El pequeño establecimiento pedirá solamente un test negativo o un certificado de haber pasado la enfermedad, sin embargo, a quienes muestren un comprobante de vacunación se les negará la entrada.
Viena, 11 de agosto (EFE).- Una pequeña cafetería y tienda de alimentos ecológicos de la localidad austríaca de Strobl, en la región de Salzburgo, ha instaurado un nuevo protocolo tan polémico como legal: sólo se atenderá a quienes no estén vacunadas contra el coronavirus.
La hostelería y restauración en Austria funcionan bajo la denominada regla «3-G», por la que únicamente pueden disfrutar de estos servicios personas que demuestren estar vacunadas, curadas o que se hayan sometido recientemente a un test de antígenos o una PCR.
En el caso de este pequeño establecimiento a orillas del turístico lago Wolfgang, la norma pasa a ser «2-G», al exigir únicamente un test negativo o un certificado de haber pasado la enfermedad.
Los potenciales clientes que muestren un certificado de vacunación son rechazados como parte de la política de admisión del establecimiento.
«Uno sólo puede reírse de esta decisión y pedir a los ciudadanos que no vayan allí», comentó el Alcalde de Strobl, Josef Weikinger, a la televisión pública austríaca.
El político del Partido Popular Austríaco (ÖVP) reconoció que, legalmente, no pueden hacer nada por cambiar este protocolo de admisión, por lo que prefieren no tomárselo «tan en serio como para tratarlo en profundidad».
Las autoridades políticas y turísticas regionales también se han distanciado de la decisión del establecimiento.
Los motivos por los que este establecimiento ha decidido actuar así son todavía desconocidos, ya que, según reportan los medios locales, la dueña del local ha decidido no hacer declaraciones al respecto.
Al igual que en otros Estados de la Unión Europea, el país alpino también ha experimentado un repunte de contagios este último mes por la expansión de la variante Delta de la COVID-19.
Este mismo miércoles, Austria registró su cifra más alta de casos positivos desde mayo, con 902 personas infectadas y un fallecido en las últimas 24 horas, lo que eleva la incidencia acumulada de los últimos siete días a 47 casos por 100 mil habitantes.
En lo que respecta a la vacunación, el 53.9 por ciento de la población austríaca está completamente vacunada, mientras que el 59.5 por ciento ha recibido al menos una dosis.
Las cifras de vacunación se han ralentizado mucho en las últimas semanas debido a que entre amplias capas de población existen dudas o rechazo abierto a las vacunas.
El partido ultraderechista FPÖ convocó varias manifestaciones en los últimos meses contra las restricciones impuestas por la pandemia, y sus parlamentarios, por ejemplo, se han negado a utilizar mascarillas en el Parlamento, como exigían las reglas.