El Distrito Federal es la entidad más endeudada del país, aunque su capacidad de pago es muy superior a la de estados marcados por su pasivos, como Coahuila y Chihuahua o, incluso, Nuevo León. Existen aspectos que si no se atienden a tiempo pueden convertirse en un foco rojo para la capital del país, dicen expertos; recomiendan que el primer punto que debe atender la ciudad gobernada por Miguel Ángel Mancera Espinosa es cumplir con los criterios de contabilidad gubernamental para que la población tenga la información completa y oportuna sobre este tema.
En la capital, la deuda per cápita es de 6 mil 919 pesos por habitante, es decir, casi el doble de la media nacional, que es de 3 mil 500 pesos.
Los expertos dicen que el GDF debe transparentar las deudas con proveedores y también la manera en la que se ejercer el gasto en las 16 delegaciones.
Ciudad de México, 18 de noviembre (SinEmbargo).- La deuda de los estados y municipios se ha convertido en los últimos meses en una bomba de tiempo de la que muchos expertos y organismos extranjeros han alertado. Coahuila y Chihuahua, en el caso de los estados, y Acapulco en el de los municipios, son ya emblemáticos. No sólo se han endeudado a niveles que rebasan su capacidad de pago sino que también han despertado el malestar ciudadano y han dejado a sus administraciones al borde de la quiebra.
A pesar de que las escandalosas deudas de Coahuila y Chihuahua son las que han acaparado los titulares y las denuncias ciudadanas, al menos al segundo trimestre del año, la entidad más endeudada del país era el Distrito Federal, con un total de 64 mil 031 millones de pesos, de acuerdo con la información disponible la página de Internet de la Secretaría de Finanzas.
Por ahora, la deuda de la capital del país no es un tema de emergencia. Pero sí es un caso que empieza a preocupar a los especialistas porque, aunque existe información disponible en Internet, a juicio de expertos esta “especie de rendición de cuentas” sólo cumple con cinco de 12 requisitos de transparencia.
La capital del país tiene capacidad de pago. Al cierre del segundo trimestre de este año, la deuda casi igualaba los 65 mil 592 millones de pesos contratados durante todo 2013. Pero el riesgo, a juicio de representantes de organizaciones civiles entrevistados por SinEmbargo, es que mientras que durante las administraciones de Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard Casaubón la llave para contratar financiamientos, al menos con la banca de desarrollo, estuvo prácticamente cerrada, con el actual Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa, se volvió a abrir gracias a su buena relación con el Presidente de México, Enrique Peña Nieto.
Es decir: mientras López Obrador y Ebrard Casaubón tuvieron sonados y fuertes distanciamientos con los presidentes en turno, Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa, respectivamente, a Mancera Espinosa a menudo se le ve al lado de Ejecutivo.
Esto ha abierto posibilidades de endeudamiento para el gobierno de la ciudad. Arma de doble filo para un país con un problema crónico de rendición de cuentas y transparencia.
EL PRD Y LA DEUDA CAPITALINA
Actualmente, la deuda per cápita en el Distrito Federal es de poco más de 6 mil 919 pesos por ciudadano.
En el año 1997, cuando el primer regente de oposición, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano asumió el poder, la deuda pública del DF era de 11 mil 789 millones de pesos.
Cárdenas dejó en 1999 el cargo a Rosario Robles Berlanga, actual Secretaria de Desarrollo Social, durante la gestión de tres años que completaron entre ambos, la deuda creció en 16 mil 929 millones para cerrar en 28 mil 718 millones de pesos.
El 5 de diciembre del año 2000 Andrés Manuel López Obrador, llegó a la Jefatura de Gobierno, donde se desempeñó durante 5 años.
Al comienzo de su gobierno se dio inicio a la construcción del segundo piso del Periférico —un viaducto elevado—, construido con el propósito de desahogar la carga vehicular, inaugurándolo en medio de incertidumbre respecto al costo.
La llamada megaobra del sexenio de López Obrador fue anunciada el 5 diciembre de 2001 durante una entrevista radiofónica con Radio Red.
La obra se construiría tramos de 6 kilómetros cada año, cada tramo con un costo aproximado de mil 500 millones de pesos, con 6 carriles, y usando una “ingeniería estructural que nos permita ir montando toda la losa, poniendo pilotes y losa”.
“Vamos a ir terminando por tramo, porque no sabemos qué nos depara el destino en lo económico, de modo que no dejemos las cosas a medias, sino que terminemos un tramo de 6 kilómetros, que puede ser el cruce de Periférico-Viaducto al eje Lázaro Cárdenas o a Cuauhtémoc, que podamos en dos años terminar el Viaducto y que empecemos con lo mismo en Periférico, desde San Jerónimo hasta el Toreo de Cuatro Caminos” explicó López Obrador.
El 24 de enero de 2005, AMLO inauguró la obra con una longitud de 18 kilómetros, de San Antonio a San Jerónimo, y anunció la presentación de nuevos proyectos viales que darían continuidad a esta obra.
AMLO presumió que la obra beneficiaría directamente a un millón de personas, incrementaría la velocidad de recorrido de 13 a 50 kilómetros por hora, reduciendo los tiempos de traslado de una hora a 15 minutos -entre Río Becerra al Eje 10 Sur- y la emisión de 30 mil toneladas de contaminantes; y generaría un ahorro de 7.42 millones de dólares en horas-hombre y combustible.
Sin embargo, no pudo evitar la polémica porque el costo inicial de la obra era de 5 mil 680 millones de pesos, pero el costo final fue de 6 mil 091 millones de pesos, a tal grado que el 15 de junio de 2006, ya bajo la gestión del Jefe de Gobierno interino, Alejandro Encinas, la administración capitalina emitió un comunicado de prensa al que llamó “Precisiones sobre el financiamiento de los segundos pisos”, en el que señaló: “A la fecha se han realizado un total de 17 auditorías al Fideicomiso para el Mejoramiento de las Vías de Comunicación, FIMEVIC (financieras y de obra), tanto por parte de los organismos de control del Gobierno del DF, de la Asamblea Legislativa del DF, y del Congreso de la Unión, así como por parte de auditores externos. Cabe resaltar que ninguna de estas auditorías, ni la institución fiduciaria, han observado evidencia de irregularidades en el manejo financiero del fideicomiso”.
En los cinco años que estuvo al frente del Gobierno del DF, Andrés Manuel López Obrador aumentó la deuda a 41 mil 439 millones de pesos, de acuerdo con un informe del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados. López Obrador aumentó la deuda pública del DF en 12 mil 721 millones de pesos.
El siguiente Jefe de Gobierno de la capital, Marcelo Ebrard Causabón, también siguió la ruta del endeudamiento: en abril de 2012, en un informe que entregó a la Cámara de Senadores, el Gobierno del Distrito Federal dio a conocer que la deuda pública subió a 52 mil 258 millones de pesos.
Durante su gestión iniciaron las obras de la polémica Línea 12 del Metro.
El 29 de marzo de 2007, Ebrard Casaubón anunció ante empresarios del ramo la construcción de la nueva línea del transporte colectivo subterráneo que tendría una longitud de 15 kilómetros y correría de Tláhuac a Mixcoac con una inversión de 9 mil millones de pesos
Desde la presentación oficial (8 de agosto de 2007), el Gobierno del Distrito Federal y el Sistema de Transporte Colectivo realizaron una serie de modificaciones al proyecto que incluyeron: ruta; cantidad y nombre de estaciones; inicio y terminación de la obra civil; y tipo de construcción.
La inauguración de la obra estaba prevista para abril de 2011, sin embargo, la fecha se retrasó, según indicó el entonces director general del Metro, Francisco Bojórquez, ante el anuncio de que los trenes no llegarían a tiempo.
La obra finalmente fue inaugurada el 30 de octubre de 2012, con un costo final de 24 mil millones de pesos. Para su construcción, el GDF destinó gran parte de la deuda contratada durante 2010, según el Informe Trimestral de la Deuda del Gobierno Federal, al último trimestre de ese año en al proyecto de la Línea 12 se destinaron 4 mil 900 millones de pesos, el 77 por ciento de la deuda contratada.
Para 2011 se destinaron al proyecto 2 mil 078 millones de pesos, que representaron el 46.9 por ciento de la deuda.
Para 2012 se destinaron 884 millones de pesos, que representaron el 12.6 por ciento de la deuda.
Al término de la gestión de Ebrard, la deuda de la capital rebasaba los 61 mil millones de pesos. Ebrard aumentó en 10 mil 819 millones de pesos la deuda que heredó de López Obrador.
Sin embargo, el escándalo de la Línea 12 estalló una vez que concluyó su gestión: el 12 de marzo de este año su servicio fue suspendido de manera indefinida, luego de constatarse que existían fallas que ponían en riesgo a los usuarios.
El escándalo derivó en septiembre pasado en destituciones e inhabilitaciones a funcionarios y ex funcionarios públicos para ejercer cargos públicos hasta por 20 años, seis denuncias y cuatro informes ante la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), además del pago de más de 631 millones de pesos.
“El tema no está cerrado, no se le puede dar carpetazo a un tema en el que ya hay responsables, pero todavía no está la obra funcionando”, manifestó el presidente del PAN en el Distrito Federal, Mauricio Tabe Echartea.
En el mismo tenor se expresó el Diputado local Héctor Saúl Téllez Hernández, uno de los legisladores panistas más críticos de la obra emblema de la gestión de Marcelo Ebrard Casaubón, y quien forma parte de la comisión de Diputados que se formó para investigar las fallas en la Línea 12.
TRANSPARENCIA A MEDIAS
El próximo 5 de diciembre, Miguel Ángel Mancera Espinosa cumple apenas su segundo año al frente de la administración capitalina durante la cual el endeudamiento, al menos este año, ha corrido a un ritmo más rápido que el de sus antecesores, como observa Ricardo Corona Real, abogado general del Instituto Mexicano para Competitividad (IMCO), lo que hace necesario que el gobierno local mejore sus mecanismos de transparencia y rendición de cuentas.
“Cumple los requisitos –de rendición de cuentas-, el problema es que cuando se pone esta información, a partir de las reglas del juego del dinero, si no se tiene la información clara no sabemos realmente qué es lo que pasa, porque ha pasado que entidades suben y bajan la información, y esto no es algo que se le ocurra al IMCO es una obligación de la Ley de Contabilidad Gubernamental”, expresó.
Añadió que el gobierno del DF, para este año, “sí te dice cuánto debe, pero cuando consultas qué garantías se dan, número de créditos, con qué instituciones se contratan y el plazo de contratación, eso no está disponible”, aseguró.
Agregó que tampoco se encuentra disponible información sobre las deudas con proveedores, pago de pensiones y laudos laborales.
“El DF en 2014 sí te menciona cual es el tope para la deuda, pero no te dice cuáles son las garantías, no te dice qué plazo de contratación se tiene ni adeudos fiscales anteriores (…) en términos de contabilidad obligatoria solamente cumple con cinco de los 12 criterios”, observó Corona Real.
“No tenemos el panorama, la radiografía completa de la deuda en el DF”, dijo, y puso como ejemplo el caso de Baja California, donde se hizo un ejercicio “hace unos años” en el que el estado reportaba que debía 12 mil millones de pesos, pero cuando se le sumaron todo los elementos que no están reportados la deuda real era de 18 mil millones de pesos.
En 2011 el IMCO se puso en contacto con el gobierno del Distrito Federal para ahondar en el tema de la deuda, sin embargo, no se avanzó más.
“El Gobierno del Distrito Federal (GDF) es una cosa y si te vas a las delegaciones que gastan un promedio de mil 500 millones de pesos al año, pues tampoco hay información”, manifestó.
Por su parte, Antonio de la Cuesta, director de Análisis Político del Centro de Investigación para el Desarrollo (Cidac), expresó que aunque el actual Jefe de Gobierno, Mancera Espinosa, han sido cauteloso en la construcción de nueva obra pública, la capital se ha seguido endeudando.
“A pesar de los planes, muchos proyectos están parados o pospuestos, sí habría que hacer una revisión no tanto en el corto plazo de lo que ha hecho Mancera en sus primeros dos años sino en un continuo de tiempo en la manera en la que ha manejado sus niveles de deuda”, sugirió.