Cientos de personas se congregaron en la Plaza Tlaxcoaque, en el Centro de la Ciudad de México, para manifestarse a favor del Estado laico, la igualdad de derechos y el matrimonio igualitario, como respuesta a la serie de marchas realizadas ayer en varias partes de la República Mexicana y que fueron encabezadas por la cúpula católica. Frente a la Catedral Metropolitana los manifestantes leyeron una carta que enviarán al Papa para que retire funciones a Norberto Rivera, a quien señalaron como «encubridor de pederastas». Lamentaron que México ocupe el «nada honroso» segundo lugar en asesinatos de personas homosexuales y transexuales.
Ciudad de México, 11 de septiembre (SinEmbargo).– Las más de 60 organizaciones que integran el Frente Orgullo Nacional México y que este domingo marcharon en la capital del país en defensa del Estado laico, la igualdad de derechos y el matrimonio igualitario, solicitaron al Papa Francisco la destitución del Cardenal Norberto Rivera Carrera, a quien acusaron de encubrir a pederastas y promover el odio contra la comunidad de Lesbianas, Gays, Bisexuales y personas Transgénero (LGTB) en México.
El periodista y activista, Igor Pettit, hizo un llamado a los representes de las iglesias en el país a recordar que México es un Estado laico y ellos «al opinar y al promover marchas contra las exigencias de la población al derecho a la adopción y al matrimonio [por parte de parejas homosexuales] promueven el odio contra la comunidad gay.
«La Iglesia no tiene porque meterse en estos asuntos y al hacerlo está cometiendo un grave delito. Esto [las manifestaciones] no va a parar porque la Iglesia fue separada del Estado. Lamentablemente veo que el señor Norberto Rivera lo que hace con este tipo de mensajes a la sociedad, con las convocatorias a marchas contra el derecho que nosotros tenemos, es implementar el odio y el odio se debe combatir. […] Más adelante se le puede responsabilizar por los crímenes de odio contra la población LGTB», dijo en entrevista para SinEmbargo.
Por su parte, Marbella, activista independiente de los derechos humanos del sector LGTB, exigió la renuncia del Cardenal Rivera porque «la ignorancia es la madre de todas las fobias, de la transfobia y de los misóginos. En provincia no hay avance porque hay mucha ignorancia y la gente se deja manipular por la Iglesia», a pesar que desde la época de Benito Juárez se hizo la separación Iglesia- Estado.
«Solo queremos que se haga valer la ley y que el Gobierno sancione a la Iglesia porque no tiene porque meterse en políticas de Estado», subrayó.
Las organizaciones preparan una carta que en primera instancia planean colgar en la plataforma Change, para, posteriormente enviarla al Vaticano, con la finalidad de que Norberto Rivera sea sancionado e incluso separado de su cargo.
«Dios no discrimina, el Papa no diacrimina, pero este señor [Norberto Rivera] se empeña en aplicar su muy particular punto de vista. Que asuma bien su cargo y se concentre en asuntos de la Iglesia o de lo contrario, que renuncie porque no está preparado para ocupar ese puesto y está incitando a cometer crímenes de odio. Por sacerdotes como él, en México se comenten tantos crímenes de odio», apuntaló Marbella.
Los manifestantes señalaron a Norberto Rivera como «encubridor de pederastas».
«Lo consideramos un peligro para México por dañar la estructura de la sociedad y por descalificar nuestra condición. Fuera la Iglesia de la política «, puntualizaron.
De igual manera aseguraron y lamentaron que México ocupe el «nada honroso» segundo lugar en asesinatos de personas homosexuales y transexuales.
LA MOVILIZACIÓN
ADEMÁS:
Por la mañana, como respuesta a la serie de marchas realizadas ayer en varias partes de la República Mexicana, organizaciones se movilizaron de la Plaza Tlaxcoaque a la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México para exigir respeto al Estado Laico.
«¡Viva el Estado laico. El respeto al derecho ajeno es la paz! ¡Fuera la Iglesia del Estado! ¡Estado laico sí, intromisión del clero no!», gritaron los manifestantes en la Plaza Tlaxcoaque antes de dirigirse a la Catedral Metropolitana.
Omar, del Frente Orgullo Nacional, dijo a este medio:
«Estamos marchando en defensa del Estado mexicano laico. Estamos marchando en defensa de nuestros derechos y los derechos de todos, ante la intentona de la Iglesia a tomar las calles».
Patricia Mendieta, de la asociación civil Familias por la Diversidad Sexual, subrayó la importancia de que toda la población cuente con los mismos derechos, «no debe de haber ciudadanos de primera y de segunda porque todos pagamos impuestos, todos trabajamos. Mientras se siga con esa mentalidad [de la Iglesia] seguiremos con todas esas carencias humanas. Tiene que haber un Estado laico, por el que se ha luchado tanto a lo largo de l historia, que no se excluyan los derechos de unos cuantos ni de las minorías. Que México no sea un país intolerante.
Patricia denunció que su hijo Luis Fernando de 29 años se fue de la Ciudad de México a consecuencia de la falta de oportunidades laborales y la discriminación.
Los inconformes hicieron un llamado a Iglesia para que respete la ley y se ciña al Artículo 130 constitucional, mientras, la exigencia para el Estado es que haga valer la ley.
Por la avenida 20 de Noviembre, cientos de inconformes caminaron bajo protestas como: «¡Saquen sus biblias de nuestras familias!», con pancartas con leyendas como «La intolerancia religiosa provoca odio, discriminación y muerte. Las leyes son competencia única y exclusivamente del Estado laico y no de las Iglesias. Ustedes respetan los derechos humanos, nosotros rsapetamos sus creencias. Sí al matrimonio igualitario, no a la intolerancia».
De acuerdo con las organizaciones, la Iglesia católica en México ha “irrumpido en la vida pública y política” impidiendo el derecho de las familias diversas.
Este día, Miguel Barbosa Huerta, coordinador del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el Senado, pidió a todos los sectores de la sociedad actuar con tolerancia frente a la discusión de las reformas para legalizar el matrimonio igualitario.
El legislador hizo un llamado a evitar posiciones radicales y pidió a los líderes religiosos no rivalizar con la clase política.
«Frente a las movilizaciones realizadas en diversas ciudades del País para rechazar los matrimonios igualitarios, debe prevalecer la tolerancia. Rechazamos posturas que puedan dividir y confrontar a la sociedad», dijo en un comunicado.
«La jerarquía eclesiástica no debe rivalizar con el poder político. En México existe una clara separación entre los asuntos eclesiásticos y los del Estado», añadió.
El Senador Miguel Barbosa insistió en que la laicidad es el principio que establece la separación entre la sociedad civil y la sociedad religiosa, y ante los nuevos y viejos dogmas y fanatismos que recorren el mundo, debe valorarse el carácter laico del Estado mexicano.
OBISPOS ENCABEZARON MARCHA
Ayer, ciudadanos marcharon en diversas ciudades en rechazo a la iniciativa gubernamental para legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo.
La Marcha por la Familia, convocada por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y el Frente Nacional por la Familia en contra de los derechos de grupos homosexuales, no alcanzó la meta anunciada: se esperaban movilizaciones en 120 ciudades de los 31 estados del país. Sin embargo, logró que miles de personas salieran a las calles en 27 entidades.
En mayo, el Presidente Enrique Peña Nieto propuso legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo en todo el país.
Estas uniones sólo son legales en algunas partes del país como la Ciudad de México, el estado de Coahuila y en Quintana Roo.
Al menos 11 obispos de la iglesia católica estuvieron al frente de las marchas de ayer a favor de la familia tradicional.
En Puebla, de acuerdo con el Periódico Central, la Iglesia católica y el Yunque —el ala de ultraderecha del Partido Acción Nacional— a través del Frente Nacional por la Familia salieron a las calles a expresar su discurso discriminatorio contra las uniones entre personas del mismo sexo y para exigir al Congreso de la Unión que aprueben su iniciativa ciudadana de que el matrimonio es la «unión de un hombre con una mujer».
El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinoza y el obispo auxiliar, Eugenio Lira encabezaron la denominada Marcha por la Familia, que de acuerdo a los organizadores reunió a 85 mil personas, Sin embargo la realidad evidenció que no reunieron a más de cuatro mil personas, cifra reportada por oficiales de Tránsito.
Los líderes de la grey católica acudieron portando sus crucifijos, para que no quedara duda de quien lleva el movimiento que presiona al Congreso de la Unión para no sacar adelante la iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto a favor de los matrimonios igualitarios.
Por el Yunque, los representantes fueron los diputados locales del PAN Pablo Rodríguez Regordosa —quien impulsa el término “isomonio” para referirse a los matrimonios igualitarios— y Pablo Montiel Solana. Asimismo estuvieron el regidor blanquiazul, Juan Carlos Espina acompañado de Jorge Ocejo, el ex presidente de la Organización Demócrata Cristiana.
Entre los asistentes también se observó a Liliana Ortiz, la esposa del ex alcalde Eduardo Rivera Pérez, quienes también forman parte del ala de ultraderecha del PAN.
Con la Catedral de Puebla la fondo, el Frente Nacional por la Familia en Puebla rechazaron que su discurso sea de odio en contra de la comunidad homosexual y que «quien diga eso es por ignorancia».
En Veracruz, el Obispo Luis Felipe Gallardo Martín del Campo, encabezó la manifestación donde políticos también se sumaron.
De acuerdo con medios locales, entre los asistentes estaban: la ex candidata a la diputación local en boca del Río por el partido Encuentro Social, Linda Olmos y la Diputada federal, Gabriela Ramírez.
En Baja California, el Arzobispo Francisco Moreno Barrón y el Arzobispo emérito Rafael Romo Muñoz, se hicieron presentes en la manifestación.
De acuerdo con el diario Zeta, en Tijuana, la marcha la encabezaron el Subsecretario General de Gobierno, Javier Gutiérrez Vidal, el Senador Víctor Hermosillo y el Diputado local, Rodolfo Olimpo.
Otros obispos que encabezaron las marchas fueron el de la diócesis de Tampico, Tamaulipas, José luís Dibildox Martínez; de Durango el Arzobispo José Antonio Hérnandez Hurtado; de Cuernavaca, Morelos, Ramón Castro y Francisco Javier Chavolla de Toluca, Estado de México.