Durante la ceremonia estuvo sentado en la primera fila, a la derecha del Presidente junto a la Ministra en retiro Olga Sánchez Cordero, presidenta de la Mesa Directiva del Senado.
Ciudad de México, 12 de abril (SinEmbargo).- El Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, evitó dar algún posicionamiento por respeto al caso de Emilio Lozoya durante el informe de 100 días del cuarto año del Presidente Andrés Manuel López Obrador, al que asistió como invitado especial.
El titular de la Fiscalía General de la República (FGR) evitó hablar sobre el caso de Emilio Lozoya.
“Sin comentarios en este momento”, dijo a medios en los pasillos del jardín de la Emperatriz en Palacio Nacional, mientras caminaba acompañado del Canciller Marcelo Ebrard.
Además, calificó de “espléndida” la ceremonia de López Obrador.
“Esta es una ceremonia en la que venimos a celebrar el informe del señor Presidente, que ha sido espléndido, es todo lo que hay que decir”, añadió.
Durante la ceremonia estuvo sentado en la primera fila, a la derecha del Presidente junto a la Ministra en retiro Olga Sánchez Cordero, presidenta de la Mesa Directiva del Senado.
SHERER IBARRA REVELA QUE GERTZ MANERO BUSCABA MANCHAR SU NOMBRE
El pasado 19 de marzo, Julio Scherer Ibarra, exconsejero jurídico de la Presidencia, reveló en un amplio texto escrito por él y publicado en la revista Proceso, que detrás de “las acusaciones falsas” en su contra están los intereses de la Senadora Olga Sánchez Cordero y del Fiscal Alejandro Gertz Manero, “cómplices en el afán por manchar” su nombre.
El exconsejero jurídico acusa una confabulación entre la exsecretaria de Gobernación y el Fiscal General de la República para perseguirlo mediante un modus operandi “extorsivo”, valiéndose de su poder y de recursos públicos para buscar “venganzas personales”, lo que se repite en los casos Juan Collado, Cruz Azul, Viaducto Bicentenario, Gómez Mont y Álvarez Puga.
“Ya en el poder, Vicente Fox no pudo o no quiso superar las prácticas priistas que denunció con falsa pasión durante la campaña que lo llevó a escenificar la transición en el poder en el año 2000. En ese entonces viví en carne propia la persecución política y fue a partir de esa experiencia, días sin luz, que decidí luchar por una fiscalía independiente que no ampare venganzas ni intereses personales al margen de la justicia”, inicia el escrito del exconsejero en Proceso.
Luego explica que antes de escribir el texto dudó sobre si debía divulgarlo, pues al hacerlo había la posibilidad de lastimar un proyecto de Nación en el que cree.
“La decisión llegó por sí misma: callada, la verdad pierde el sentido de existir. Este es el origen de los ataques que he tenido que soportar, desde los cargos que ostentan, de Alejandro Gertz Manero en complicidad con Olga Sánchez Cordero”, afirma Julio Scherer.
Sobre Olga Sánchez Cordero, el exconsejero refiere que desde el inicio del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador se dieron diferencias.
“Como es de dominio público, la responsabilidad en los asuntos de seguridad descansó en el entonces Secretario de Seguridad Alfonso Durazo y la Secretaría a cargo de Olga Sánchez Cordero se vio acotada en sus áreas de competencia respecto a la ‘supersecretaría’ que operó en tiempos de Enrique Peña Nieto”, indicó. “Por otra parte, la interlocución con la fiscalía y el Poder Judicial recayó escencialmente en mi persona, en calidad de consejero jurídico de la Presidencia”.
De acuerdo con Scherer, a raíz de esto la Ministra en retiro emprendió una investigación en su contra sobre sus actividades profesionales.
“En un amplio documento, Sánchez Cordero presentó una serie de fabulaciones respecto a mi relación con despachos como el de Rivera Gaxiola, Kalloi, Fernández, Del Castillo, Quevedo, Lagos y Machuca, así como el bufete Araujo, González, Peimbert, Robledo y Carrancá Abogados, entre algunos otros”, asegura.
“El calumnioso documento llegó a mis manos por conducto de Miguel Alemán Magnani, quien se acercó a mi oficina para tratar de salvar la quiebra de Interjet. En cuanto tuve conocimiento de su existencia yo mismo lo hice del conocimiento de mi jefe, el Presidente López Obrador, quien le restó importancia y me recomendó hacer lo propio”, añade el exconsejero.
Sobre Alejandro Gertz Manero, Julio Scherer cuenta que contó con su apoyo para ocupar la Fiscalía General de la República porque creyó en su probidad y en sus capacidades como abogado, pero a finales del último septiembre un reportaje de Proceso despertó en el Fiscal una ira que la descargó contra su persona.
El reportaje referido es “La casa secreta de Gertz Manero”, bajo la firma de la reportera Neldy San Martín, el cual Gertz Manero le atribuyó a Scherer haber facilitado información.
“Me acusó también de haber filtrado a la prensa un supuesto borrador sobre las reformas al sistema de justicia –al que comunicadores y analistas decidieron dar carácter oficial– cuando fue el mismo equipo del Fiscal el que subió a sus redes sociales dicho trascendido. Habían transcurrido dos años de aquel episodio en el que fui yo el único funcionario que lo acompañó a presentar las reformas ante el Senado, donde fuimos duramente criticados”, destaca.
Entonces, agrega, “explotó el rencor que yo no podía imaginar y del que no ha habido vuelta atrás: vehemente, agregó a su lista de reproches que sólo un favor me había pedido y que yo se lo había negado: impedir que su cuñada Laura Morán y la hija de esta, Alejandra Cuevas Morán, obtuvieran un amparo por la acusación del homicidio de su hermano Federico Gertz Manero, de lo que él las acusa. Lo pidió el fiscal, sí, a sabiendas de que era un acto ilegal. Colérico como es, desencajado el rostro, conforme avanzaba en los reclamos por sus asuntos personales le temblaban los labios, le temblaban las manos, le temblaba la voz”.
Julio Scherer afirma en el texto que Alejandro Gertz “pretende enviarme al territorio del miedo, el que convierte todos los ruidos en gritos, todas las sombras en amenazas y a todos sus enemigos en blancos de la justicia, su justicia”.
Acusa al Fiscal de hacer uso de la Fiscalía como si fuera su despacho privado y tiene a Juan Ramos López, su subprocurador, como abogado de cabecera para privilegiar el avance de sus asuntos personales por encima de las cuestiones emblemáticas del gobierno, como el combate a la corrupción y la persecución a la delincuencia organizada, donde no alcanzan a verse los resultados concretos que le fueron encomendados.
“Hoy simplemente me pregunto si podrá el Fiscal, obsesionado con el poder, desprenderse de su despotismo, su egoísmo y su prepotencia para dejar de utilizar sus atribuciones como instrumento de su megalomanía”, detalla.
Por último, Julio Scherer manifiesta su respeto al Presidente Andrés Manuel López Obrador: “Mi lealtad hacia él, hacia su proyecto de Nación y hacia su persona es un valor irrenunciable. No podría atentar contra ello”.
“Más allá de mí, Olga Sánchez Cordero y Alejandro Gertz Manero deshonran el juramento de guardar y hacer guardar la Constitución en cada uno de sus excesos. La traición habita en ellos”, advierte.
Agrega sobre Gertz que el país no podrá cambiar del todo mientras la justicia sea rehén de hombres como él.
“Su Fiscalía no tiene contrapesos constitucionales y hoy es un peligro. No voy a cesar en la denuncia de sus atropellos. Más allá del futuro que me aguarde, queda mi testimonio”, finaliza.