La Fiscalía dijo tener ya identificadas hasta el sábado a ocho víctimas —seis hombres y dos mujeres_, principalmente con base en prendas y el trabajo dental, información que se corroboró a través de peritajes genéticos.
CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Las autoridades han encontrado las osamentas de 23 personas en una región pantanosa del occidente de México entre Michoacán y Jalisco, dos estados donde algunos de los mayores cárteles del narcotráfico del país libran una intensa lucha por el territorio.
La Fiscalía del estado de Michoacán informó en un comunicado que en las últimas tres semanas se localizaron primero 22 esqueletos y luego otro más en un predio cercano a una zona pantanosa conocida como Los Negritos, en el municipio de Villamar.
Los trabajos, que continuaban en lunes, forman parte de las labores de búsqueda de desaparecidos llevada a cabo por ese departamento en colaboración con la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) y la Guardia Nacional.
Avanza proceso de #identificación de restos óseos #localizados en #Villamar. #FGEMich ➡️ https://t.co/uKWpjbDJjY
— Fiscalía General de Michoacán (@FiscaliaMich) July 11, 2022
Según datos de la CNB, dependiente del Gobierno federal, hay más de 101 mil desaparecidos en México —el 98 por ciento de ellos desde 2006, cuando empezó la guerra frontal contra el crimen organizado— y una enorme crisis forense, ya que 52 mil restos de personas permanecen sin identificar en morgues y fosas comunes de panteones.
Jalisco, sede del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), es el estado con mayor número de desaparecidos, con más de 15 mil, y Michoacán llega casi a cuatro mil 400. Desde hace años se han localizado numerosas fosas clandestinas en la zona entre ambos estados.
La Fiscalía dijo tener ya identificadas hasta el sábado a ocho víctimas —seis hombres y dos mujeres_, principalmente con base en prendas y el trabajo dental, información que se corroboró a través de peritajes genéticos, se indicó en la nota de prensa.
Según los estudios de antropología y odontología forense realizados por este departamento, la edad de las víctimas oscilaba entre los 16 y 60 años de edad, y la fecha de su muerte se remonta a entre seis meses y 3 años.
“El estudio osteológico estableció que unas víctimas murieron por disparo de proyectil de arma de fuego, otras por mutilación y una por traumatismo craneoencefálico; otros restos, por sus condiciones de hallazgo, no ha sido posible determinar las causas de muerte”, se añade en el comunicado.
Las autoridades convocaron a los familiares de desaparecidos a que proporcionen muestras genéticas e información sobre prendas, trabajos dentales, tatuajes o cicatrices que puedan facilitar el resto de las identificaciones.
