Este próximo domingo 17 de enero se llevará a cabo la elección extraordinaria en Colima, luego de que el Tribunal Federal Electoral anulara la ordinaria por haber encontrado que ésta se trató de una evidente elección de Estado.
Las campañas políticas hasta el momento han arrojado varios datos interesantes, los cuales nos indican que no sólo se trata de otra elección de Estado más sino que también se trata de una resurrección de un grupo político priista que ya en el pasado causó severos daños a la democracia y bienestar colimense, grupo del que forman parte políticos como el ex Gobernador Fernando Moreno Peña, recientemente baleado por el crimen organizado, o el actual Secretario General de Gobierno, Arnoldo Ochoa, quien fuera vocero de la campaña del candidato priista José Ignacio Peralta Sánchez y quien también hace unos días fuera acusado de actos de corrupción y abuso de poder.
Si a esto se agrega la cooptación de otras fuerzas políticas, todas ahora alineadas al PRI (como el Partido del Trabajo, Nueva Alianza y Verde Ecologista), más la comparsa en la que se ha convertido el candidato de Movimiento Ciudadano, Locho Morán, quien abandonara el PAN hace unos meses por no haber resultado electo candidato a gobernador, los 86 años de priismo ininterrumpidos en Colima parece que intentan imponerse al clamor de los colimenses que han visto en el candidato panista Jorge Luis Preciado la única posibilidad real de la alternancia.
Si bien las encuestas han sido magras en estas campañas, hay una contundente señal que nos indica que el candidato albiazul es el que va puntero en las preferencias electorales: la guerra sucia que ha implementado PRI y Movimiento Ciudadano en su contra, una guerra sucia que nunca se vio en la elección ordinaria, pues los priistas estaban seguros entonces de que vencer a Preciado Rodríguez era pan comido.
No fue así.
La elección ordinaria en Colima resultó, en realidad, una lección para la dictadura priista, pues perdió por primera vez en la historia la mayoría en el congreso estatal y la mayoría también de los municipios, entre ellos los cuatro más importantes: Colima, Villa de Álvarez, Tecomán y Manzanillo.
Este próximo domingo podrá ser, pues, la fecha más importante para la historia política de esta pequeña entidad federativa: el día en que por fin fue sepultada la tiranía priista y el momento en que fue respetada la voluntad general de los colimenses.
@rogelioguedea