El cineasta Guillermo del Toro ha puesto recientemente el nombre de México en lo más alto de los galardones del cine internacional tras ganar el León de Oro, en Venecia, y el Globo de Oro, en Estados Unidos, por su película The Shape of Water, que se perfila como la favorita del año para los Óscar y lidera las nominaciones para los premios británicos Bafta.
Por Diana Sigala
México, 12 ene (EFE).- El protagonismo de directores mexicanos y de filmes que abordan respetuosamente la cultura nacional en el extranjero, como Coco, presenta una esperanzadora imagen de México ante la situación de violencia en el país, estimó el cineasta Carlos Hugo Gómez.
«Hace que el extranjero reconozca a México como un lugar de buenos narradores y donde también hay muchas cosas que contar más allá de los narcos», comentó a Efe Gómez, profesor del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El académico agregó que la producción de «Coco» hizo «un trabajo muy cuidadoso de cómo representar nuestra cultura, de cómo acercarse al Día de Muertos, que se refleja en los ambientes que tiene la película y en la manera de ser de los personajes».
La película animada de Disney Pixar ubicada en la tradición cultural del Día de Muertos logró conmover al público mexicano y extranjero pues ha recaudado cifras históricas desde su estreno; 56 millones de dólares en México, 152 en Estados Unidos y 155 en China, según Box Office Mojo.
En tanto, el cineasta Guillermo del Toro ha puesto el nombre de México en los galardones del cine internacional tras ganar el León de Oro en Venecia y el Globo de Oro en Estados Unidos, The Shape of Water se perfila como la favorita del año para los Óscar y lidera las nominaciones para los premios británicos Bafta.
En cuanto al cine mexicano, Gómez refirió que se encuentra en un momento histórico en producción, pero paradójicamente el público no está creciendo a la par del volumen, por lo que consideró que es necesario que los productores y cineastas mexicanos piensen, en primera instancia, en el público local.
Según el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), la cantidad de películas que actualmente se producen ha superado el récord histórico, pues en 2016 se realizaron 162 largometrajes y en 2017 la cifra se estima en 170, mientras que en la «Época de Oro del cine mexicano» (décadas de 1930, 1940 y 1950), la cantidad máxima fue de 158.
Los retos más importantes del cine nacional para este 2018, en opinión de Gómez, son «producir un cine que esté dirigido al público mexicano», para que posteriormente sea consumido por la audiencia internacional y a la vez abrir «presencia en otros mercados» a través de los cineastas y embajadas mexicanas.
«La gente tiene todavía la impresión de que en México seguimos con sombrero de charro, pistola en el cinto y botas; entonces hay que ir formando ese mercado que lleva años, décadas», agregó.
El trabajo de directores mexicanos en el extranjero permite que en términos industriales, productores en otros países reconozcan que «hay cineastas mexicanos que tienen cosas interesantes que decir y hay historias que contar.
«Entonces, eso abre la posibilidad de coproducir con otros países», abundó.
Agregó que esa presencia internacional «no hace que las películas sean mexicanas, pero sí que tengan un punto de vista mexicano de alguna manera», en referencia a los cineastas Alfonso Cuarón, Alejandro González Iñárritu y Guillermo Del Toro.
Del Toro, recién galardonado en los Globos de Oro como «Mejor director» y «Mejor banda sonora» por The Shape of Water, reconoció en rueda de prensa que la fórmula para contar historias entre criaturas fantásticas, oscuridad y alegría es ser mexicano.
The Shape of Water, protagonizada por Sally Hawkins (La Dulce Vida) y Octavia Spencer (Talentos ocultos), se estrena en 1.200 pantallas de cine en México este 12 de enero. EFE