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Farmacéuticas y Estados ricos arriesgan vidas al no permitir acceso universal de vacunas: AI

11/03/2021 - 3:20 pm

La organización recordó que los países más favorecidos continúan accediendo a mayores cantidades de vacunas mientras las naciones pobres se mantienen al margen debido a las complicaciones derivadas de la producción de las vacunas.

Londres, 11 mar (EFE).- Amnistía Internacional lamentó que las farmacéuticas y los Estados ricos están poniendo vidas en riesgo al no compartir sus «conocimientos y tecnología» para lograr un acceso universal a las vacunas contra la COVID-19.

En un comunicado divulgado hoy, AI recuerda que los países ricos han comprado más de la mitad del suministro de preparados contra el coronavirus del mundo, si bien representan solo el 16 por ciento de la población mundial.

La citada organización, que puso hoy en marcha una campaña global para pedir acceso universal a las vacunas, indica que debido a la actuación de las farmacéuticas y los países ricos, es probable que miles de millones de personas que corren el riesgo de contraer el virus no reciban este año ni una sola dosis.

La campaña «Un pinchazo justo: Acceso universal a las vacunas contra la COVID-19» pide a esas empresas que compartan sus conocimientos y tecnología para elevar al máximo el número de dosis de vacunas disponibles en todo el planeta.

Asimismo, insta a los Estados a que dejen de practicar el «nacionalismo de las vacunas» y trabajen conjuntamente para garantizar el acceso inmediato a los preparados de las personas más expuestas al virus.

«Quien tiene acceso a la vacuna contra la COVID-19, cuándo y a qué precio son algunas de las cuestiones más importantes y controvertidas a las que se enfrentan hoy nuestras sociedades», señala Stephen Cockburn, director de Justicia Económica y Social de AI, que agrega que «las respuestas vienen determinadas por los intereses de los Estados y empresas poderosos».

Cockburn subraya que «hasta ahora han generado una situación peligrosa en la que las desigualdades globales en el acceso a las vacunas se están intensificando sin control» pues «un reducido número de países ricos encabezan la carrera, mientras el resto del mundo se esfuerza por arrancar desde la línea de salida».

«Todas las personas merecen un pinchazo justo de esta vacuna: en lo que se refiere a nuestro derecho a la salud, no hay lugar para la discriminación», considera.

AI revela que los países ricos han comprado más de la mitad del suministro de vacunas del mundo, aunque representan sólo el 16 por ciento de la población mundial y dice que los mismos países han administrado hasta ahora más del 60 por ciento de las dosis del mundo, mientras que más de 100 países no han vacunado todavía ni a una sola persona.

AI lamenta que farmacéuticas como AstraZeneca, Moderna y Pfizer BioNTech se nieguen a compartir sus investigaciones, conocimientos y tecnologías, con lo que otras empresas no pueden hacer uso de los avances científicos para aumentar su propia producción, lo cual incrementaría el suministro y las haría accesibles a países más pobres.

La organización señala que mientras algunos Estados se niegan a hacer rendir cuentas a los productores de vacunas por su responsabilidad, en cuanto a derechos humanos, de extender su acceso al máximo número de personas, «profundas fisuras y desigualdades entre países y comunidades salen a la luz con más fuerza».

Remarca que «es hora de que las empresas farmacéuticas y los Estados cumplan con sus responsabilidades y obligaciones en materia de derechos humanos» y hace campaña para que empresas como AstraZeneca, Pfizer, BioNTech y Moderna «compartan sus conocimientos y tecnología, y que así la población del mundo entero reciba un pinchazo justo de esta vacuna».

AI considera que los Estados «deben dar un paso adelante, ejerciendo presión sobre las empresas para que cumplan con la parte que les corresponde y trabajen colectivamente para garantizar que las personas más expuestas en todo el planeta reciben la vacuna lo antes posible».

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