El trabajo que solía llevarle horas a un humano la máquina es capaz de desempeñarlo en unos minutos, puede ir adquiriendo conocimientos y mejorando con el tiempo a medida que analice más muestras.
Por Christiane Drummond
Ciudad de México, 11 junio (TICbeat/SinEmbargo).- En un futuro detectar enfermedades como el cáncer en una fase temprana podría ser tan sencillo como oler el aliento del paciente. Eso sí, no sería el propio médico el que lo olería, sino una Inteligencia Artificial con sentido del olfato.
Al respirar exhalamos sustancias que pueden ser indicio de riesgo de enfermedad, sin embargo, el olfato humano no está suficientemente desarrollado como para detectar las mismas, pero la tecnología sí.
Los científicos usan sistemas de cromatografía de gases-espectrometría de masas (GC-MS) para analizar el aire y detectar moléculas desde hace décadas. Cada muestra de aire se divide en pequeños fragmentos y genera una gráfica donde se reflejan los distintos compuestos a través de picos.
No obstante, interpretar los resultados puede ser un proceso muy lento y poco preciso debido a la gran cantidad de compuestos que hay y la complejidad de los datos. Aquí es cuando entra en juego la Inteligencia Artificial.
Se trata de un proyecto llevado a cabo por un grupo de investigadores de la Universidad de Loughborough, Reino Unido. Uno de los líderes del estudio, Andrea Soltoggio, detalló cómo funcionaría esta revolucionaria tecnología en un artículo para The Conversation.
“Mis compañeros y yo estamos adaptando la última tecnología de inteligencia artificial para percibir e interpretar un tipo de datos diferentes: los compuesto químicos en muestras de aliento“, explicó el científico, y esa tecnología a la que hace referencia es el aprendizaje profundo o deep learning.
El aprendizaje profundo consiste en aplicar modelos estadísticos para encontrar patrones dentro de objetos donde reina una cierta aleatoriedad, y ser así capaces de diferenciarlos automáticamente.
Desde la Universidad de Loughborough, en primer lugar contaron con un equipo de profesionales sanitarios que analizaron muestras del aliento de pacientes con cáncer. Después de que identificaran los compuestos insertaron los datos en el ordenador usando GPUs de alto rendimiento para acelerar los algoritmos del deep learning. Con cada muestra de aire el modelo de aprendizaje profundo aprendía más hasta que reconocían patrones específicos que revelaban compuestos en el aliento.
El trabajo que solía llevarle horas a un humano la máquina es capaz de desempeñarlo en unos minutos. Es aún más interesante ya que puede ir adquiriendo conocimientos y mejorando con el tiempo a medida que analice más muestras, no limitándose a detectar una sola sustancia en particular. Además, se trata de un proceso mucho más económico y con menor margen de error.
Eso sí, esto no desplaza al equipo humano, como explica Soltoggio, la IA solo se encargaría de detectar las sustancias en el aire, la decisión o el diganóstico final se tomaría por un médico en base a los resultados mostrados por la máquina en un plazo de tiempo mucho menor.