De acuerdo con Héctor Sánchez, consejero independiente de la CFE, la iniciativa de Reforma Eléctrica del Presidente Andrés Manuel López Obrador pretende un piso parejo para todos los mexicanos en materia de electricidad, por eso las empresas se oponen a ella.
Ciudad de México, 11 de octubre (SinEmbargo).– La discusión en contra de la Reforma Eléctrica del Presidente Andrés Manuel López Obrador no es si la Comisión Federal de Electricidad (CFE) usará energías limpias para abastecer o si se tendrán apagones, la verdadera razón por la que se oponen es porque la iniciativa favorecerá a los mexicanos y les quitará los privilegios a las empresas, aseguró Héctor Sánchez, consejero independiente de la empresa estatal.
«Aquí no es una discusión de si son energías limpias o sucias porque las que tiene la iniciativa privada no todas son eólicas o fotovoltaícas, las otras son de ciclo combinado. No es una discusión entre si las energías son sucias o no, o si vamos a tener apagones o no, sino a quién se va a favorecer. Ustedes saben que entre los de autoabastecimiento se favorecen a 77 mil consumidores calificados, estos reciben el subsidio del pueblo de México porque la CFE soporta transmisión, mantenimiento, pérdidas en la conducción y es obvio que ellos reclaman los privilegios que han tenido y que ahora con esta Reforma Eléctrica va a haber piso parejo», dijo el Consejero en entrevista para el programa «Los Periodistas», conducido por Alejandro Páez y Álvaro Delgado en SinEmbargo al Aire.
El Consejero defendió la iniciativa del Presidente y aseguró que así como está la legislación en materia energética, en un futuro México tendrá monopolios privados.
«Como iban las cosas íbamos hacia un monopolio de privados, es decir, lo que pasa en España con la generación de energía que se deja en manos privadas y al rato son ellos los que imponen los precios y condiciones. La actitud que ha asumido el Presidente en la iniciativa va en el sentido de nuestra soberanía energética, que en unos años más la electricidad va a ser la energía fundamental para todos los países», destacó el Consejero en el programa transmitido en el canal de YouTube SinEmbargo AL Aire.
Para el Consejero Héctor Sanchez, se corre el riesgo de que los legisladores, en un afán de revancha política, rechacen la iniciativa sin analizarla.
«En el mundo legislativo se olvidan de los intereses, me parece una aberración ideológica el caso del PRD, que pudiera votar en contra de esta iniciativa, un partido que se dice de izquierda y que en este momento solo busca el revanchismo político. Aquí el pueblo de México debe tratar de sensibilizar a sus diputados», dijo.
Sánchez defendió que esta iniciativa busque regresarle la rectoría de la electricidad al Estado y puso como ejemplo la situación complicada que se vive en otros países como España, donde la luz se disparó a precios exhorbitantes por ser manejada por los privados.
«Se requiere en este momento regresarle la rectoría del servicio eléctrico al Estado. Tenemos los ejemplos claros en otros países como España donde están Repsol e Iberdrola, que ya se está viendo la crisis energética por la que está pasando», detalló.
Desde que asumió el poder en 2018, López Obrador se ha opuesto a la reforma energética de su antecesor, Enrique Peña Nieto (2012-2018), que abrió el sector a las empresas privadas, pero sus intentos para revertirla encallaron en algunos tribunales.
Por eso, envió a finales de septiembre al Congreso una iniciativa de reforma constitucional para garantizar que la empresa estatal CFE domine el mercado de generación en el país, lo que ha generado la oposición frontal de las patronales.
Según el Gobierno, actualmente la CFE genera el 38 por ciento de la energía y el sector privado el 62 por ciento, algo que se quiere revertir para que al menos el 54 por ciento sea del sector público.
La CFE es el único distribuidor de electricidad a los usuarios mexicanos, por lo que las compañías privadas venden la energía que generan a la empresa pública.
Tanto empresas como ambientalistas han advertido que la reforma de López Obrador pone en riesgo las energías limpias porque no considera las renovables como prioritarias.
El sistema actual coloca primero en la red la electricidad de plantas eólicas y solares, por ser menos costosas, las cuales pertenecen a empresas privadas. Sin embargo, la Secretaria de Energía, Rocío Nahle, dijo este día que las plantas hidroeléctricas de la CFE generan la energía más «limpia, constante y barata».
Por ello, el nuevo modelo priorizará la hidroeléctrica, seguido de la nuclear, la geotermia, el gas de la CFE, la térmica, la eólica, la solar, el gas de los privados y el carbón.
Algunos expertos han advertido que lejos de controlar el precio de la luz, este nuevo modelo dispararía las tarifas ya que las plantas de la empresa pública son más viejas e ineficientes.
La reforma también propone cancelar los Certificados de Energías Limpias, que se entregan a las empresas privadas por generación de energía eólica o solar y que obligan a la CFE a comprarlos.
No obstante, Nahle aseguró que México cumplirá sus «compromisos internacionales» en materia de medioambiente y que la CFE garantizará que en 2024 el 35 por ciento de la energía sea limpia.
La reforma, que todavía no tiene fecha para ser debatida en el Congreso ni cuenta por ahora con los apoyos necesarios en el Legislativo para tirar adelante, incluyó por sorpresa la nacionalización del litio.
