Londres, 17 jul (EFE).- La crisis del espionaje telefónico del «News of the World» tomó hoy tintes aún más dramáticos con la renuncia del jefe de Scotland Yard y la detención de Rebekah Brooks, mano derecha de Rupert Murdoch en el Reino Unido, ambas inesperadas.
El comisario jefe de la Policía Metropolitana de Londres, Paul Stephenson, dimitió hoy tras ser criticado por su relación con un periodista detenido por las escuchas ilegales y sobornos del tabloide, cerrado hace una semana por Murdoch.
Además de contratarlo como consultor para el cuerpo cuando la Policía no investigaba las denuncias de esas escuchas, Stephenson tuvo que rebatir hoy que su reciente estancia en un balneario de lujo, valorada en 13.700 euros, la pagase ese periodista, Neil Wallis, si bien admitió que él tampoco abonó la cuenta.
Para este lunes, la ministra de Interior, Theresa May, había anunciado una declaración en la Cámara de los Comunes para expresar su «preocupación» por las relaciones de altos responsables Scotland Yard con periodistas del «News of the World».
El primer ministro del Reino Unido, David Cameron, dijo esta noche que «comprende y respeta» la dimisión del número uno de Scotland Yard.
La policía británica está siendo muy presionada en la crisis porque, además de cerrar la investigación de las escuchas ilegales en 2007 con la mera detención de dos personas, varios agentes aceptaron durante años sobornos del tabloide a cambio de información.
La renuncia de Stephenson, elegido en enero de 2009 y que debía encargarse de la seguridad de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, se produjo cuando aún permanecía en comisaría Rebekah Brooks, hasta esta semana una de las mujeres más poderosas del Reino Unido.
Brooks dimitió este viernes como consejera delegada de News International, rama británica del imperio Murdoch que engloba los diarios «The Sun» y «The Times», así como un 39 por ciento del canal de televisión BSkyB.
La periodista, de 43 años y característica melena pelirroja, renunció el mismo día en que le fue comunicado que debía presentarse en comisaría este domingo aunque, según un portavoz, su detención le tomó «por sorpresa» pues se presentó en comisaría con la intención de colaborar con la policía en la investigación.
Tanto Paul Stephenson como Rebekah Brooks justificaron sus renuncias en la necesidad de facilitar una salida a la crisis ante las intensas críticas recibidas, que consideraron una posible causa de distracción.
El escándalo del espionaje de teléfonos móviles de famosos, periodistas y gente corriente por parte del «News of the World», llevado a cabo aparentemente de forma sistemática durante años, se ha convertido ya en una espiral cuyo fin no se aventura.
Este martes comparecerán ante un comité del Parlamento británico Rupert Murdoch y su hijo James, presidente de su imperio en Europa, para dar cuentas de lo sucedido.
Estaba previsto que los acompañase Rebekah Brooks, si bien su detención hace menos probable que dentro de dos días esté en la Cámara de los Comunes, según admitieron varios diputados.
La periodista, cercana al primer ministro Cameron, es sospechosa de aprobar escuchas ilegales y pagar sobornos a policías para obtener exclusivas del «News of the World» cuando lo dirigió desde 2000 a enero de 2003.
El detonante del actual escándalo fue la divulgación, el pasado día 4, que durante su mandato, en 2002, uno de los móviles interceptados fue el de una niña asesinada, lo que desencadenó una ola de indignación en el Reino Unido que ha provocado el cierre del «News of the World» y la renuncia de Murdoch a adquirir la totalidad del canal de televisión BSkyB.
También le ha costado el puesto, además de a Rebekah Brooks, a Les Hilton, presidente de la agencia estadounidense Dow Jones y editor del diario «The Wall Street Journal», quien dimitió el viernes.
La de hoy fue la décima detención practicada por la policía en este caso, entre ellos el sucesor de Brooks en el puesto de director de «News of the World» (2003 y 2007), Andy Coulson, ex jefe de prensa de Cameron hasta enero pasado.
Coulson fue arrestado el pasado día 8 y permaneció retenido nueve horas por la policía, antes de ser puesto en libertad bajo fianza hasta octubre próximo. EFE.