El asteroide tiene aproximadamente el tamaño de una casa y se acercará a unos 44 mil kilómetros de distancia a la Tierra.
Ciudad de México, 11 de octubre (SinEmbargo).- Este 12 de octubre el asteroide 2012 TC4 pasará a tan sólo 44 mil kilómetros de la Tierra, una distancia que tiene preocupados a los científicos ya que podría repetirse un escenario como el ocurrido en la ciudad rusa de Cheliábinsk durante el 2013.
Según los cálculos de la NASA, el asteroide posee un diámetro de entre 12 y 27 metros, y se acercará a unos 44 mil kilómetros de la Tierra.
Según la agencia DPA, dada la cercanía a la que atravesará el meteoro, los científicos aprovecharán la ocasión para estudiarlo y obtener nuevos datos para eventos futuros.
El paso del asteroide 2012 TC4 es «una excelente posibilidad para reconocer las capacidades internacionales y probar el seguimiento de objetos cercanos a la Tierra y analizar nuestras habilidades para ver cómo podemos reaccionar de manera conjunta ante una amenaza real», expresó la Agencia Espacial Europea (ESA).
El impacto de asteroides en la Tierra ocurre de manera periódica por lo que para los científicos es importante aprender más de ellos para contrarrestar los daños que podrían causar en el futuro. El evento que tuvo lugar en Cheliábinsk causó la muerte de cerca de mil 500 personas y dañó aproximadamente 7 mil edificios.
«Un caso como el de Cheliábinsk sucede cada 40 o 50 años», declaró Rüdiger Jehn que dirige el departamento del Centro Europeo de Control de Vuelo Espacial (Esoc).
Hace 108 años otro suceso de similares características tuvo lugar en la región de Siberia donde un asteroide de 40 metros causó una destrucción de 2 mil kilómetros cuadrados de terreno.
No obstante, el científico indicó que entre mayor es el asteroide, menor es la probabilidad de impacto. Además, en el caso de que uno de estos objetos se dirija a la Tierra, tendríamos incluso años para tomar medidas de protección.
El científico explicó que en un caso hipótético en el que un asteroide, como el que se supone que extinguió a los dinosaurios hace 65 millones de años, se aproximara al planeta una posible manera de hacerle frente sería mediante un «impacto cinético», el cual consiste en enviar un objeto para que se impacte con el meteoro y desvíe su trayectoria.
Otra posibilidad es el «impacto nuclear», que según Jehn, en la actualidad únicamente los Estados Unidos poseen la tecnología para llevarlo a cabo.
Por otro lado, los asteroides pequeños también suponen una amenaza y las primeras acciones que se proyectan para reducir el riesgo de sus impactos, está relacionado con la creación de alarmas para la población.
Jehn considera que un sistema de alerta podría advertir de la aproximación de un meteoro con una semana de anticipación.
«Si pudiéramos decir a la población: ‘¡Quedaros en vuestros sótanos!’, como con una alerta de tornado, entonces se podría predecir con gran exactitud y evitar grandes daños. Eso sería un gran avance», expresó el científico.
No se trata sólo de ciencia, el ex astronauta del Apollo Rusty Schweickart considera que ante la amenaza latente del impacto de un asteroide es necesario que los políticos adquieran responsabilidad en el caso.
«En caso de que ocurriera debe estar claro quién decide qué, quién lanza los cohetes, quién paga el coste con dinero de sus contribuyentes. Es una decisión planetaria. Debemos actuar todos juntos», indicó a Der Spiegel.
Según Jehn no se cuenta con un presupuesto generoso para este tema, la ESA cuenta con 30.8 millones de dólares para los próximos cuatro años y sus proyectos se enfocan principalmente al descubrimiento y no a la prevención.
El científico considera que una manera de despertar la conciencia de la población es a través del cine de ciencia ficción que tiene la capacidad de proyectar escenarios de contingencia aunque sus tramas sean exageradas.
Filmes como Armagedon o Deep Impact han despertado el interés de la gente por el tema y han ayudado a la financiación.