De acuerdo con el Centro de Estudios Espinosa Yglesias, el programa «Jóvenes Construyendo el Futuro» propone un mayor monto a las becas para capacitación laboral que las de permanencia en la Educación Media Superior, por lo que “proporcionan un incentivo a abandonar los estudios en las edades críticas, al recompensar más el trabajo que el estudio”.
Ciudad de México, 12 de febrero (SinEmbargo).- Los programas de becas escolares y de apoyo a jóvenes que no estudian ni trabajan, propuestos por el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, están en riesgo de no cumplir con sus objetivos pues las transferencias económicas dan más incentivos al trabajo que al estudio.
De acuerdo con un análisis del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY) los planes “Becas para el Bienestar Benito Juárez” y “Jóvenes construyendo el futuro” se pensaron para edades críticas, por lo que tal y como están estructurados corren el riesgo de no cumplir con sus metas.
El CEEY también estudió la iniciativa de Reforma en materia educativa, presentada por el Gobierno mexicano, de la que reconoció que por buscar evitar lo punitivo en la evaluación magisterial se desechó la parte de ingreso, promoción y reconocimiento. También propuso que para lograr una mejora continua en la educación la evaluación debe trasladar la evaluación a todo el sistema educativo, e hizo hincapié en que la propuesta no reconoce la escolaridad previa al preescolar ni la superior como obligatorias del Estado.
Además no atienden, por sí mismos, los problemas del desempeño escolar que impiden impulsar mejoras en la calidad educativa de México, pues la iniciativa de reforma educativa sólo contribuiría a elevar el desempeño de fortalecerse mediante la evaluación autónoma y el reconocimiento de los derechos de los estudiantes.
De acuerdo con la información de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) recuperada por la organización, el programa «Jóvenes Construyendo el Futuro» tiene una población objetIvo de 2.6 millones de jóvenes entre 18 y 26 años. Estos percibirán 3 mil 600 pesos mensuales en caso de recibir capacitación para entrar al mercado laboral y en su modalidad educativa, la beca será de 2 mil 400 pesos mensuales para estudiantes del nivel superior.
Al ser mayor el monto de las becas para capacitación laboral “proporcionan un incentivo a abandonar los estudios en las edades críticas, al recompensar más el trabajo que el estudio”, señaló el análisis del CEEY.
Las «Becas para el Bienestar Benito Juárez en la educación media superior», de la Secretaría de Educación Pública (SEP), otorgaría 800 pesos mensuales a los estudiantes, mismos que buscan incentivar la permanencia en las aulas y la inclusión, pero del universo de 4.2 millones de jóvenes de entre 15 y 17 años, ocurre un panorama similar.
El CEEY observa que el incentivo económico no resuelve “el problema del deficiente desempeño escolar que obstaculiza el aprovechamiento de la capacitación laboral o el proseguir con estudios de educación superior”.
INICIATIVA DE REFORMA EDUCATIVA
El organismo también estudió la iniciativa de Reforma constitucional en materia educativa, presentada el 13 de diciembre, que propone elevar la calidad de la educación a un nivel de excelencia para conseguir así el máximo desarrollo de los estudiantes. Además, propuso modificaciones con respecto a la Reforma anterior, que prevén evitar que se prive a los docentes de su plaza como sanción a una baja calificación en exámenes estandarizados.
Esta propuesta de ley también elimina la evaluación obligatoria para el ingreso, así como la promoción, el reconocimiento y la permanencia en el servicio profesional docente, para lo que se suprimió el Sistema de Evaluación Educativa el órgano autónomo de diagnóstico, el Instituto Nacional de Evaluación de la Educación (INEE).
En su lugar, la iniciativa propuso crear un centro con autonomía técnica que contribuya a la mejora continua de la educación, a través de estudios, mediciones e investigaciones especializadas cuyos directivos serían designados por la autoridad educativa federal.
Para el CEEY esta reforma es problemática, puesto que pone al centro la educación de excelencia sin que así lo sea la calidad. “Prácticamente, la primera corresponde al máximo logro posible de los educandos, lo cual requiere de cierta calidad de la educación”, refirió el organismo.
También previó que por buscar evitar la conexión de la permanencia como docente con la evaluación magisterial se desecharía la de ingreso, promoción y reconocimiento, por lo que expuso que “eliminar lo punitivo de la evaluación no implica cancelar sus otras funciones para la construcción de un sistema de desarrollo profesional de los docentes”.
El Centro propuso que para lograr una mejora continua en la educación la evaluación debe rebasar la evaluación docente y trasladarse a todo el sistema educativo, sin embargo esto requiere del fortalecimiento de la “institución evaluadora otorgándole más que su autonomía técnica y haciendo coparticipe de su conformación al Poder Legislativo”.
Además observó en su análisis que la nueva Reforma no reconoce la escolaridad previa al preescolar ni la superior como parte de las obligatorias del Estado, pese a que la primera es clave en la reducción de la pobreza y la desigualdad en la edad adulta, según el Informe sobre Desarrollo Humano de las Naciones Unidas de 2016, y la segunda lleva a recibir remuneraciones laborales mayores.
Para el CEEY la iniciativa perdió la oportunidad de reconocer su interés central que es el derecho a la educación mediante el reconocimiento de todos los niveles educativos, su evaluación, el desarrollo docente y la calidad del sistema encaminado a lograr la excelencia.
LAS RECOMENDACIONES
El Centro propone algunas modificaciones en materia de poíticas públicas para que los programas “Becas para el Bienestar Benito Juárez” y “Jóvenes construyendo el futuro” cumplan con los objetivos por los que se crearon, iniciando por que la SEP y la Secretaría del Trabajo se coordinen para favorecer la permanencia en la educación media superior por sobre la capacitación laboral.
También que la SEP cierre la brecha entre las becas para la educación y las de capacitación laboral y que la STyPS por su parte los montos de las becas en la modalidad educativa para que superen los de capacitación laboral.
Llamó al Poder Legislativo a considerar mantener un órgano autónomo para la evaluación del sistema educativo con personalidad jurídica y patrimonio propio y cuyo consejo directivo sea designado por el Senado a partir de ternas propuestas por el Ejecutivo. además, que este órgano sea autónomo para emitir recomendaciones de política educativa, sin carácter vinculante, pero que obligue a las autoridades a infromar por qué no se cumplen.
El CEEY llamó al Legislativo a reconocer como titulares del derecho a la educación a los estudiantes, por lo que el Estado deberá impartir educación inicial, desde antes de la preescolar, y hasta la educación superior.