Londres, 11 ago (EFE).- La jugadora de voleibol brasileña Paula Pequeno atribuyó su éxito en los Juegos Olímpicos de Londres a la fe que tuvo la selección en sí misma, «cuando todo el mundo dudó».
«Fue un campeonato extremadamente duro para todo el mundo. Más psicológicamente, porque llegamos en una situación muy difícil y conseguimos revertir todo eso», afirmó Pequeno.
Según la jugadora, el motivo de la mejoría del juego de Brasil fue «la fe», un factor que sirvió para «unir» al grupo de jugadoras en torno del objetivo del oro, que se concretó hoy en la final contra EE.UU.
«Cuando todo el mundo dudó de nosotras y nosotras creímos más que cualquier persona, (el juego) comenzó a fluir. Fue mucha fe la que nos unió, nos movió para el mismo objetivo e hizo el grupo muy fuerte», dijo Pequeno.
Fabi afirmó que este oro tuvo un «sabor completamente diferente» al de Pekín, porque entonces Brasil hizo una campaña olímpica «soñada» y ahora Estados Unidos «era el favorito».
«Si se proponen hacer una película de cómo se gana un oro, el guión no sale tan bien escrito como estos Juegos Olímpicos que hemos hecho», dijo Fabi.
La líbero destacó que sintió orgullo y «alivio» después del mal inicio del equipo en los Juegos Olímpicos, lo que le provocó «noches mal dormidas» y no conseguía encontrar explicaciones.
La jugadora dijo que encara la exigencia de la afición brasileña como una muestra de la importancia que ha ganado el voleibol en su país y es «el fruto de títulos y de trabajo duro de muchos años».
Dani Lins reveló que el partido de hoy, el entrenador les pidió «no bajar la guardia» a pesar del mal primer set y les indicó que tenían que evitar jugar en el ritmo de juego que proponía EE.UU. que era «muy acelerado».
Fernanda Garay aseguró que «dentro de poco se olvidará» quien hizo el primer punto o ganó el primer set, quien estaba en la cancha y quien no.
«Lo más importante es llevar la medalla a casa, mirarla y pensar que mereció la pena», concluyó Garay. EFE