Esta reforma se ha convertido en un condicionante por parte de Estados Unidos para ratificar o no el acuerdo trilateral. Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes del vecino del norte, dijo que si no había especificaciones sobre la implantación de nuevas leyes sobre el trabajo en México, entonces, no habría acuerdo.
Por Laura Quintero
Ciudad de México, 12 de abril (Economía/Hoy/SinEmbargo).- Uno de los objetivos de la Reforma Laboral aprobada por la Cámara de Diputados, que se espera sea aprobada también por el Senado, es cumplir con los compromisos establecidos en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC) en materia laboral pero sacrifica una de las promesas del Gobierno morenista, la regulación del outsourcing.
«Es evidente que la aprobación en este momento y en estos términos responde al asunto del acuerdo con Estados Unidos por lo que dificultó revisar cosas importantes como el outsourcing. Es una reforma avanza pero se queda corta en la instrumentación y en el aspecto del outsourcing», indicó Miguel Calderón Chelius, coordinador del Observatorio del Salario de la Universidad Iberoamericana Puebla.
Esta reforma se ha convertido en un condicionante por parte de Estados Unidos para ratificar o no el acuerdo trilateral. Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes del vecino del norte, dijo que si no había especificaciones sobre la implantación de nuevas leyes sobre el trabajo en México, entonces, no habría acuerdo.
Ante las presiones de Estados Unidos para ratificar el acuerdo, Andrés Manuel López Obrador, dijo que la Reforma Laboral en México debía ser aprobada conforme a lo acordado con Canadá y su socio comercial más importante, «para evitar que se abra de nuevo el proceso de renegociación del tratado».
De acuerdo con Juan Francisco Torres Landa, director general de la firma de abogados Hogan Lovells México, la Reforma Laboral tiene una injerencia directa con lo que está pasando con el TMEC ya que México tiene un compromiso de flexibilizar y hacer una serie de ajustes en la Reforma Laboral.
OUTSOURCING SE QUEDA FUERA
La Reforma Laboral de 2012 aprobada durante el sexenio de Felipe Calderón legalizó el outsourcing y a través de éste fortaleció la contratación y el despido a bajo costo. La implementación de este mecanismo de terciarización laboral impactó en la precarización de los trabajadores que son contratados mediante este esquema.
El outsourcing es uno de los mecanismos a través de los cuales se realiza la subcontratación, y está vinculada a la carencia de prestaciones y de seguridad social, al pago por honorarios o por servicios profesionales y al deterioro de vida de los trabajadores.
De acuerdo con José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (Idic), la ausencia del tema de la terciarización en esta reforma se debe a que se impuso la realidad del mercado laboral mexicano porque este esquema implementó una manera de flexibilizar el mercado laboral y reducir los costos de contratación y despido.
Calderón Chelius mencionó que el outsourcing estira al máximo la legalidad y pone en una situación de indefensión a los trabajadores debido a que se convierte en un recurso a través del cual los empresarios eluden el pago de prestaciones y su responsabilidad laboral con sus trabajadores.
«La omisión del Gobierno para eliminar esta figura se debe a que no tuvo una alternativa que presentar para poder conservar alguno de los beneficios que había dejado el aoutsourcing como la creación de empleos», precisó de la Cruz.
Los legisladores han planteado que este tema se plantearía en el siguiente periodo de la actual legislatura que iniciará en septiembre. Sin embargo, el especialista del Idic refirió que la Reforma Laboral tiene que plantear las directrices, que si bien podrían plantearse en las leyes secundarias, ésta debería contener directrices para que el outsourcing no se utilice en perjuicio de los trabajadores y eso debería de estar plasmado en este dictamen.
LOS CAMBIOS Y LOS AVANCES
Algunos de los aspectos que contempla esta reforma es que da a los trabajadores la libertad de pertenecer al sindicato que ellos decidan. También acota los periodos de mandato de los líderes sindicales y éstos tendrán que someterse a elección de los miembros del sindicato a través del voto libre y secreto.
Sobre esto Calderón Chelius dijo que la práctica de tomar decisiones en asamblea abierta es una práctica de control político, «si esto efectivamente se lleva cabo va a permitir dinamizar la vida de los sindicatos y recuperar su función social que es representar los intereses de los trabajadores», precisó.
Otro de los puntos es la eliminación de las Juntas de Conciliación y Arbitraje que serán sustituidas por Órganos Jurisdiccionales que pasarán a Tribunales Laborales, aunque no es claro cómo es que se llevará a cabo esta transición, además de que tampoco hay un presupuesto designado para que eso suceda este año.
«Falta ver cómo se implementa esa transición por qué tendrá costos muy altos», aseveró Calderón Chelius.