En un extraño caso, Óscar Aquilino Sáenz Muñiz, de 50 años, murió luego de que presuntamente unos delincuentes lo obligaran a tomar ácido para asaltarlo, informaron agentes que tomaron conocimiento del hecho.
Testigos aseguran que el hombre bebió ácido. Foto: especial
Por Ulises Martínez
Ciudad de México, 12 de marzo (SinEmbargo/Vanguardia).- En un extraño caso, Óscar Aquilino Sáenz Muñiz, de 50 años, murió luego de que presuntamente unos delincuentes lo obligaron a tomar ácido para asaltarlo, informaron agentes que tomaron conocimiento del hecho en Coahuila.
De acuerdo con la información proporcionada por la Procuraduría General de Justicia del Estado, el hombre fue localizado en su camioneta en estado grave. José Antonio Valdés, un ejidatario, pasaba por el sitio, ubicado en el ejido El Chupadero, en el kilómetro 8.5 de la carretera Los Lirios-El Tunal. Al pasar por el sitio en su vehículo, el sonido del claxon de una camioneta Lobo color blanco lo hizo detenerse. Fue así como hizo contacto con Óscar, quien se hallaba en malas condiciones y no podía hablar, según se dijo.
Sin embargo, con señas se dio a entender. Presuntamente dos personas armadas le habían cerrado el paso, lo amagaron para luego atarlo de pies y manos con un cordón de los llamados “cola de rata”.
A un costado del vehículo se encontró una botella con ácido muriático, confirmando más tarde la ingesta del líquido, el cual acabó por quemarle los órganos; todavía en un hospital privado su agonía se prolongó varias horas, pues alrededor de las 20:30 horas se reportó su deceso.
Autoridades tratarán de recopilar mayor información para dar con los responsables.
Tags: ácido, Asalto, Óscar Aquilino Sáenz Muñiz
Pena de muerte para este tipo de criminales desalmados, yo no sé que están esperando para terminar con tanta basura.
Yo estoy en contra de la muerte hacia otro ser humano, y hasta en animales cuando lo hacen por diversión, pero en estos casos, o son ellos o nosotros, simplemente es intolerable, yo también estoy a favor de la pena de muerte en caso de hallarse culpables estas ratas desalmadas.