California se convirtió en la primer entidad de Estados Unidos en exigir al personal educativo que se vacunen o, en su caso, que se sometan a pruebas semanales para descartar contagios de COVID-19.
Los Ángeles, Estados Unidos, 11 ago (EFE).- California anunció este miércoles que exigirá a los maestros y a los empleados de las escuelas que se vacunen contra la COVID-19 o que, de lo contrario, se hagan pruebas para detectar el coronavirus al menos una vez a la semana.
De esta forma, California se convirtió en el primer estado de Estados Unidos en exigir a los trabajadores escolares esta medida, en un inicio de curso marcado por el intenso debate en el país sobre las disposiciones necesarias para el regreso a las clases.
El Gobernador californiano, el demócrata Gavin Newsom, aseguró que esta medida busca dar «seguridad» a los padres de que los niños estarán a salvo en el retorno presencial a las aulas.
«Las vacunas son el medio para acabar con esta pandemia. Como padre, tengo ganas de que comience el curso escolar y de ver a todos los niños de California de vuelta en las clases», añadió en un comunicado.
Por su parte, el director del Departamento de Salud Pública de California, Tomás Aragón, defendió que no hay una alternativa equivalente a la enseñanza presencial y en las aulas.
«La orden de hoy ayudará a los esfuerzos continuados del estado para aumentar la vacunación«, agregó.
California, que es uno de los principales bastiones progresistas del país, ya requería que los empleados estatales y los trabajadores sanitarios estén vacunados o se sometan a tests de manera constante.
Las autoridades californianas admitieron su preocupación por el aumento de los casos de coronavirus debido a la variante Delta.
El promedio diario de casos en la última semana en California es de nueve mil 925, muy superior al entorno de los mil casos en los que se movía el estado a mediados de junio.
El 63.8 por ciento de los mayores de 12 años en California, que equivale a 21.6 millones de personas, ya han recibido la pauta completa de la vacunación.
El comienzo del curso escolar en Estados Unidos llegó marcado por el crecimiento de los casos por la variante Delta, también entre los niños.
En este sentido, el Presidente estadounidense, Joe Biden, se mostró el martes «muy preocupado» por los casos de «niños pequeños, de 4, 5 o 6 años, ingresados en hospitales».
«Los niños se están contagiando porque en la mayoría de los casos viven en estados y comunidades con una baja tasa de vacunación, y se contagian de adultos no vacunados», lamentó el mandatario en una rueda de prensa.
Ese problema avivó el pulso entre distritos escolares, estados y el Gobierno de Biden en torno a la posibilidad de imponer mandatos sobre el uso de mascarillas en las aulas o de exigir pruebas de vacunación a los profesores.