Actualmente, algunos investigadores están usando supercomputadoras para crear virus virtuales completos que esperan usar para comprender cómo los virus reales se han propagado con una facilidad tan devastadora.
Ciudad de México, 11 de octubre (RT).- Imágenes detalladas de la estructura del SARS-CoV-2, que han obtenido varios equipos de científicos a lo largo de la pandemia, han desempeñado un papel importante en la compresión de la interacción del virus con las células humanas y son un hito importante en el camino hacia la búsqueda de una vacuna, informa The New York Times.
En febrero, en las primeras etapas de la pandemia, las mejores fotografías que alguien había logrado tomar eran imágenes de baja resolución, en las que el virus parecía una mancha apenas perceptible. El doctor Sai Li, biólogo estructural de la Universidad de Tsinghua de Pekín, fue uno de los primeros que logró captar en fotos muy detalladas la forma puntiaguda del coronavirus y su interactuación con las células humanas.
Li colaboró con un equipo de virólogos chinos que trabajó con el virus en un laboratorio de bioseguridad en la ciudad de Hangzhou, lo trató con una sustancia química para volverlo inofensivo y se lo envió en una muestra de líquido. El científico y su equipo concentraron el líquido cargado de virus de un litro hasta una sola gota, que fue congelada en una fracción de segundo y luego la observó a través de un microscopio crioelectrónico.
«Vi una pantalla llena de virus», contó Li al medio. «Pensé que era el primero en el mundo en ver el virus en tan buena resolución», añadió.
Durante las siguientes semanas, el doctor Li y su equipo estudiaron detenidamente las imágenes captadas del coronavirus: inspeccionaron las proteínas de su superficie y las que estaban en su núcleo, enrolladas con los genes.
Actualmente, algunos investigadores están usando supercomputadoras para crear virus virtuales completos que esperan usar para comprender cómo los virus reales se han propagado con una facilidad tan devastadora. Así, el equipo de Rommie Amaro, bióloga computacional de la Universidad de California en San Diego, creó modelos átomo por átomo del coronavirus y de su proteína pico.
Una proteína de pico (izquierda) y una capa protectora de azúcares (derecha)
Lorenzo Casalino / Amaro Lab / U.C. San Diego
Estas investigaciones, y otras parecidas, han ayudado a los científicos en todo el mundo a conocer el SARS-CoV-2 en detalle: han descubierto cómo utiliza algunas de sus proteínas para introducirse en las células y cómo sus genes logran dominar nuestra bioquímica y han allanado el camino hacia la vacuna que podrá combatirlo.