Aunque admita que la «caótica» forma de trabajar del director estadounidense pueda ser un «desafío» para el elenco, el actor pondera que es precisamente ese anárquico estilo de conducir el set cinematográfico lo que hace que las producciones de Bay se traduzcan en la pantalla como «un gran espectáculo» de entretenimiento.
Por Nayara Batschke
Sao Paulo, 11 diciembre (EFE).- Después de dar vida al carismático antihéroe Deadpool (2016), el canadiense Ryan Reynolds vuelve a las pantallas como el líder de 6 Underground, un escuadrón de justicieros que cobra vida en la última entrega del director Michael Bay y cuyo rodaje supuso un «viaje salvaje» al «caótico» universo del cineasta.
«El rodaje fue un viaje salvaje, una experiencia increíble. Yo no cambiaría nada en absoluto, pero Michael es un caos. Él lleva el caos en su esencia», revela Reynolds en una entrevista con Efe en Sao Paulo, donde el actor ha presentado su más reciente trabajo en el marco del festival de la Comic Con Experience (CCXP).
Bay «graba donde le da la gana, de repente va y descarta completamente el guión. Cuando nos damos cuenta, estamos grabando algo que nadie había planeado para ese día», agrega el actor (Vancouver, 1976) entre risas.
Reynolds asegura que la cinta está «algo inspirada» en los días actuales y en un mundo donde, considera, «el mal queda un tanto impune».
«¿Qué pasaría si sintieras que sí puedes hacer algo? ¿Si supieras que puedes evitar una intervención de algún gobierno y crear tu propia intervención? De ahí viene toda la premisa de la película», explica el intérprete.
Dirigida por el taquillero Bay, quien se ha convertido en todo un éxito tras firmar títulos como la saga Transformers o Bad Boys, 6 Underground se trata del más grande proyecto del cineasta hasta la fecha y viene cargada de muchas explosiones, tiros y persecuciones en alto voltaje.
Aunque admita que la «caótica» forma de trabajar del director estadounidense pueda ser un «desafío» para el elenco, el actor pondera que es precisamente ese anárquico estilo de conducir el set cinematográfico lo que hace que las producciones de Bay se traduzcan en la pantalla como «un gran espectáculo» de entretenimiento.
«El caos es en parte la razón por la que los espectadores pueden disfrutar de un espectáculo que presenta todo ese nivel de entretenimiento. (Bay) es muy ambicioso», celebra Reynolds.
ESTRENO EN NETFLIX
Y es que el actor no bromeaba cuando prometió, hace unos días, que la ambiciosa producción, que se estrenará mundialmente el próximo día 13 en la plataforma de Netflix, entregará «acción sobre acción sobre más acción».
La electrizante secuencia inicial de 6 Underground -que brinda a los espectadores unos 20 minutos ininterrumpidos de pura adrenalina, con explosiones, tiroteos, helicópteros y una persecución por las calles de Florencia- rápidamente da el tono de lo que seguirá en las dos horas siguientes.
El que fuera protagonista de la fallida Green Lantern (2011) define los bastidores de esta macroproducción como una experiencia «increíble» e «intensa», que llevó a que todo el elenco se convirtiera en una «familia».
Además del protagonista canadiense conforman el «escuadrón 6» la actriz francesa Mélanie Laurent, el británico Ben Hardy, el mexicano Manuel García-Rulfo, la portorriqueña Adria Arjona y el estadounidense Corey Hawkins.
Y es que la química en la pantalla entre los actores que dan vida a estos seis anónimos vigilantes es innegable, algo que Reynolds atribuye a la buena sintonía con sus compañeros de escena también durante las grabaciones.
«Nosotros nos teníamos uno al otro, nos apoyábamos. Éramos una familia. Hemos sido forjados en el fuego y eso nos ha salvado», rememora.
Sin embargo, entre el sinnúmero de escenas de acción y las siempre presentes bromas de su protagonista, 6 Underground igualmente ofrece a los espectadores algunas destellos de realidad.
Al presentar un crudo retrato del mundo actual y sus crecientes desafíos, como las constantes guerras o la ascensión del autoritarismo, la película bucea en el deseo de arreglar las cosas.
«La película está un poco inspirada por el mundo en el que vivimos y esta premisa de qué podría pasar si fuésemos capaces de hacer o cambiar algo», concluye Reynolds.