Arrieta opina que los medios de comunicación pueden ser una gran herramienta para combatirlo, pero que es necesario correr con el riesgo e intentar cosas nuevas poniendo como ejemplo situaciones tan sencillas como incluir a hombres en comerciales como encargados del hogar o del cuidado de los hijos.
Por Mónica Rubalcava
México, 11 de agosto (EFE).- El actor mexicano Luis Arrieta es la imagen de una campaña contra el machismo y asegura que comenzar a colaborar en ella le ayudó a repensar sus propias costumbres y actitudes con la intención de comenzar un pequeño cambio hacia la igualdad.
«Yo no había analizado los privilegios de ser hombre hasta que empecé a estudiar sobre el machismo», explicó este martes a Efe Arrieta, quien asegura que desde que comenzó a participar en la campaña «Nadie nace macho» se ha comprometido más con sus acciones.
«Yo pensaba que era una persona muy consciente de que existe el machismo pero que no lo era, empecé a leer y me di cuenta de que el machismo se mete en nuestra cultura, en nuestras tradiciones y descubrí que tengo actos y pensamientos machistas en los que trabajar», apuntó.
«Nadie nace macho» es un proyecto impulsado por varias organizaciones, entre ellas El Pozo de Vida AC, una ONG dedicada a luchar en contra de la trata de personas que ve en el machismo una de las causas originarias de este problema.
Así, Arrieta representa en el vídeo de la campaña dos roles encarnados en un mismo personaje que es el de un padre violento con su hijo y esposa, y un jefe que busca abusar de su empleada, mientras a la par se presentan historias que ponen en entredicho lo que es la masculinidad y lo que se ha aprendido de ella desde temprana edad.
Sobre esto, Arrieta considera que es importante que tanto hombres como mujeres deben trabajar en el cambio e invita a los hombres a cuestionarse a sí mismos tal y como él lo hecho. Sin embargo, entiende que en la actualidad sean más las mujeres quienes se involucran en dichos temas al ser las afectadas.
«Quien sale privilegiado en la mayoría de las veces es el hombre entonces es muy raro que el ser humano quiera combatir algo en donde de entrada es privilegiado, lo que yo quiero es que tengamos un mundo más equitativo, que tanto hombres como mujeres tengan las mismas oportunidades y sean tratados de la misma manera», aseveró.
Arrieta opina que los medios de comunicación pueden ser una gran herramienta para combatirlo, pero que es necesario correr con el riesgo e intentar cosas nuevas poniendo como ejemplo situaciones tan sencillas como incluir a hombres en comerciales como encargados del hogar o del cuidado de los hijos.
«Lo que vende está muy relacionado al machismo y ese es el problema, todo el mundo debe de empezar a ser responsable y sacrificar un poco del ingreso para hacer un discurso diferente. A lo mejor el día de mañana se pueden vender discursos distintos», completó.
COMPROMISO EN LA ACTUACIÓN
A pesar de ello, Arrieta considera que en la ficción es necesario que existan papeles que representen a personajes machistas para poder desatar una discusión al respecto, pues desde su punto de vista es algo que existe en la realidad que no puede ser anulado.
«No pasa nada si yo hago un personaje machista, pero si se hace hay que señalarlo. Está interesante hacerlo para mostrarlo y discutirlo», comentó.
Y, casi por coincidencia, en sus últimas participaciones actorales que están próximas a estrenarse, el actor encarna hombres que ponen en entredicho las enseñanzas sobre lo masculino que ha dictado por años la sociedad.
Un ejemplo de ello es su papel como Ignacio en «Infelices para siempre», una comedia romántica escrita por Adriana Pelusi que en principio sería interpretado por un personaje femenino.
«Mi personaje estaba escrito para una mujer, me invitaron y les dije que no le quitaran lo que se tenía pensado para la mujer, también los hombres necesitamos hacer personajes que tengan mucha sensibilidad», apunta.
Además, interpretará a un político homosexual en «90 días para el 2 de julio», la ópera prima de Rafael Martínez García en la que de forma implícita se hace una crítica al conservadurismo en la política y al poder.
«Mi personaje es un candidato a gobernador muy joven con una relación secreta con un hombre y al hacer un partido como muy conservador no se atreve a mostrar su homosexualidad de manera pública», adelantó.