El Congreso de Estados Unidos lleva 35 años sin aprobar una ley que permita acceder a la ciudadanía a millones de migrantes.
Ciudad de México, 11 de diciembre (EFE/SinEmbargo).- El Presidente Andrés Manuel López Obrador pidió esta tarde que los migrantes mexicanos reciban respeto en Estados Unidos. Además dijo que estará pendiente de la votación de la Reforma Migratoria del país vecino.
El mandatario señaló que su intención nunca será inmiscuirse en la política interna del país gobernado por Joe Biden, sin embargo, insistió en que las faltas de respeto no son aceptables.
«Sí podemos respetuosamente dar a conocer dos cosas. Primero, que se respete a los mexicanos migrantes y a los migrantes en general, y segundo, que se respete a México. La cuestión electoral política, eso pasa a segundo plano, aquí nada más es exigimos respetuosamente respeto a los paisanos y a México”, expuso desde Tijuana.
El mandatario indicó que está al pendiente del proceso de aprobación de la Reforma Migratoria en el país vecino.
«Vamos a estar pendientes para ver cómo votan de un partido o de otro. Cómo van a votar los demócratas, cómo van a votar los republicanos, para hacer un señalamiento respetuoso en su momento, porque ya es muy claro, no queremos maltrato a los mexicanos que están en Estados Unidos, ni queremos que se le falte el respeto a México”, indicó.
LA REFORMA
Llevan 35 años esperando una reforma migratoria y no aguantan un minuto más. Al grito de «¡ahora!», unos doscientos migrantes se manifestaron esta semana para exigir a los demócratas que usen su poder para dar la nacionalidad a once millones de migrantes.
Los demócratas tienen la mayoría en las dos cámaras del Congreso y dominan la Casa Blanca con Joe Biden, por lo que los activistas creen que ha llegado la hora de aprobar la ansiada reforma.
«¿Qué queremos? ¡Ciudadanía! ¿Cuándo la queremos? ¡Ahora, ahora, ahora!», corearon los activistas, algunos envueltos en banderas estadounidenses y mexicanas, y otros abrigados con gorros rojos de Papá Noel que llevaban escrita en verde la frase «ciudadanía para todos».
About 5.2 million undocumented immigrants are working as #EssentialWorkers, including farmworkers, restaurant workers, and meat packaging and processing workers.
It's time to recognize their contributions with immigration reform in the #BuildBackBetter Act. #WeAreHome
— UnidosUS (@WeAreUnidosUS) December 7, 2021
La protesta duró casi ocho horas: comenzó a las 07:00 de la mañana del jueves con la interrupción del tráfico en las calles aledañas al Congreso, siguió con una manifestación cerca de la sede legislativa y, luego, los manifestantes participaron en una rueda de prensa con un grupo de legisladores del ala izquierdista del Partido Demócrata.
A esa rueda de prensa acudió, entre otros, la legisladora Alexandria Ocasio-Cortez, de origen puertorriqueño, y que, intercambiando español e inglés, quiso dejar claro a su partido que ha llegado la hora de cumplir las promesas que llevan años haciendo a los migrantes.
«¡Este es nuestro momento! Estamos aquí porque este es nuestro momento -clamó la legisladora.- Tenemos la oportunidad, tenemos una ventana de oportunidad ahora mismo y no dejen que nadie diga que no tenemos el poder o la oportunidad. La oportunidad está aquí y ahora. No ha pasado».
A continuación, Ocasio-Cortez señaló al edificio del Senado y explicó que el futuro de millones de personas depende ahora mismo de esa cámara.
El líder demócrata en la Cámara Alta, Chuck Schumer, quiere aprobar antes de Navidad el gran plan de gasto social del Presidente estadounidense, Joe Biden, valorado en 1.75 billones de dólares y que incluye una gran cantidad de propuestas progresistas sobre cambio climático, educación e migración.
Gabriel Mares, warehouse worker in AZ & @WorkersUnitedWS member, is in DC to make sure our senators keep the promises they made before they were voted into Congress. Because to #BuildBackBetter means no community is left behind. #Immigration reform now— THIS YEAR. #WeAreHome pic.twitter.com/GHHhQbQN6L
— iAmerica (@iAmericaorg) December 7, 2021
En concreto, ese plan bautizado en inglés «Build Back Better» («Reconstruir mejor») no da la ciudadanía a los once millones de migrantes, como quieren los activistas, pero ofrece un amparo conocido como «parole» a cerca de 6.5 millones, según análisis de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO).
Ese programa permitiría a los migrantes obtener un permiso de trabajo y les protegería de la deportación, entre otros beneficios.
La Cámara Baja ya aprobó en noviembre el plan de Biden con esa propuesta de «parole», porque por ahora no hay apoyo suficiente en el Senado para sacar adelante una ley que dé la nacionalidad a los once millones de migrantes que se calcula que viven en EU, muchos de los cuales fueron considerados trabajadores esenciales durante la pandemia.
.@maketheroadnv member Areli is joined by @repdinatitus to share her powerful story as an undocumented immigrant.
The proposed immigration provisions in the #BuildBackBetter Act is only temporary relief.
Undocumented immigrants deserve a pathway to citizenship. #WeAreHome pic.twitter.com/FE3JATvITr
— Make the Road NY ? (@MaketheRoadNY) December 7, 2021
«¡Es por la inspiración de ustedes que estamos aquí! Por el trabajo y el sacrificio de ustedes durante la pandemia, que pusieron su propia vida en riesgo por todos nosotros», manifestó arropado por los manifestantes el congresista Adriano Espaillat, de origen dominicano y en el pasado indocumentado.
Espaillat explicó que él y otros legisladores hispanos han sido durante mucho tiempo «soldados leales» del Partido Demócrata, ayudando a aprobar medidas sobre cambio climático o economía, pero avisó de que ha llegado el momento de sacar adelante una reforma migratoria.
A ese llamado se sumó uno de los legisladores por Illinois, Jesús «Chuy» García, de origen mexicano y que instó al liderazgo demócrata en el Senado a ser valiente e incluir en el plan social de Biden un acceso a la ciudadanía, en vez de la «parole», que muchos activistas rechazan.
El Congreso lleva 35 años sin aprobar una ley que permita acceder a la ciudadanía a millones de migrantes.
La última vez fue en 1986, cuando el entonces presidente, Ronald Reagan, firmó una ley que permitió regularizar a tres millones de migrantes indocumentados.