México

Trump revive viejos reclamos de los mexicanos: el agandalle de 1848, la dependencia al TLCAN…

12/04/2017 - 4:00 pm

Donald Trump ha despertado viejos resentimientos de los mexicanos hacia Estados Unidos. Por un lado, negociadores están trabajando en un acuerdo comercial con Europa a fin de reducir la dependencia en los mercados estadounidenses, después de que Trump prometiera renegociar el TLCAN. Debido a la postura antiinmigrante de Trump, México también ha establecido talleres y líneas telefónicas gratuitas para informar a los migrantes sobre los derechos que tienen en caso de que los envíen de regreso a su país. El lado más extremo se encuentra el invalidar el Tratado de Guadalupe Hidalgo de 1848, a través del cual México recibió 15 millones de Estados Unidos pero cedió California y la mayor parte de Arizona, Nevada, Utah, y partes de Colorado, Wyoming y Nuevo México.

Por Mark Stevenson

Ciudad de México, 12 de abril (AP).– México ha emprendido una movilización para resistir las políticas del presidente Donald Trump de varias maneras, que van desde prudentes hasta extrañas.

Funcionarios mexicanos negocian un nuevo acuerdo comercial con Europa a fin de reducir la dependencia de su país del mercado estadounidense, después de que Trump prometiera renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte e impedir que empresas estadounidenses trasladen plantas al sur de la frontera.

Estados Unidos recibe tres cuartas partes de las exportaciones mexicanas y abastece la mitad de las importaciones de México.

Debido a la postura antiinmigrante del mandatario estadounidense, México ha establecido talleres y líneas telefónicas gratuitas para informar a los migrantes sobre sus derechos en caso de que los repatrien, aunque las deportaciones han bajado 13% desde que Trump asumió la presidencia.

Tan frecuentes son los mensajes al público sobre lo que los migrantes deben hacer si los agentes de inmigración llegan a su casa —no abran la puerta, pidan que ellos se identifiquen y les muestren las órdenes de arresto— que los radioescuchas en la Ciudad de México quizá sepan más en este momento sobre cómo enfrentar a los agentes estadounidenses de inmigración que a policías locales corruptos, o sobre otros asuntos públicos apremiantes como el combate al dengue o al zika.

Sin embargo, las políticas y comentarios sobre México de Trump también han suscitado propuestas más que raras y desenterrado fantasmas muy viejos.

En los últimos 30 años, el abogado Guillermo Hamdan ha pasado su tiempo libre preparando argumentos legales para invalidar el Tratado de Guadalupe Hidalgo de 1848, mediante el cual México recibió 15 millones de dólares Estados Unidos a cambio de California y la mayor parte de Arizona, Nevada, Utah, y partes de Colorado, Wyoming y Nuevo México.

Estos territorios han sido parte de Estados Unidos por casi 170 años, casi siete veces más tiempo que el período cuando fueron parte del México independiente.

Hamdan alega que el tratado es inválido porque fue firmado bajo coerción como resultado de la guerra entre ambos países (1846-1848), iniciada con una invasión estadounidense. Una victoria judicial mexicana obligaría a Estados Unidos a que devolviera gran parte del territorio o pague una reparación que Hamdan considera «incalculable».

Mientras que el gobierno de México no ha mostrado interés en tomar el caso, el asunto ha llamado la atención pública en fecha reciente en el país.

«Lo que hizo Trump fue abrir la puerta a los fantasmas» de un caso de 170 años, dijo Hamdan.

«Fue lo único que hizo, por agredirnos», agregó. «Abrió la caja de Pandora, una herida que todavía no está cerrada. Y el señor le vino a poner alcohol, aguarrás. Abrió la llaga».

Otro caso antiguo —este poco conocido incluso en México— fue expuesto por el senador Patricio Martínez, quien afirma que las demarcaciones fronterizas actuales en el suroeste de Nuevo México y Arizona son erróneas debido a un error topográfico tras la Venta de la Mesilla, en 1853, cuando Estados Unidos compró casi 77.000 kilómetros cuadrados (30.000 millas cuadradas) de México a cambio de 10 millones de dólares.

Martínez ha desempolvado mapas y afirma que los demarcadores en tierra fueron misteriosamente movidos de lugar entre 1853, cuando fueron puestos y revisados por ambos países, y 1896, cuando se hizo otro mapa. Dijo que las líneas deberían de haber sido demarcadas más hacia el norte y que a México se le robó casi 85.000 hectáreas (210.000 acres) de terreno.

Martínez argumenta que Estados Unidos le debe de devolver el terreno a México o pagarle lo que cuesta.

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