales de identificación y otras pertenencias de mujeres desaparecidas hace años, lo que deja entrever que la cadena de asesinatos podría remontarse a años.
La cantidad de fragmentos óseos hallados debajo de los pisos de concreto en la casa del detenido implica que los cadáveres quizá fueron descuartizados. Esto podría tener sentido: el hombre, al que los fiscales identifican sólo como “Andrés”, fue carnicero y de hecho había destazado y fileteado a su última víctima.
“Los restos óseos, éstos se encuentran en una etapa de estudio denominada lateralización, que consiste en la limpieza minuciosa de cada uno de ellos; posteriormente se identifica a qué parte del cuerpo corresponden y se colocan en posición anatómica, de tal manera que es posible determinar una aproximación del número de víctimas”, explicó la fiscalía en un comunicado.
“En ese sentido, estos análisis han arrojado hasta este momento, la posibilidad de que se hayan encontrado restos óseos correspondientes a 17 personas”, según el texto.
Las autoridades no han dado a conocer el nombre completo del detenido, de 72 años, de acuerdo con la ley mexicana que protege su identidad.
Se dispuso que enfrente juicio por el asesinato de su última víctima, una mujer de 34 años cuyo cadáver presuntamente desmembró con una sierra y cuchillos de carnicero el 14 de mayo.
El hombre fue capturado, no como resultado de un trabajo intenso de investigación, sino porque su presunta víctima más reciente era esposa de un comandante de policía que lo conocía personalmente. El día de su desaparición, la mujer había quedado de llevarlo a un mercado mayorista del centro de la capital mexicana para comprar suministros para su tienda, por lo que esposo sospechó de él cuando ella no volvió a casa.
El policía accedió a las cámaras de vigilancia, que mostraron a su esposa entrando, pero no saliendo, a la calle en que estaba la vivienda del sospechoso; el policía acudió a la casa, confrontó al hombre y en el interior encontró lo que quedaba del cuerpo de su esposa.
Posteriormente, los investigadores encontraron en la vivienda zapatos de mujer, maquillaje, ocho celulares, listas de nombres y grabaciones de audio y video que sugieren que podría haber grabado a sus víctimas.
El formato de las cintas de video encontradas en la casa indica desde hace cuánto datan los asesinatos: las autoridades hallaron 28 cintas de 8mm, que fueron descontinuadas alrededor de 2007, y 25 casetes de formato VHS, que cayeron en desuso cerca de 2016.
Sin embargo, los formatos tecnólogos obsoletos suelen seguir siendo usado en México luego de haber sido reemplazados en otros países.
De acuerdo con la fiscalía se han encontrado un total de 91 fotografías, muchas de ellas del tipo que las personas usan para obtener sus credenciales de identificación.
Los fiscales afirman que continúan examinando los fragmentos óseos con la intención de extraer ADN que permita identificar a las víctimas.