Por Jorge Pérez
Ciudad de México, 15 de septiembre (SinEmbargo/TICbeat).- Que la impresión 3D tiene un sinfín de potenciales aplicaciones no podemos negarlo, pero no todas acabarán consolidándose frente a procesos más «tradicionales». En el caso de la moda, todo apunta a que la impresión 3D se integrará perfectamente en los talleres de la alta costura.
Desde que viéramos las alas de los ángeles de Victoria’s Secret o el vestido de Nylon de Dita Von Teese realizado con impresión 3D, ya se intuía que aquí habría «mucha tela de donde cortar». Y es que lo de las alas no fue más que la punta del iceberg que venía detrás.
Los grandes de la moda 3D
Si echamos un vistazo, veremos que las grandes firmas de la impresión 3D parece que estuvieran echando un pulso unas con otras.
La firma belga Materialise se encargó de un vestido para Lady Gaga diseñado por Studio XO y de imprimir las creaciones de la diseñadora holandesa Iris van Herpen para la semana de la moda de París.
Shapeways tuvo la oportunidad de lucir su trabajo sobre el cuerpo del «ángel» de Victoria’s Secret Lindsay Ellingson, junto con Swarosky. Las alas fueron diseñadas por un arquitecto llamado Bradley Rhothenberg, quien primero escaneó en 3D a la modelo para asegurarse de que las piezas que compondrían su corpiño y sus alas, entre otros elementos, se ajustarían perfectamente a sus medidas. En la siguiente fase, Shapeways imprimió las alas con filigranas en forma de copos de nieve, en los cuales finalmente se incrustaron miles de cristales de Swarovsky.
Igualmente, Shapeways se encargó del vestido de Nylon para la reina del burlesque Dita Von Teese diseñado por Michael Schmidt y Francis Bitonti basado en la secuencia de Fibonacci.
En el pasado 3D Print Show de Nueva York se organizó un desfile de moda impresa en 3D, algo que nos da una idea de la relevancia que está tomando este sector del mercado.
Stratasys ha comunicado que la diseñadora e ingeniera sudafricana Michaella Janse van Vuuren ha creado una colección de ropa y complementos en color realizadas con una Objet500 Connex3. La diseñadora ha destacado la capacidad de utilizar materiales rígidos y flexibles en una misma pieza con esta nueva impresora, así como dotarlos de color, por lo que las prendas salen casi listas para llevar.
Recientemente, esta misma impresora 3D ha sido utilizada en Israel por Noa Raviv, que se llevó el premio a Mejor Colección en la pasarela que organiza el Departamento de Diseño de Moda de la Facultad de Ingeniería y Diseño de Shenka.
Makerbot también se apunta al carro de la moda 3D y se alía con Francis Bitonti para crear el «Bristle Dress», una prenda diseñada junto a estudiantes de distintas disciplinas del diseño y la computación. El resultado es una prenda que puedes descargarte desde Thingiverse e imprimirla en tu impresora 3D personal.
3D Systems es quizá la menos aventajada de la clase, pero también ha hecho sus pininos en esto de la moda impresa en 3D. De hecho en el 2011 ya participó en la creación de un sujetador de Amelia Agosta y Natasha Fagg para ser presentado en la semana de la moda de Melbourne.
En el campo de los complementos, 3DS se alió con NOOKA para una gama de relojes disponibles en exclusiva en Cubify.
Moda Espacial
Sí, la impresión 3D también estará presente en los trajes que los astronautas de la NASA utilicen en futuras misiones.
Tras un concurso para elegir el modelo definitivo, el modelo llamado «Technology» fue el que se llevó la mayoría de votos.
China
Si pensamos en moda, quizá no sea China precisamente el primer país que se nos venga a la cabeza, pero ya sabemos que en el país asiático se apuntan a todo lo que sea tendencia mundial.
En la Semana de la Moda de Qingdao, los asistentes se vieron sorprendidos por el desfile de modelos por la pasarela ataviadas con trajes realizados mediante impresión tridimensional.
Los wearables
Por último, si hay algo que va a marcar tendencia en la moda y en la que la impresión 3D tendrá un papel fundamental, serán los wearables, esa ropa «inteligente» con sensores por doquier, conexión inalámbrica y microprocesadores incrustados.
Las tecnologías de impresión 3D permiten crear piezas que no serían posibles con otras técnicas, así como de mezclar diferentes materiales durante su fabricación, de forma que se rompen multitud de barreras que hasta ahora impedían incorporar la tecnología a la ropa de forma totalmente integrada.