México, el segundo país con más católicos en el mundo, solo superado por Brasil, ha visto muy afectada la celebración de la Semana Santa por estas medidas de distanciamiento social decretadas para evitar contagios del coronavirus SARS-CoV2.
México, 12 de abril (EFE).- La Iglesia católica mexicana pidió este Domingo de Pascua a los feligreses quedarse en casa para evitar contagios de COVID-19, pandemia que lleva 273 muertos y cuatro mil 219 casos confirmados en el país, y comparó el confinamiento sanitario con el «descanso» de Jesús previo a su resurrección.
«Quédate en casa. Ponte en paz y en silencio con Dios. Descansa en Jesús. Resucitaremos con Él», expresó la Arquidiócesis de México en su editorial dominical del semanario Desde la Fe.
En este Domingo de Pascua, en el que los católicos conmemoran la resurrección de Jesucristo, la Iglesia mexicana comparó el confinamiento por la pandemia con el descanso de Jesús previo a resucitar.
«Ante la situación tan especial que estamos viviendo a nivel mundial, hoy queremos subrayar que entre el Calvario y el sepulcro abierto y vacío hay un espacio que no hemos valorado suficientemente: el descanso en la paz y en el silencio», expresó.
La Iglesia recordó que, según la tradición religiosa, Jesús descansó el sábado posterior a su crucifixión del mismo modo que Dios descansó en el séptimo día de la creación.
«El confinamiento sanitario que se ha planteado ¿podemos asumirlo como el «descanso en el sepulcro» previo a la resurrección?», se preguntó la institución católica.
Aunque admitió que la comparación puede parecer «muy forzada», invitó a los mexicanos que «si nos repiten «quédate en casa» podamos entender: «descansa en Dios».
«Tenemos como destino la vida y la resurrección. Pero sabemos que el camino cruza por la entrega hasta el dolor extremo. De ahí que el calvario de tantos enfermos y la entrega de todo el personal médico exige también el «descanso» y el silencio de quienes podemos colaborar para que pronto llegue la luz de la resurrección», concluyó.
Ante el avance de la pandemia, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) sugirió a mediados de marzo a obispos y sacerdotes suspender las misas presenciales y retransmitirlas por televisión e internet para proteger a los fieles.
El Gobierno de México decretó del 31 de marzo al 30 de abril la crisis sanitaria, lo que obliga a parar las actividades económicas no esenciales, y exhortó a la población a quedarse en casa, aunque la cuarentena no es obligatoria.
México, el segundo país con más católicos en el mundo, solo superado por Brasil, ha visto muy afectada la celebración de la Semana Santa por estas medidas de distanciamiento social decretadas para evitar contagios del coronavirus SARS-CoV2.
La histórica y multitudinaria procesión de Iztapalapa, en Ciudad de México, por ejemplo, tuvo que celebrarse el Viernes Santo a puerta cerrada por primera vez desde 1843 y retransmitirse de forma telemática.