Porto Alegre (Brasil), 14 dic (dpa) – La presidenta reelecta de Brasil, Dilma Rousseff, cumplió hoy 67 años de vida en medio de un clima tenso en el país sudamericano, a raíz de las graves denuncias de corrupción que sacuden a la petrolera estatal Petrobras.
Según asesores de la mandataria citados por el portal G1 del grupo Globo, la ex guerrillera celebró la fecha en una reunión privada en la casa de su ex marido, el abogado Carlos Araújo, en la ciudad de Porto Alegre, en el extremo sur del país.
Desde que resultó victoriosa por muy estrecho margen en las urnas en noviembre pasado, cuando conquistó un nuevo mandato junto al Partido de los Trabajadores (PT), la política izquierdista ha vivido una sucesión de sinsabores entre los que se destaca con creces las cada vez más graves revelaciones sobre los desmanes en la empresa estatal símbolo de Brasil.
Este fin de semana, la crisis se agravó aún más tras la noticia publicada el viernes por el diario «Valor Económico», según la cual la cúpula directiva de la estatal fue alertada ya en 2008 sobre los fraudes en licitaciones y contratos de obras sobrefacturadas perpetradas bajo el liderazgo de altos funcionarios de la empresa y ejecutivos de importantes constructoras nacionales.
Además de la importancia simbólica y económica de Petrobras, la empresa está directamente vinculada a la presidenta debido a que ella presidió el Consejo de Administración del ente entre 2003 y 2010, periodo en el que se desempeñó como ministra de Minas y Energía primero y como jefa de Gabinete del ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva después.
Por eso la revelación que salió a la luz dos días antes de su aniversario, hecha por una ex gerente de la estatal, fue un negativo punto de inflexión en la larga cadena de malas noticias sobre la empresa que vienen haciéndose públicas desde marzo pasado.
Además de amenazar con involucrar a la propia Rousseff con el esquema de corrupción, que se estima desvió unos 3.900 millones de dólares entre 2004 y 2012, la noticia llevó a que opositores, aliados e incluso integrantes del PT exijan la renuncia de la actual presidenta de Petrobras, Graça Foster -amiga personal de Rousseff- y todo su equipo.
Bajo presión y en medio de un clima tenso, Rousseff, quien asumirá su segundo mandato el próximo 1 de enero, declinó este año festejar su cumpleaños en su propio apartamento en Porto Alegre, junto a familiares y amigos, tal como lo hizo el año pasado.