Kabul, 11 nov (dpa) – Miles de personas salieron hoy a las calles en Kabul en una inusual manifestación de protesta contra el gobierno y contra los talibanes después de que el pasado fin de semana se hallaran los cadáveres de siete rehenes decapitados en la provincia de Zabul, en el sureste de Afganistán.
La protesta fue una de las más grandes de este tipo, dirigida tanto contra el gobierno afgano por no garantizar la seguridad en el país como contra grupos armados como los talibanes y el Estado Islámico (EI). Entre los manifestantes había mujeres con bebés, parejas mayores, escolares y personas de diferentes etnias.
En el marco de la protesta, los cuerpos de las siete víctimas, entre ellas una niña de nueve años, fueron llevados al palacio presidencial en un cortejo que recorrió más de ocho kilómetros.
La multitud pidió a gritos la renuncia del presidente Ashraf Ghani y del «jefe ejecutivo» Abdulá Abdulá y reclamó castigo para los responsables de las decapitaciones. Algunos de los manifestantes lanzaron piedras contra el palacio presidencial.
«Estamos realmente enojados, sobre todo por el asesinato de la niña de nueve años», dijo la activista social Somaya Samala.
Funcionarios afganos habían mencionado previamente la cifra de seis víctimas -tres hombres y tres mujeres- de la comunidad minoritaria hazara, que fueron secuestrados hace un mes.
«¡Muerte a quienes apoyan a los talibanes!», gritaron los manifestantes. La mayoría de los afganos, incluidos los talibanes, son musulmanes suníes.
Zabul es una de las provincias más peligrosas de Afganistán. Varios de los distritos de la provincia están bajo control total de los talibanes. Recientemente también hicieron su aparición en Zabul combatientes de la milicia terrorista Estado Islámico (EI).
Según Gul Islam Sial, un portavoz del gobernador de Zabul, se está desarrollando una lucha intestina entre dos facciones de los talibanes en la provincia. «Por cuanto que el distrito está bajo control de los talibanes, no podemos confirmar cuál de los dos grupos llevó a cabo las decapitaciones», explicó el portavoz.