Estados Unidos, el país más afectado por la COVID-19 en el mundo, arranca este viernes una extensión de su campaña de vacunación para tratar de hacer frente a la pandemia, la cual consiste en aplicar las dosis de forma gratuita a la gente en farmacias y tiendas de comestibles.
Ciudad de México, 12 de febrero (SinEmbargo).– Los estadounidenses podrán acudir a farmacias y tiendas de comestibles para recibir vacunas gratuitas –cuando les toquen– a partir de este viernes que inicia el programa federal que entrega las dosis directamente a estos negocios privados.
En México, periodistas opositores al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador difundieron desde hace varias semanas que las vacunas ya estaban disponibles y a la venta en farmacias privadas de Estados Unidos. Esto es mentira. Las dosis son aplicables únicamente a quienes son elegibles, de acuerdo con el plan nacional de vacunación.
Las vacunas no están a la venta en ninguna parte del mundo, hasta ahora; al menos de manera legal. Los Estados nacionales compraron directamente a las farmacéuticas y son los que aplican las dosis para garantizar equidad: que lleguen a los vulnerables primero y no a quienes tienen el dinero para comprar la inmunización. Pero esto podría cambiar en cualquier momento, una vez que los negocios privados sean parte del plan de vacunación oficial.
El programa estadounidense comenzará de a poco: un millón de dosis en seis mil 500 farmacias minoristas. Con el tiempo, se expandirá hasta 40 mil farmacias y tiendas de comestibles. “Si bien algunos estados en las últimas semanas han comenzado a utilizar un número limitado de farmacias minoristas para administrar dosis, la entrega de vacunas directamente desde el Gobierno federal a las farmacias marca un nuevo capítulo en la campaña de vacunación de Estados Unidos”, dice The New York Times esta mañana.
El viernes, Walgreens, CVS y Rite Aid, entre otros minoristas, comenzarán a administrar vacunas a personas elegibles según las pautas estatales en ubicaciones limitadas en todo el país. Walgreens tendrá vacunas disponibles en 22 estados y Puerto Rico; Rite Aid recibirá asignaciones federales directas inicialmente en cinco estados, así como en Filadelfia y la ciudad de Nueva York; y CVS ofrecerá vacunas en 18 estados y Puerto Rico, dice el diario estadounidense esta mañana.
Aquellos elegibles para recibir las dosis pueden consultar los sitios web de las farmacias para conocer la disponibilidad; los primeros espacios para citas ya están llenos.
El programa federal, que está diseñado para no reducir las dosis asignadas a los estados, comienza un día después de que el Presidente Joe Biden dijera que su administración había asegurado suficientes dosis de vacunas para inocular a todos los adultos estadounidenses. Biden lamentó el desafío logístico que enfrenta su administración.
300 MILLONES
Ayer Biden dijo que Estados Unidos tendrá suficientes vacunas contra la COVID-19 para finales del tercer trimestre del año, a fin de inocular a 300 millones de estadounidenses.
“Eso es apenas el comienzo”, dijo Biden el jueves. “Nuestro objetivo final es derrotar a la COVID-19”. Con el ritmo actual de inoculación, Estados Unidos se encamina a superar la meta de Biden de aplicar 100 millones de dosis de vacunas en sus primeros 100 días de Gobierno, con más de 26 millones de inyecciones en sus primeras tres semanas en la Casa Blanca.
Biden anunció que Estados Unidos aseguró compromisos contractuales con Moderna y Pfizer para que entreguen 600 millones de dosis de inoculaciones para finales de julio, más de un mes antes de lo previsto inicialmente. “Nos encaminamos a tener un suministro suficiente para 300 millones de estadounidenses para finales de julio”, afirmó el mandatario.
El ritmo de las inyecciones podría incrementarse si una tercera vacuna contra el coronavirus, la del fabricante Johnson & Johnson, es aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés).
El Presidente, que llevaba mascarilla, aprovechó sus declaraciones para censurar al Presidente Donald Trump, diciendo que no heredó “ningún plan para vacunar a la mayor parte del país”.
“No es un secreto que el programa de inoculación se encontraba en mucho peor forma que lo que mi equipo y yo habíamos anticipado”, agregó.
A la fecha, el Gobierno de Biden ha desplegado soldados para que colaboren en la instalación de centros de vacunación multitudinaria en varios estados, a fin de tener capacidad para incrementar el ritmo de inoculación una vez que haya más suministros disponibles.