Uno de los riesgos del teletrabajo es alargar la jornada laboral mucho más de lo recomendable, lo que puede conducir al estrés y el agotamiento.
MADRID, 11 de octubre (EuropaPress).- El teletrabajo, una práctica nueva para muchos, está más indicado que nunca en estos días de pandemia y es que cada día se dispone de más evidencias de que la transmisión del SARS-CoV-2 no es exclusivamente por gotas, sino también por aerosoles.
Así lo defiende en una entrevista con Infosalus el profesor emérito de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Santiago de Compostela, el doctor Juan Jesús Gestal Otero, quien destaca que en este sentido que «son numerosos los brotes que lo ponen de manifiesto, entre ellos el muy conocido de un call-center en Corea del Sur».
De hecho, este experto señala que la transmisión por aerosoles cobra especial importancia en estos momentos de la segunda ola pandémica en la que se están observando un crecimiento exponencial de los casos, que pueden verse incrementados por la vuelta al trabajo, apertura de las escuelas, e inicio del otoño, «que suponen el regreso masivo a lugares cerrados en los que el riesgo de transmisión por aerosoles se incrementa mucho».
Es más, Gestal argumenta que en los lugares cerrados en los que se concentren muchas personas, aun manteniendo la distancia de seguridad y el uso de mascarilla, las posibilidades de transmisión del SARS-CoV-2 son mucho mayores, «sobre todo si no hay una adecuada ventilación y se permanece en ellos mucho tiempo». «Por eso ahora cobra especial importancia el teletrabajo, que debe ser la primera elección, siempre que sea posible, para evitar la aparición de brotes en los lugares de trabajo», reitera el experto en Medicina Preventiva y Salud Pública.
Ahora bien, Gestal reconoce que el teletrabajo no es la opción laboral ideal, y presenta ventajas e inconvenientes, si bien insiste en que «en las actuales circunstancias es sin duda la mejor opción». A su juicio, quizás su mayor inconveniente sea la dificultad para cumplir en casa las condiciones ergonómicas del puesto de trabajo, fundamentalmente en lo relacionado con la silla de trabajo, orientación del puesto, e iluminación.
«El trabajo durante muchas horas fijando la vista en la pantalla del ordenador suele conllevar irritación y fatiga ocular, tensión cervical, y dolores de cabeza y musculares de cuello y de espalda. Una adecuada higiene postural es muy importante para evitar su aparición», remarca el también director de la Cátedra de Hidrología Médica USC-Balnearios de Galicia.
Además, añade que el teletrabajo no permite la misma interacción con los compañeros que el trabajo presencial, y favorece la ansiedad y el estrés que pueden incrementarse si se presentan dificultades técnicas para llevar a cabo las tareas (tecnoestrés) al no tener al lado compañeros que puedan ayudar.
A su vez, el doctor Gestal llama la atención sobre el hecho de que el aumento de la ansiedad puede favorecer las visitas con frecuencia a la cocina, algo que debe evitarse, estableciendo horarios de comidas, que también deben controlarse para evitar engordar.
Por otra parte, dice que favorece el sedentarismo, y no gastar la energía habitual por el día conlleva un peor descanso por la noche (insomnio, nerviosismo), que puede conducir a alterar los horarios, que es muy importante establecer y cumplir con regularidad. «La falta de movimiento también hace que el aparato digestivo funcione peor con digestiones pesadas, estreñimiento, sensación de saciedad, gases o ardor de estómago. Por ello, debe establecerse una rutina de ejercicio diario que pueda realizarse en casa para mantenerse en forma y evitar estos problemas», agrega.
CONSEJOS PARA MANEJAR EL TELETRABAJO LO MEJOR POSIBLE
Con ello, el catedrático emérito de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) enumera una serie de consejos para sobrellevar de la mejor manera posible el teletrabajo, entre los que recomienda elegir un lugar fijo para trabajar que esté bien iluminado, siempre que sea posible con luz natural, y ventilado, lo más tranquilo y aislado posible del resto de la casa.
«Se buscará una mesa elevada (72-75 centímetros), sin barreras para las piernas, y suficientemente amplia para que quepan bien todos los equipos de trabajo y permita apoyar los antebrazos con comodidad. Así como una silla que se adapte bien a ella para que la postura sea lo más cómoda y ergonómica posible, procurando que la espalda se mantenga erguida formando un ángulo recto con los muslos, así como entre el brazo y antebrazo, para no generar tendinitis ni problemas musculoesqueléticos. Lo ideal sería que fuese regulable en altura, con cinco apoyos rodantes en el suelo, apoyabrazos y respaldo reclinable, y también contar con apoyapiés, imprescindible cuando estos no alcanzan el suelo», detalla el especialista.
El puesto de trabajo se orientará, y «esto es muy importante», según resalta el doctor Gestal, de modo que la luz entre por la izquierda quedando la pantalla del ordenador perpendicular a la ventana. «La colocación del ordenador es muy importante para evitar problemas musculares y visuales. La pantalla debe estar debidamente ajustada en cuanto a brillo y contraste y usar una resolución con el tamaño adecuado para evitar la fatiga visual. Se recomienda que esté a más de 40 centímetros de distancia, con su borde superior a la altura de los ojos. La inclinación del teclado debe ser ajustable y con una distancia de más de 10 centímetros, entre éste y el borde de la mesa, para permitir trabajar en una postura cómoda, que no canse los brazos y manos», añade.
Se deben establecer unos horarios regulares con pausas cortas y frecuentes, de cinco a diez minutos cada hora, en las que descansar la vista y caminar un poco para desentumecerse y realizar estiramientos, además de programar una actividad física diaria para evitar que el teletrabajo lleve al sedentarismo.
Por otro lado, el doctor Gestal aconseja que las personas que usan lentillas es mejor que utilicen gafas para el teletrabajo, especialmente si van a permanecer muchas horas delante del ordenador y notan sequedad ocular al final del día. «Es importante parpadear con frecuencia mientras se trabaja para favorecer la secreción lacrimal, y realizar ejercicios como girar los ojos de arriba abajo y de derecha a izquierda. La sequedad ocular causa incomodidad, fatiga visual, irritación y sensación de cuerpo extraño o arenilla en el interior del ojo», advierte.
Otro de los riesgos del teletrabajo es alargar la jornada laboral mucho más de lo recomendable, lo que puede conducir al estrés y el agotamiento, según vaticina. De hecho, sostiene que hay que procurar, tras cumplir el horario, desconectarse del trabajo dedicando tiempo a la familia, al ocio y a uno mismo.
«Dado el cada vez mayor número de personas que se ven obligadas a realizar teletrabajo, sus puestos y condiciones de trabajo, especialmente las ergonómicas, debieran ser evaluados por los Servicios de Prevención de Riesgos Laborales de sus empresas facilitándoles los medios que sean necesarios para que el teletrabajo no afecte negativamente su salud», sentencia el catedrático emérito de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Santiago de Compostela (USC).