La polémica que este restaurante ha ocasionado se enmarca en un momento en el que la cuestión migratoria es un tema muy sensible en EU, no sólo con la comunidad latina, sino con los sirios, que después de los atentados del 13 de noviembre en París, han recibido negativas de alojamiento por una treintena de gobernadores liderados por el texano Abbott.
Ciudad de México, 11 de diciembre (SinEmbargo).- Un restaurante en Arizona ha causado polémica entre la comunidad latina debido al nombre que posee: Illegal Pete.
Desde el día de su inauguración, el pasado jueves, los manifestantes se encontraban con pancartas a las afueras del lugar para exigir que el restaurante cambie de nombre, ya que es ofensivo y fomenta el racismo.
La polémica, desatada inicialmente entre estudiantes, los llevó a esposarse entre ellos formando una cadena para simular la Operación Streamline, un método de procesamiento y deportación de inmigrantes indocumentados en el que las personas son sentenciados en grupos grandes. Es el segundo día que alrededor de 100 manifestantes se encuentran frente al restaurante coreando consignas políticas.
La protesta fue organizada por el grupo de los derechos de los chicanos de la Universidad de Arizona (MECh.A.), que afirma que la palabra «ilegal» en el nombre del restaurante es un insulto racial.
Una petición en Change.org titulado «Illegal Pete’s mexican restaurant: Drop the name or shut it down«, realizada por los manifestantes, argumenta que a diferencia de Colorado, donde se inició la cadena de restaurantes, Arizona tiene un ambiente político tenso, cargado de discriminación racial, además de significar una injusticia generalizada contra los latinos.
A la petición que lleva cerca de 3 mil firmas, se le suma la exigencia de una declaración pública por parte del dueño del lugar donde reconozca la ofensa que representa establecer un comercio con semejante nombre.
Desde su apertura, los centenares de clientes han tenido que ingresar al lugar esquivando a los protestantes, que afirman que sólo gente racista entra ahí. Por su parte, los comensales afirman que es una exageración el decir que por un nombre un restaurante debe cerrar sus puertas.
«Están haciendo que este sea un mal rato para todo el mundo aquí. Me gustaría que simplemente se fueran», dijo Omar Corella, un cliente que comía mientras los manifestantes se encontraban afuera. «Mi familia emigró desde Sonora y todavía vive allí a tiempo parcial; estás personas no van a llamarme racista».
El propietario del restaurante afirmó en una entrevista de medios locales, que había intentado dialogar con los manifestantes la semana pasada, pero que no tuvo éxito. Éste es la primer sucursal que abre fuera de Colorado, donde la cadena inició sus servicios en 1995.
Su última apertura en Fort Collins provocó un revuelo similar al que sufre actualmente en Arizona, tanto que atrajo la atención del New York Times. En aquella ocasión, el dueño afirmó que el nombre es un homenaje a su difunto padre Pete, que tenía una vena rebelde. Turner también ha dicho que el nombre es una referencia a un bar en una novela que había leído, pero hasta la fecha se desconoce de que novela hace referencia.
La polémica que este restaurante ha ocasionado se enmarca en un momento en el que la cuestión migratoria es un tema muy sensible en EU, no sólo con la comunidad latina, sino con los sirios, que después de los atentados del 13 de noviembre en París, han recibido negativas de alojamiento por una treintena de gobernadores liderados por el texano Abbott.
Quizá sea sólo un nombre, pero el hecho de que cada año se registren violaciones a los derechos humanos hasta por parte de la policía estadounidense, da muestra que un gran porcentaje de los habitantes de EU sufren de xenofobia.
El color de piel o la procedencia de una persona no debería ser motivo de burla, así que quizá no sólo este en juego el nombre de un restaurante, sino el fomento a la violencia racial.